Este martes 24 de junio, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, festejó su cumpleaños número 63 de una manera inusual pero simbólica: en plena conferencia matutina desde Palacio Nacional. A su llegada, los reporteros la sorprendieron entonándole Las Mañanitas, entregándole flores, pequeños obsequios y, por supuesto, un pastel. Todo ocurrió en el marco de la llamada #MañaneraDelPueblo, espacio que Sheinbaum ha mantenido como canal directo con la ciudadanía.
La mandataria, visiblemente emocionada, agradeció las muestras de afecto y compartió su deseo de que «a todo México le vaya bien», justo antes de cortar el pastel frente a cámaras y asistentes. La escena fue informal, cálida y cargada de simbolismo, pues representa el intento de la presidenta por mostrar cercanía con el pueblo en fechas personales.
Días antes, Sheinbaum ya había adelantado que habría pastel para compartir en su cumpleaños. Y cumplió. La imagen de la presidenta rodeada de medios y colaboradores, partiendo el pastel en plena conferencia, se viralizó rápidamente en redes, generando opiniones divididas pero sobre todo, expectativa por el estilo personal de gobernar que sigue construyendo.
El gesto también refuerza la narrativa de #CercaníaConElPueblo y la intención de mantener una imagen accesible desde el poder. Sin embargo, en un país golpeado por la violencia y la incertidumbre, algunos cuestionan si es momento para festejos públicos.
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Cortesía de Unomásuno.
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