Lo nuevo de Ferrari no es un superdeportivo: es un yate sin motor de combustión que se alimenta del sol, el viento y las olas

Ferrari decidió conquistar un nuevo océano. Literal. La firma de Maranello presentó Hypersail, su proyecto más radical fuera del asfalto: un yate de competencia impulsado únicamente por fuentes de energía renovables. La embarcación no tiene motor de combustión. En su lugar, aprovecha la energía solar, el viento y la fuerza del mar para moverse y alimentar sus sistemas electrónicos. Se trata de un monocasco de 30 metros que flota como si fuera un hiperauto sobre el agua. La promesa es que será el primer yate de su tipo completamente autosuficiente.

El proyecto está encabezado por Giovanni Soldini, un veterano de la navegación oceánica. El objetivo no es solo competir, sino convertir este yate en un laboratorio flotante. Ferrari busca probar nuevas soluciones que luego puedan transferirse a sus autos. En este barco, los responsables del Cavallino Rampante participan desde el diseño hasta las pruebas. Todo bajo la supervisión de Guillaume Verdier, uno de los arquitectos navales más reconocidos en el mundo de las regatas.

Hypersail se construye en Italia. Su debut está previsto para 2026. La estructura flota sobre tres puntos de contacto: una quilla basculante, un foil del timón y un par de foils laterales que se activan según las condiciones. Este diseño permitirá que la embarcación se eleve sobre el agua a alta velocidad, sin depender de motores ni combustibles fósiles. Ferrari introdujo además un sistema de control de vuelo basado en la misma tecnología que usa para optimizar la aerodinámica de sus coches más extremos.

En el interior, la cabina ha sido diseñada como una extensión de un monoplaza de resistencia. No hay lujos. Solo pantallas, interruptores de fibra de carbono y comandos para operar los sistemas de navegación. Todo el control se centraliza en una plataforma digital que recibe energía de un sistema híbrido compuesto por paneles solares, generadores eólicos y mecanismos cinéticos que aprovechan el movimiento del casco. Según la amrca, el desafío más grande fue garantizar que cada sensor y cada computadora puedan seguir operando sin conexión a tierra, sin puertos ni carga externa.

El equipo ya solicitó nueve patentes para soluciones originales en aerodinámica, eficiencia energética y materiales. Ferrari también anunció que seis patentes más están en proceso. El desarrollo del Hypersail está concebido como una vía de doble sentido: lo que se aprende en el mar puede aplicarse después en tierra. Tanto en la gestión de energía como en la precisión del control dinámico, la marca italiana espera integrar estas innovaciones en sus próximos modelos.

Ferrari Hypersail

Nuevo Ferrari Hypersail.

El proyecto no es un simple ejercicio de marketing. Es una declaración de intenciones. Ferrari entiende que la resistencia también se compite en mares abiertos. Parece que el Hypersail lleva la filosofía de Le Mans al océano. Sin pit stops. Sin combustible. Sin red de apoyo. La única forma de ganar es con tecnología pura y decisiones certeras. La misma receta que convirtió a Ferrari en leyenda. Solo que ahora, sin asfalto bajo las ruedas.

Cortesía de Xataka



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