Cuatro meses después de que el gobierno de Estados Unidos designó a seis cárteles de la droga como asociaciones terroristas, CI Banco, Intercam y Vector fueron señalados por lavado de dinero y financiamiento al narcotráfico .
La reacción, tras el anuncio, no se hizo esperar. El gobierno, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y las instituciones involucradas rechazaron la acusación, pero poco ayudaron para contener un impacto que ya hacía efecto sobre los señalados: el reputacional. Peor aun, de acuerdo con expertos consultados por Expansión, la sacudida va más allá, porque el arrastre no es solo contra las tres entidades reportadas… esto afecta a todo el sistema financiero nacional.
Las consecuencias tampoco tardaron en aparecer. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos prohibió a las instituciones financieras de su país realizar transferencias de dinero con CI Banco, Intercam y Vector.
“Económicamente esto será una gran presión”, dice Carlos Valderrama, socio fundador de la firma Legal Paradox. “La prohibición de realizar transferencias de fondos con el sistema estadounidense no es una multa que se paga, es la desconexión del oxígeno del comercio global: el dólar”.
Para el experto, estos señalamientos son una advertencia contra otros actores del sector financiero, pero también una recomposición del sistema, que incluye al regulador, porque desde ahora deberá ser más estricto en la supervisión de las entidades.
Riesgo sistémico
De acuerdo con fuentes del sector y consultadas por Expansión, el anuncio del Departamento del Tesoro generará un efecto dominó que puede llevarse a otros bancos y con ello generar un riesgo sistémico.
“Esto abre una gran investigación que cambia radicalmente el alcance, porque destruye reputacionalmente a las tres entidades. Esto va a ocasionar un problema de liquidez altísimo, porque habrá clientes que tienen su dinero en estas instituciones y que seguramente querrán sacarlo.
“Los bancos operan apalancados y no tienen el dinero suficiente para cubrir los retiros de los ahorradores. Habrá un descalce entre los depósitos de las personas y el financiamiento de mediano y largo plazos. [Los bancos] no pueden hacerse de efectivo para la salida de dinero en masa”, detalla la fuente que pide guardar el anonimato.
Añade que esta acusación es una forma más del gobierno de Donald Trump para presionar a México en el control del fentanilo.
“Facilitadores financieros como CI Banco, Intercam y Vector están permitiendo el envenenamiento de innumerables estadounidenses al mover dinero en nombre de los cárteles, lo que los convierte en engranajes clave en la cadena de suministro de fentanilo”, declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Las acusaciones no son menores: a estos bancos se les señala desde la Casa Blanca de prestar servicios financieros a favor de organizaciones criminales como el Cártel de los Beltrán Leyva, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel del Golfo.
Desde febrero pasado, y luego de la designación de los cárteles de la droga como asociaciones terroristas, voces consultadas por este medio advirtieron que no todas las instituciones financieras estaban listas para afrontar una mayor supervisión.
Eso no parecía preocupar a las autoridades financieras del país. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco de México (Banxico) y la Asociación de Bancos de México (ABM) emitían mensajes de calma tras la designación de febrero pasado.
“México cuenta con un marco regulatorio robusto en materia de prevención de lavado de dinero y combate del financiamiento al terrorismo”, dijo ese mismo mes la gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez.
La ABM decía en febrero que hasta que Estados Unidos no hiciera público qué buscaba con la designación de carteles de la droga como asociaciones terroristas, el gremio no haría especulaciones . A los pocos días, el gremio tomó la decisión de nombrar a Emilio Romano de Bank of America, como el nuevo representante de los bancos mexicanos para fortalecer las conversaciones con el principal socio cpmercial.
El golpe a la reputación
El especialista en anticorrupción, antilavado y cumplimiento normativo Michel Levien es más conservador sobre el fin de las tres instituciones acusadas, pero sí es un golpe muy fuerte a su reputación y a los controles internos de supervisión.
“En el caso más extremo, CI Banco, Intercam y Vector enfrentarán acciones penales y multas. Estamos hablando de decenas o de cientos de millones de dólares de un solo golpe. Nada de pagos a meses sin intereses; incluso, la suspensión de actividades”, detalla.
El analista financiero Álvaro Vertiz explica que las sanciones no se limitan a Estados Unidos, también las pueden recibir de México.
Estados Unidos destruyó la reputación de las entidades financieras y existe el riesgo de una corrida de flujos de efectivo, agrega.
Se defienden
Una vez que se supo el señalamiento del Departamento del Tesoro estadounidense, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público salió a la defensa.
En un comunicado, la dependencia informó que no existen pruebas de lavado de dinero , por lo que solicitó al gobierno de Estados Unidos que proporcione los documentos que corroboren sus acusaciones.
“De contar con información contundente que pruebe actividades ilícitas de estas tres instituciones financieras, actuaremos con todo el peso de la ley; sin embargo, a la fecha no contamos con ninguna información en este sentido”, respondió.
Las instituciones señaladas también salieron a defenderse y negaron, por separado, las acusaciones hechas por el gobierno de Estados Unidos. Señalaron estar comprometidas con la transparencia y legalidad. CI Banco dijo estar dispuesto a colaborar con las autoridades de Estados Unidos y de México.
Para atenuar los efectos y el nerviosismo, informaron que los ahorros de los clientes están protegidos por el IPAB, hasta por 400,000 UDIs, es decir casi 3.4 millones de pesos por ahorrador. Las cuentas que tengan más de esa cantidad están en riesgo de perder el faltante en caso de que el banco sea declarado en quiebra.
“Eso es lo que cambia en realidad: destrucción de reputación acaba en una destrucción de tu liquidez. Y la destrucción de la liquidez acaba en el capital y acaba en una quiebra técnica”, advierte la fuente que pide el anonimato.
Carlos Valderrama añade que es inevitable que con estos señalamientos las empresas tomen con más seriedad el compliance o estas normas que deben tener las empresas para evitar ser involucradas con actividades ilícitas.
“Estamos presenciando el inicio del ‘compliance’ como un asunto de supervivencia en donde se requerirá una asesoría legal que proteja toda la operación financiera más allá de lo que requiere la regulación financiera nacional”, acota.
Cortesía de Expansión
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