No cometes una infracción. Tampoco rompes una regla explícita del reglamento de tránsito. Pero si conduces con chanclas o sin zapatos, podrías meterte en un lío mucho más serio que una simple multa. En México no existe un artículo específico que prohíba conducir sin calzado adecuado, pero sí hay disposiciones que te obligan a tomar todas las precauciones necesarias para evitar accidentes. Y ahí es donde el calzado importa más de lo que imaginas.
Todo comienza con un detalle que suele pasarse por alto. La playa, un clima cálido, ganas de relajarte. Manejas el coche con chanclas porque solo vas a comprar agua. Alguien se atraviesa, intentas frenar, pero la sandalia se mueve, se atora o se sale. Y ese medio segundo en el que no puedes pisar con precisión el pedal podría cambiarlo todo. Incluso en un auto automático. La situación se vuelve más crítica si conduces descalzo: sin soporte, sin protección y sin fuerza suficiente en una emergencia. El resultado es más común de lo que parece.
La mayoría de los accidentes de tránsito por este tipo de descuidos se atribuyen a errores del conductor. No usar calzado adecuado reduce tu capacidad de respuesta. Si ocurre un choque, no solo estás expuesto a lesiones graves, también podrías enfrentar consecuencias legales. No por ir en chanclas, sino por no haber evitado una situación peligrosa. En un juicio, eso sí cuenta.
El Reglamento de Tránsito de Ciudad de México, en su artículo 38, establece que todas las personas al volante deben evitar acciones que pongan en riesgo su integridad o la de terceros. La multa puede ser de hasta 10 veces la Unidad de Medida y Actualización (aproximadamente 1,131.40 pesos) y acarrea una penalización directa en la licencia de conducir. No menciona explícitamente el tipo de calzado, pero sí te hace responsable si ese calzado influye en un siniestro.
En otros países, como España, llevar un calzado inapropiado al conducir ya implica una multa directa. Hasta 200 euros, algo así como 4,412.18 pesos. Porque las autoridades entienden que no se trata solo de comodidad. Se trata de control. En México no hay sanción directa, pero eso no significa que estés a salvo. Si el peritaje determina que el accidente pudo evitarse con un mejor calzado, la responsabilidad será tuya.
La próxima vez que salgas a manejar con chanclas o descalzo, recuerda algo: quizá no haya una patrulla esperándote, pero sí hay una probabilidad más alta de que no frenes a tiempo. Y eso pesa más que cualquier multa.
Foto de portada | Flickr
Cortesía de Xataka
Dejanos un comentario: