El papa Francisco prometió ayudar a Jorge Glas

El Grupo de Puebla dio a conocer una de las cartas que el papa Francisco envió en 2024 al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, mientras éste se encontraba detenido. La breve misiva escrita a mano revela el compromiso del fallecido pontífice para interceder ante organismos internacionales por la libertad de Glas, quien enfrenta un proceso judicial cuestionado por irregularidades y señalado como un caso emblemático de “lawfare” (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos) en América Latina. Acusado de peculado, su sentencia se conocerá este lunes.

En la carta, a la que tuvo acceso Página/12, el papa Francisco expresó: “Te lo prometo. De mi parte haré todo lo que pueda con la CIDH y con la ONU desde mañana”, manifestando así su intención de intervenir ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Naciones Unidas. “Estoy cerca y rezo. Por favor hacelo también por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide”, agregó.

“Francisco apoyó muchas causas”

Sacha Llorenti, coordinador del Comité internacional por la libertad de Jorge Glas y ex embajador de Bolivia ante ONU, explicó a este diario que la carta en sí misma es un testimonio tanto de la generosidad, la solidaridad y el humanismo del papa Francisco, como del suplicio que atraviesa Jorge Glas.

“Es una prueba de las cosas que Francisco hacía en silencio. Él apoyó muchas causas justas, incluso desde mucho tiempo antes de ser papa, y utilizó la influencia del papado justamente para intentar acabar con estas injusticias”, remarcó el también exsecretario Ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

La detención de Jorge Glas se produjo en la sede diplomática de México en Ecuador, donde se encontraba, cuando las fuerzas de seguridad ecuatorianas ingresaron a la embajada para arrestar al ex vicepresidente, en un hecho ampliamente condenado por la comunidad internacional. “Además de esa violación al derecho internacional, Jorge Glas gozaba del estatus de asilado diplomático y luego fue torturado y enviado a una cárcel de máxima seguridad, en la que incluso intentó suicidarse”, detalló Llorenti. “La publicación de la carta en estos momentos es un recordatorio de todo eso, de cómo una persona como Francisco hizo todo lo que estuvo a su alcance para lograr la libertad de Glas”, subrayó.

El camino de Glas

El exvicepresidente, que rechaza los cargos en su contra y se declara un perseguido político, había ingresado a la sede diplomática de México el 17 de diciembre de 2023 para solicitar asilo, cuando la Fiscalía se disponía a procesarlo por presunto peculado —es decir, malversación de fondos públicos— en las obras de reparación de los daños ocasionados por un terremoto en 2016, que destruyó poblados costeros de Manabí y Esmeraldas. La sentencia de este caso denominado “Reconstrucción” se conocerá el próximo lunes.

El Gobierno mexicano otorgó el asilo a Glas en medio de una crisis diplomática con Ecuador, cuyo mandatario, Daniel Noboa, había expulsado a la embajadora Raquel Serur después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, relacionase en unas declaraciones el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio con el triunfo electoral del empresario en los comicios de 2023.

La irrupción de las fuerzas de seguridad a la embajada el 5 de abril de 2024 derivó en la ruptura de relaciones entre México y Ecuador, y en un litigio ante la Corte Internacional de Justicia, donde el primero acusa al segundo de no respetar la inviolabilidad de las sedes diplomáticas, mientras que el gobierno de Noboa acusa al país azteca de contravenir los tratados que regulan el asilo diplomático.

Dos meses después de la captura de Glas, Noboa reconoció en una entrevista con el periodista Jon Lee Anderson para el medio The New Yorker que la incursión policial en la Embajada de México estuvo motivada, en parte, por el temor a perder el referéndum que se celebraría pocos días después y que incluía varias preguntas sobre reformas constitucionales y legales, algunas enfocadas en temas de seguridad, justicia y lucha contra el crimen organizado. “Si Glas hubiera escapado, habríamos perdido el referéndum, porque nos habría hecho quedar mal”, dijo el mandatario en aquel entonces.

Al recordar esa nota, Llorenti afirmó que el presidente ecuatoriano utiliza la figura de Glas como “un trofeo político para sus intereses particulares” y sostuvo que absolutamente nada justifica el asalto a una embajada. Además, señaló que el gobierno desoye las medidas cautelares de la CIDH sobre el deterioro de la salud física y mental del exvicepresidente.

En febrero de este año, la CIDH emitió una resolución en la que advirtió tras la visita de una delegación a Glas— que la salud mental del correista está muy afectada. “Su salud mental atraviesa por un estado de especial gravedad, pese a las atenciones médicas brindadas por el Estado en 2024”, indicó el organismo, al ampliar las medidas cautelares respecto al caso. “Tanto sus condiciones de detención como los eventos de violencia que se han presentado en el centro penitenciario donde se encuentra actualmente (la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, La Roca), impactarían en el deterioro de su salud mental e integridad física”, añadió.

La palabra de los juristas

La abogada argentina Claudia Rocca, vicepresidenta de la Asociación Americana de Juristas, considera que hay una “persecución judicial con fines políticos intolerables” contra Glas. Rocca firmó un pronunciamiento sobre el caso Reconstrucción junto a figuras como el exjuez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, y el exjuez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Eugenio Raúl Zaffaroni, entre otros.

“Jorge Glas no ha administrado recursos públicos. En su calidad de vicepresidente no fue quien dispuso el gasto ni su responsable financiero. No ha suscrito contratos ni autorizó pagos y así ha sido reconocido bajo juramento por la perito convocada por la Fiscalía”, explicó Rocca en una rueda de prensa convocada por el Comité Internacional por la Libertad del exvicepresidente, además de reafirmar que han detectado una persecución selectiva e indicios de motivación política en esta causa.

En su pronunciamiento, los juristas pidieron al tribunal: “Salvaguardar el respeto irrestricto al debido proceso, a la presunción de inocencia y a los estándares del derecho penal garantista”. Y subrayaron: “No existe prueba alguna de perjuicio ni de apropiación indebida por parte de Jorge Glas”.

El Comité por la Libertad de Glas también anunció la creación de un grupo parlamentario internacional compuesto hasta el momento por 106 congresistas y senadores de parlamentos de América Latina y Europa, entre los que se destacan Irene Montero, exministra del Gobierno de España y actual europarlamentaria; la senadora colombiana María José Pizarro y Enrique Santiago, diputado y líder del Partido Comunista de España.

Santiago explicó que este grupo pedirá a las autoridades ecuatorianas que diputados de todas partes del mundo puedan realizar visitas periódicas a Jorge Glas en la cárcel de máxima seguridad donde se encuentra. Dichas visitas, dijo Santiago, tendrán el objetivo de verificar su estado de salud y que se estén respetando unas condiciones dignas de reclusión.

Cortesía de Página 12



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