Art déco en CDMX: La austeridad por sobre el exceso

El art decó, corriente del siglo XX —que se desarrolla en Europa en un periodo de posguerra y en México entre los años 1920 y 1950, después de la Revolución— también es parte del legado del porfiriato. Como explican los historiadores, la Revolución Mexicana sirve para romper con ciertas estructuras y tradiciones atrofiadas, pero no implica necesariamente un quiebre absoluto con el pasado.

Edificio Ermita; cómo un proyecto multifuncional puede cambiar la vocación de una zona

Dice Xavier Guzmán Urbieta, autor de Juan Segura: Un arquitecto mexicano en la construcción de la modernidad del siglo XX, que para entender desde dónde surge la visión del Edificio Ermita, construido entre 1929 y 1936 en la intersección de las avenidas Jalisco y Revolución, en la zona de Tacubaya –por ese entonces una zona aledaña a la ciudad, bañada por ríos–, hay que conocer a su arquitecto.

Foto: Enrique Medina

Guzmán Urbieta conoció a Juan Segura y lo recuerda tímido, simpático y salvaje. Pero no fue hasta que supo –años después y a través de un archivo fotográfico que le compartió su familia– que patinaba sobre hielo, andaba en moto y le robaba el auto a su padre cuando tenía apenas nueve años, que entendió la audacia que había detrás de cada una de sus decisiones.

El encargo se lo hizo la fundación de la familia Mier y Celis / Pesado, una de las más acaudaladas de la época –cuyas riquezas provenían de múltiples fuentes–, y las instrucciones fueron claras:

La fundación se había constituido en 1917, no quedaban descendientes de la familia y había un terreno de 33 mil metros cuadrados (similar al tamaño de la Alameda Central) que tenía que generar ingresos para poder cumplir las funciones sociales y de beneficencia pública que la familia había pretendido para la fundación.

Había dos tendencias que se habían modulado a partir de la Revolución y la posterior Reconstrucción Nacional. Por un lado, estaba el potente discurso social del Estado, que buscaba mayor igualdad, inclusión, derechos sociales básicos y progreso democratizado, y por otro, un discurso que planteaba la necesidad de activar la iniciativa económica desde el sector privado. La fundación buscaba que confluyeran ambas.

Foto: Enrique Medina

Fue así como un área que hasta entonces había sido mayormente de casas de recreo de familias ricas, se convirtió en una zona comercial y de rentas. ¿Para qué?, para que así, con ese capital, pudieran funcionar los hospitales homeopáticos, la Escuela de Niños de Coyoacán, el Asilo Mier y Pesado en Orizaba y muchas otras iniciativas público-privadas.

El art decó entra en la CDMX

A nivel internacional, los años 1920 fueron los que vieron la gestación del Constructivismo Soviético, cuyo foco estaba puesto en la funcionalidad y la geometría (con Konstantin Mélnikov como gran referente); en paralelo se desarrollaron en Viena las propuestas –de un purismo absoluto– de Josef Hoffmann, miembro clave de la Secesión Vienesa; y  Le Corbusier ya llevaba cuatro años construyendo.

En 1925, además, se llevó a cabo en París la Exposición Internacional de Artes Decorativas, impulsada por el gobierno francés para develar el nuevo estilo moderno que atravesaba tanto a la arquitectura como al arte, la decoración de interiores, la joyería, la vestimenta y los muebles. Por último, tanto en Francia como en Italia, ya se habían construido los primeros edificios multifuncionales, que proponían más que solamente una solución a los problemas de vivienda.

Así, en un vértice del lote, se proyectó el Edificio Ermita, construido en verticalidad, con una planta baja comercial y viviendas de distintos tamaños y formatos que se orientaron tanto en la punta del ángulo como en las partes que se extendían.

Espacios que en un principio fueron concebidos sin cocina –los primeros lofts, como dice Urbieta– y que iban desde los 32 a los 116 metros cuadrados. “Y a eso, se le suma un cine. ¿Qué se necesita para un cine? Tener isóptica y un cono para que la atención esté focalizada en un punto. Un triángulo con una sección cortada en su vértice menor. Justo lo que se podía dar en esa esquina”, dice Guzmán Urbieta.

Foto: Enrique Medina

Este remate metropolitano, que le cambia la vocación a la zona y que marca un precedente –no había en esa época un edificio con planta baja comercial y siete niveles de altura–, tiene una razón de ser.

“No se trata de una puntada, hay una lógica detrás de todo esto” –dice el historiador y arquitecto– “y si la cubierta del cine está en un quinto piso, pues se hace algo con eso. ¿Qué tal si le ponemos las viviendas alrededor y lo transformamos en un patio interior?”.

“Yo venía para acá de niño y veía cómo los vecinos de este edificio jugaban fútbol en ese patio. Los otros miraban desde el piso seis y el piso siete, como si fueran tribunas. Es eso lo que define el espíritu de este tipo de visiones; un problema se transforma en una virtud”.

Elementos del art decó en el Edificio Ermita en CDMX

  • Tanto las puertas, como sus vitrales de vidrios coloridos y los barandales del interior son característicos de este estilo mayormente geométrico y focalizado en el uso de las líneas rectas.
  • Para rematar horizontalmente la fachada principal –de línea vertical–, Juan Segura diseñó y posicionó dos alerones de referencia aerodinámica a cada lado del edificio. Seguramente un guiño a su interés por los aviones.
  • Las tres entradas principales siguen una forma abocinada –un recurso arquitectónico y geométrico característico de la época– con un vano mayor hacia afuera que se reduce en la medida que se avanza para llegar al acceso. 
  • El uso abundante de granito artificial en guardapolvos, ménsulas, remates y detalles decorativos también es propio de este estilo.
Vestíbulo edificio Ermita
Foto: Cortesía Marlene Peña

Cortesía de Chilango



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