Intel abandona la industria automotriz: cierra su división y despide a la mayoría del equipo, según reporte

Intel dejará de fabricar productos para la industria automotriz. El gigante de los semiconductores ha iniciado el cierre de su división enfocada en tecnologías para vehículos y despedirá a la mayoría de los empleados vinculados a esa operación. La decisión fue comunicada en un memorando interno esta misma semana, y después confirmada por la propia empresa en declaraciones a The Oregonian. Se trata de una salida abrupta, especialmente porque la compañía había mostrado avances en software automotriz apenas hace seis meses durante el CES 2025.

La estrategia de Intel ahora gira en torno a fortalecer su portafolio de centros de datos y clientes corporativos. De acuerdo con Cory Pforzheimer, vocero de la firma, en un comunicado proporcionado a TechCrunch, el negocio automotriz será liquidado como parte de un proceso de reestructuración global. Aunque Intel evitó revelar cuántos trabajadores serán despedidos, la mayoría de ellos ya fue notificada. La empresa prometió una “transición fluida”, sin aclarar qué ocurrirá con los desarrollos más recientes.

La salida de Intel del sector automotor cierra un capítulo importante. En 2017, la firma pagó más de 15 mil millones de dólares por Mobileye, una de las compañías más prometedoras en el desarrollo de conducción autónoma. Luego adquirió Moovit, especializada en movilidad urbana, por cerca de 900 millones de dóalres. En paralelo, su división de capital de riesgo inyectó al menos 250 millones de dólares en startups del sector. A partir de entonces, Intel se convirtió en una figura relevante en la conversación sobre los vehículos definidos por software y los sistemas de asistencia avanzada.

Durante el Auto Show de Shanghái, celebrado en abril de 2025, Intel todavía sostenía conversaciones con fabricantes chinos. La promesa era un sistema en chip con capacidades de inteligencia artificial integrado, especialmente diseñado para automóviles. Se hablaba de producción para finales del mismo año. Sin embargo, para entonces ya era evidente el cambio de dirección bajo el liderazgo del nuevo CEO, Lip-Bu Tan, quien había advertido que vendrían despidos masivos debido al mal desempeño financiero de varias divisiones.

Jack Weast, vicepresidente y director general de Intel Automotive.

El impacto también se extiende a Intel Foundry, el negocio encargado de fabricar y empaquetar chips para terceros. Esta división enfrentará un recorte de hasta el 20% del personal a partir de julio. La medida forma parte del mismo ajuste estructural, motivado por una caída sostenida en ventas y la necesidad de concentrarse en áreas de mayor rentabilidad.

Con esta decisión, Intel se aparta definitivamente del desarrollo de soluciones para automóviles conectados, deja atrás una apuesta tecnológica que no logró consolidarse frente a rivales como NVIDIA, Qualcomm o Tesla. La industria automotriz, por su parte, pierde a uno de los pocos jugadores tradicionales que había apostado fuerte por redefinir el futuro del vehículo desde la arquitectura computacional.

Nvidia Gm Ia Autos Autonomos

General Motors usará chips NVIDIA con IA para ser la pieza clave en su tecnología de vehículos autónomos.

¿Quiénes eran los clientes de Intel Automotive?

El fin de la división automotriz de Intel deja en el aire proyectos clave que habían captado la atención de la industria. Uno de los más ambiciosos era su colaboración con Zeekr, la marca premium de vehículos eléctricos de Geely. La alianza prometía llevar a producción la nueva familia de chips SDV con capacidades avanzadas de inteligencia artificial.

El plan incluía integrar asistentes de voz generativos y plataformas de software actualizables de manera constante. Andy An, director ejecutivo de Zeekr, había anunciado que su marca sería la primera en ofrecer este tipo de tecnología, posicionando a los vehículos eléctricos de próxima generación como entornos inteligentes y personalizados. Con la disolución del grupo automotriz de Intel, el futuro de ese sistema operativo sobre ruedas queda incierto.

Zeekr

Arquitectura SEA-M de ZEEKR.

También Karma Automotive había apostado por la ingeniería de Intel como la base de su próxima generación de autos ultralujo. En palabras de Marques McCammon, presidente de la marca, la colaboración no solo permitiría diseñar vehículos excepcionales, sino construir un nuevo modelo para toda la industria.

Intel había desarrollado para Karma una arquitectura basada en controladores zonales definidos por software, con un sistema en chip capaz de distribuir tareas, gestionar la carga energética del vehículo y simplificar el cableado eléctrico. El objetivo era maximizar el rendimiento y la eficiencia sin comprometer el diseño o la experiencia de manejo. Ahora, sin el respaldo activo de Intel, la continuidad del proyecto dependerá de qué tan rápido pueda Karma adaptar esa arquitectura a otros proveedores tecnológicos.

Cortesía de Xataka



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