El profesor Gunther Kletetschka tenía una idea persistente que no lograba ignorar. Durante años, se preguntó si la estructura misma del tiempo podía ser más rica de lo que dicta la física clásica. No se trataba de especular sin fundamento, sino de seguir una corazonada científica que lo llevó a desarrollar un modelo matemático radical: el tiempo no solo avanza hacia adelante, sino que podría tener tres dimensiones independientes, como el espacio. Se trata, por ahora, de una propuesta teórica que aún no ha sido validada ni aceptada por la comunidad científica.
Con esta propuesta, publicada recientemente en la revista Reports in Advances of Physical Sciences, Kletetschka no solo introduce una noción desconocida para la mayoría de las personas, sino que presenta un marco teórico que desafía la noción de espacio-tiempo de Einstein y que podría acercarnos a una teoría unificada del universo. En este artículo te explicamos, paso a paso, en qué consiste esta idea y por qué importa tanto.
Un universo con seis dimensiones: tres temporales y tres espaciales
La teoría de Kletetschka parte de un principio atrevido pero cuidadosamente argumentado: el universo podría estar compuesto por un total de seis dimensiones —tres temporales y tres espaciales—, unidas en una estructura coherente y causal. Esta propuesta no es una simple especulación matemática. El autor sostiene que esta configuración “preserva la causalidad y la unitariedad mientras extiende la mecánica cuántica estándar y la teoría de campos”.
En el marco de la teoría del tiempo tridimensional propuesta por Gunther Kletetschka, cada una de las tres dimensiones temporales no solo es independiente, sino que desempeña un papel físico específico en la organización del universo. Estas dimensiones no son arbitrarias, sino que emergen de la necesidad de explicar fenómenos observables en distintas escalas.
- t1 (primera dimensión temporal): Está relacionada con los fenómenos cuánticos, y opera en la escala de Planck. Es responsable del comportamiento de las partículas fundamentales y de las interacciones más elementales.
- t2 (segunda dimensión temporal): Actúa como mediadora entre lo cuántico y lo clásico. Permite entender cómo emergen las propiedades macroscópicas a partir de procesos microscópicos, y explica fenómenos como la jerarquía de masas en las partículas.
- t3 (tercera dimensión temporal): Está asociada a los procesos cosmológicos de gran escala, como la evolución del universo, la expansión cósmica o la propagación de las ondas gravitacionales.
En conjunto, estas tres dimensiones del tiempo ofrecen una estructura coherente que conecta lo muy pequeño con lo muy grande, abarcando desde las interacciones subatómicas hasta los procesos que moldean el cosmos.
Este marco no pretende reemplazar la relatividad general, sino extenderla. De hecho, la teoría de Einstein aparece como un caso límite en el modelo de Kletetschka, cuando las dimensiones t2 y t3 se hacen despreciables. Según se afirma literalmente en el artículo: “La relatividad general emerge como un caso límite natural cuando dos dimensiones temporales se vuelven despreciables”.

¿Y si la masa fuera una propiedad del tiempo?
Una de las propuestas más llamativas de esta teoría es que la masa no es una propiedad intrínseca de las partículas, sino el resultado de cómo estas interactúan con la estructura del tiempo tridimensional. En el modelo de Kletetschka, los valores de masa de partículas como electrones, muones o quarks surgen como soluciones a ecuaciones derivadas del comportamiento del tiempo.
Esto no es solo una coincidencia numérica: el autor muestra que su modelo reproduce con precisión los valores medidos experimentalmente para diversas partículas. Por ejemplo, calcula el valor del quark top como 173,21 GeV (con margen de error), muy cerca del valor medido de 173,2 GeV. Lo mismo ocurre con el electrón y el muón, cuyas masas predichas coinciden con una precisión que sugiere un ajuste físico real, no solo teórico.
Según el artículo, “esta estructura temporal tridimensional proporciona grados de libertad naturales que se manifiestan como las propiedades observadas de partículas y campos”. Esto significa que la existencia de tres dimensiones de tiempo podría explicar de forma natural por qué hay exactamente tres generaciones de partículasy por qué sus masas siguen ciertas proporciones.

El espacio como pintura sobre el lienzo del tiempo
Una idea provocadora que aparece también en la divulgación del estudio es que el espacio no sería la estructura fundamental del universo, sino un fenómeno emergente. Kletetschka lo compara con el lienzo y la pintura: “Estas tres dimensiones del tiempo son el tejido primario de todo, como el lienzo de una pintura… el espacio todavía existe con sus tres dimensiones, pero es más como la pintura sobre el lienzo que el lienzo en sí”.
Esto da un giro radical a la noción establecida de espacio-tiempo. En lugar de pensar que el tiempo es una línea dentro del espacio, el modelo sugiere que el espacio nace a partir del tiempo, como una manifestación secundaria.
Además, el autor asegura que su propuesta evita muchos de los problemas de teorías anteriores sobre múltiples dimensiones temporales, como las paradojas de causalidad o la inestabilidad matemática. Su métrica de seis dimensiones permite mantener la coherencia lógica del sistema físico, lo que representa una ventaja significativa frente a otras hipótesis más especulativas.

Un camino hacia la teoría del todo
La propuesta de un tiempo tridimensional no solo busca redefinir la estructura del universo, sino que también se presenta como una vía prometedora hacia la tan buscada teoría del todo. Esta teoría hipotética pretende unir la mecánica cuántica (que describe lo muy pequeño) con la relatividad general (que explica lo muy grande).
Actualmente, estas dos ramas no se entienden bajo un marco común. Pero el modelo de Kletetschka ofrece una solución potencial a esta incompatibilidad, al introducir una estructura temporal que permite generar “correcciones finitas” en la gravedad cuántica. Según el artículo, “la consistencia matemática y el poder predictivo de este marco, junto con su capacidad para unificar fenómenos cuánticos y gravitatorios, sugieren que merece ser considerado como una teoría fundamental de la física”.
Además, el modelo permite realizar predicciones concretas que podrían comprobarse en experimentos de próxima generación, como colisionadores de partículas y observatorios de ondas gravitacionales.
¿Es verificable esta teoría?
Uno de los puntos fuertes del trabajo de Kletetschka es su voluntad de someter la teoría a prueba. No se trata solo de un modelo matemático elegante: el autor plantea predicciones específicas que podrían confirmarse o refutarse mediante observación directa.
Entre estas predicciones se encuentran ciertas variaciones en la velocidad de las ondas gravitacionales (de aproximadamente Δv/c=1,5×10−15), la existencia de nuevas partículas con masas específicas (2,3 y 4,1 TeV), y efectos en la formación de estructuras a gran escala en el universo. Muchos de estos aspectos podrían investigarse entre 2025 y 2030 con instrumentos como LIGO, el colisionador HL-LHC o el telescopio Euclid.
Lo que tienes que saber sobre el tiempo tridimensional
- El tiempo podría no ser una línea, sino un “espacio” con múltiples direcciones
- El nuevo modelo matemático reciente propone tres dimensiones de tiempo y tres de espacio
- La masa de las partículas podría surgir de su relación con el tiempo, no del espacio
- La teoría reproduce con precisión masas conocidas como las del electrón o el muón
- El modelo evita problemas comunes en otras teorías similares, como la violación de causalidad
- Propone una vía concreta para unificar la mecánica cuántica con la gravedad
- Incluye predicciones medibles, como nuevas partículas o alteraciones en las ondas gravitacionales
- Sugiere que el espacio es una manifestación secundaria, derivada de una estructura temporal más profunda
- El modelo se someterá a pruebas con experimentos previstos para los próximos años
- La relatividad general aparece como un caso particular dentro de este marco más amplio
Referencias
Cortesía de Muy Interesante
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