Fuente de la imagen, Getty Images
-
- Autor, Redacción
- Título del autor, BBC News Mundo
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, aprobó una ley para suspender la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), informaron medios iraníes.
La medida surge en medio de crecientes tensiones entre Teherán y el organismo de control nuclear de la ONU, y ocurre tras los recientes ataques israelíes y estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes.
“Masoud Pezeshkian promulgó la ley que suspende la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica”, informó el miércoles la televisión estatal iraní.
Aunque la orden del presidente no incluye plazos ni detalles sobre las consecuencias de dicha suspensión, ésta podría poner fin a las inspecciones de las instalaciones iraníes, las actividades de vigilancia y la presentación de informes del personal del OIEA.
El Parlamento iraní, de línea dura, aprobó la nueva ley la semana pasada. Sin embargo, no estaba claro si el presidente Pezeshkian, considerado un político moderado, la implementaría o intentaría bloquearla.
La ley aprobada por el presidente supone un cambio significativo en la política de Teherán respecto a su programa nuclear.
Según el diputado Ebrahim Rezaei, portavoz del Comité de Seguridad Nacional, la medida pretende afirmar la soberanía de Irán y contrarrestar lo que calificó como una “agencia politizada”.
El miércoles el OIEA le dijo a la BBC que estaba al tanto de los informes de la suspensión de la cooperación de Irán pero que aún no había recibido una confirmación oficial.
Mirada externa
Las inspecciones del OIEA son una herramienta clave para que la comunidad internacional tenga conocimiento sobre el estado del programa nuclear de Irán.
Como Estado parte del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), uno de los compromisos adquiridos por Irán es aceptar las salvaguardas negociadas con el OIEA para verificar el cumplimiento de sus obligaciones bajo ese tratado “con miras a prevenir la desviación de energía nuclear de usos pacíficos hacia armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares”.
El OIEA ha desempeñado un papel fundamental en la supervisión del programa nuclear iraní durante más de dos décadas, desde que en 2003 la organización descubrió que Teherán había desarrollado durante 18 años un programa secreto que incluía la existencia de varias plantas atómicas importantes y sofisticadas.
Ese programa secreto se había desarrollado a pesar de que el TNP prohíbe a los Estados signatarios que no tienen el arma nuclear intentar desarrollarla o poseerla.

Fuente de la imagen, Getty Images
En 2015, Irán firmó un acuerdo a largo plazo sobre su programa nuclear con un grupo de seis potencias mundiales: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania.
Según los términos del acuerdo, Irán accedió a limitar los niveles de enriquecimiento de uranio y a permitir inspecciones internacionales reforzadas a cambio de un alivio de las sanciones internacionales.
En 2018, Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo y reimpuso las sanciones, e Irán comenzó a ignorar partes del mismo.
Comenzó a enriquecer uranio a niveles más altos, otorgó menos acceso a los inspectores internacionales e incluso desactivó algunas de las cámaras de vigilancia de la ONU en instalaciones nucleares.
Pese a ello, el OIEA pudo continuar con las inspecciones básicas, aunque con menos herramientas y menos información que antes.
Acceso a las instalaciones
Antes del conflicto de junio de 2025, los inspectores del OIEA permanecían estacionados en Irán y habían verificado por última vez las reservas del país, que ascendían a más de 400 kg de uranio enriquecido hasta un 60% de pureza.
Este nivel es muy superior el 4% que se considera necesario para generar energía eléctrica y mucho más puro de lo necesario para cualquier uso civil. Aunque sigue siendo inferior al de grado bélico (90%), se considera ampliamente que para llegar hasta allí solo se requiere un paso técnico muy corto.
El 12 de junio pasado, la Junta de Gobernadores del OIEA aprobó una resolución en la que acusaba a Irán de incumplir sus obligaciones en virtud del TNP al denegar el acceso a instalaciones nucleares clave, no explicar la presencia de trazas de uranio en emplazamientos no declarados y reducir la vigilancia del OIEA.
19 de los 35 países miembros de la junta del OIEA, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, votaron a favor de la moción, mientras que otros tres, Rusia, China y Burkina Faso, se opusieron.
Irán denunció la medida como políticamente motivada y, tan solo un día después, Israel comenzó a lanzar ataques contra múltiples emplazamientos nucleares iraníes, iniciando una guerra aérea de 12 días en la que fuerzas israelíes y estadounidenses atacaron varias instalaciones nucleares, como Fordo, Natanz e Isfahán.
Irán respondió con misiles contra Israel y una base estadounidense en Qatar.

Fuente de la imagen, Getty Images
Uso político
La ley de suspensión de la cooperación con el OIEA se considera una respuesta política tanto a los ataques como a la resolución del organismo que acusó a Irán de incumplimiento de sus compromisos de no proliferación.
Algunos analistas consideran, sin embargo, que la ley también podría servir como moneda de cambio para Irán, especialmente dados los indicios de un renovado compromiso diplomático con Occidente. El presidente Pezeshkian ha manifestado la disposición de su país a reanudar las negociaciones nucleares con Estados Unidos.
Sin embargo, en caso de que no haya un acuerdo diplomático y la suspensión de la colaboración de Irán con el OIEA se materialice y se mantenga en el tiempo, se pueden abrir escenarios complicados para la comunidad internacional.
Uno de ellos sería que Irán intente desarrollar el arma nuclear en secreto. Si lo logra, eso podría incrementar los riesgos de proliferación atómica en Medio Oriente y cambiaría el equilibrio de poder en la región, donde hasta ahora se cree que solamente Israel -que no es firmante del TNP- dispone de este tipo de armas, aunque oficialmente no lo reconoce.
Otro escenario peligroso, sería que ante los posibles esfuerzos de Teherán por reanudar su programa nuclear sin supervisión internacional, Israel -con o sin el apoyo de EE.UU.- decida volver a atacar, dando continuidad a la guerra recientemente finalizada.

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Cortesía de BBC Noticias
Dejanos un comentario: