Muchos gestos breves, casi automáticos, que tienen gatos y perros son vistos por los dueños cientos de veces sin saber por qué ocurren. Sin embargo, estos movimientos tan curiosos como universales siguen siendo un misterio para la ciencia. ¿Se trata de rituales instintivos heredados de sus ancestros salvajes? ¿O podrían tener funciones ocultas relacionadas con la preparación física, la comunicación o incluso el estado emocional de la mascota? Aunque aún no hay respuestas definitivas, algunos expertos en comportamiento animal comienzan a arrojar luz sobre lo que podría haber detrás de estas peculiares manías felinas y caninas.
¿Por qué los gatos se contonean al abalanzarse sobre una presa?
Igual te has percatado de que, antes de lanzarse al ataque, tu mascota suele menear el trasero. Este contoneo dura solo unos momentos, mientras el felino agacha su parte trasera antes de lanzarse a su objetivo… que, a veces, son tus pies bajo la manta.
No existen aún estudios serios sobre esta conducta, pero hemos encontrado a un experto en locomoción animal que nos da algunas pistas. “La respuesta es que la ciencia no lo sabe. Parece ser que este movimiento del trasero no ha sido analizado en un contexto experimental”, dice John Hutchinson, profesor de Biomecánica evolutiva en el Real Colegio de Veterinarios de Londres (Inglaterra).
En su opinión, este acto peculiar de presionar los miembros posteriores contra el suelo podría ayudar al gato a ganar una tracción extra a la hora de impulsarse hacia adelante al saltar. “Aunque también podría tener un papel sensorial para preparar la propiocepción visual –la conciencia de su propia posición y movimiento– y los músculos para los rápidos comandos neuronales necesarios para dar el salto”, apunta Hutchinson.

¿Preparación física o puro juego? Lo que podría explicar el meneo
Por otra parte, podría servir como una especie de calentamiento aeróbico. “Probablemente, el felino estira los músculos un poco, y eso puede ser de ayuda a la hora de abalanzarse hacia delante”, aventura Hutchinson. Y añade: “Además, no podemos excluir que, tal vez, sea una mera forma de diversión para el minino, que está excitado ante la emoción de la caza de una presa”.
Se trata de un comportamiento que, por otra parte, no es exclusivo de los gatos domésticos. Los felinos salvajes, como leones, tigres y jaguares, menean sus traseros antes de atacar –con suerte, no a tus pies bajo la manta–. A diferencia de ellos, el gato casero ha sido amaestrado durante 10 000 años, por eso, es más fácil de estudiar para llegar al fondo de este misterioso contoneo.
Hutchinson nos explica que, en un experimento ideal, habría que seleccionar gatos que se contonean antes de saltar y gatos que no lo hagan, para que los científicos pudieran así determinar qué efecto tiene este meneo –o su ausencia– en la calidad del salto. Aunque esta idea puede no resultar tan fácil de llevar a la práctica.
“Aun así, debe hacerse, de alguna manera. Algún día, convenceré a algunos colegas y buscaré a unos gatos amigables para llevarlo a cabo”, bromea este profesor.
¿Por qué los perros escarban en el suelo después de hacer pis?
Si tienes un peludo, igual estás acostumbrado a que te lance pedazos de tierra y hierba a la cara cuando salís a pasear. Por lo general, es un comportamiento al que no se le da importancia, como si fuera una manía canina más. Sin embargo, los investigadores sugieren que pueden decirte mucho de tu mascota.
Lo primero es que no todos los perros realizan este extraño ritual de lanzar tierra al aire. De hecho, parece ser una conducta bastante poco habitual.
“Sucede en la misma proporción en machos y hembras, aunque solo un 10 % de los perros lo hacen”, señala Rosie Bescoby, experta en comportamiento animal en la Asociación de Terapeutas en Comportamiento de Mascotas del Reino Unido. Por lo general, se dan una serie de circunstancias que desencadenan esta forma de actuar.

Una marca con olor y garra: comunicación entre canes
Los perros suelen escarbar con entusiasmo justo después de orinar o defecar, cuando entran en una zona nueva con olores que no les resultan familiares o después de oler los excrementos de otro perro, apunta Bescoby.
Además, no es algo exclusivo de los canes: lobos, coyotes y felinos, como los leones, también escarban el terreno. Después de haber observado a los animales salvajes, los expertos han dado con algunas pistas que podrían explicar esta manía de los perros, según nos cuenta Carlo Siracusa, investigador de la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Pensilvania (EE. UU.).
“Por ejemplo, en el caso de los lobos, que viven en manadas, está relacionada con su naturaleza social. Los animales dominantes suelen mostrar este comportamiento para marcar su territorio. Así que lo más probable es que sea una forma de comunicar a los otros lobos que, si cruzan esa línea, pueden tener problemas. Pero es un mensaje dirigido a los extraños, no a sus compañeros de manada”, apunta Siracusa.
Este procedimiento de marcar límites tiene dos características. Primero, hay una línea visual: los arañazos que el animal deja en la tierra. Segundo, está el aroma que queda después de orinar o el que emana de los fluidos de las glándulas que el lobo tiene en las patas. “Esta es la teoría: o bien le ves haciéndolo, o bien ves la marca en el suelo, o bien percibes el olor”, indica Siracusa.
Sustancias olorosas
¿Cómo podemos comparar esto a lo que hace nuestra mascota? Para empezar, los canes escarban el suelo después de haber marcado un árbol o la hierba cercana con su orina, lo que imita el comportamiento salvaje observado en lobos o coyotes. Asimismo, se cree que también segregan fluidos olorosos por las patas.
“Desconocemos si otros perros son capaces de percibir el olor de esas marcas, pero sabemos que poseen glándulas sudoríparas en las almohadillas de las patas y glándulas sebáceas en el pelo entre sus dedos”, afirma el veterinario.
Estas glándulas producen feromonas, por lo que los canes podrían dejar estas sustancias olorosas en el suelo y dispersarlas al escarbar con fuerza y esparcir la tierra. Podrían servir como una poderosa señal para otros perros de que han estado allí. “Pero no sabemos con seguridad qué mensaje envían estas feromonas ni cuál es su función, así que sería muy apresurado sacar conclusiones”, advierte Siracusa. Al menos, cabe asegurar que, igual que pasa con los lobos, la marca olfativa quiere decir algo para los demás animales.

Cuando los comportamientos dicen más de lo que crees
Por otra parte, aunque es tentador sacar la conclusión de que rascar la tierra es un hábito agresivo o una manera de amenazar a los perros que se atrevan a adentrarse en territorio marcado, Siracusa cree que no es tan sencillo.
“Los animales domesticados no poseen ni gestionan territorios de la misma manera que los silvestres”, nos recuerda.
Por eso, opina que, en vez de ser una advertencia agresiva, rascar el suelo puede ser para un perro simplemente su manera de notificar a los demás de su propia presencia –tal vez, para reducir las probabilidades de que se encuentren frente a frente en un espacio reducido–. El mensaje sería algo así como “Ando por aquí. Así que, si me conoces y nos llevamos bien, no hay problema. Pero, si no nos llevamos bien, igual prefieres irte a otra parte”.
En su trabajo clínico con perros, Siracusa también se ha percatado de que el hábito de escarbar el suelo es más frecuente en mascotas nerviosas e inseguras. Pero son solo observaciones anecdóticas, nos recalca, y no significa que todos los canes que lo hacen estén nerviosos. Es un comportamiento completamente natural y no tenemos nada por lo que preocuparnos. Muchos perros, sino todos, lo han hecho alguna vez.
Sin embargo, para los que son más irritables o ansiosos, podría ser un “intento de controlar el territorio y sentirse más seguros, porque no suelen ser amigos de encontrarse con otros perros”, apostilla el experto.
Cortesía de Muy Interesante
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