Casi una década después de que FCA, ahora Stellantis, sacara de circulación al Dodge Dart, el nombre del sedán compacto vuelve a aparecer, pero no en un catálogo. Esta vez lo hace en los archivos de investigación de la NHTSA, la agencia de seguridad vial más importante de Estados Unidos. El organismo abrió un nuevo expediente para indagar una posible falla en los bujes del cable de cambios, a pesar de que el vehículo dejó de producirse en 2016. La situación no es menor: casi 300 mil unidades están bajo revisión y algunas de ellas circularon por las calles mexicanas.
La investigación apunta a una posible falla crítica en el sistema de transmisión, derivada de un buje deteriorado que conecta el cable de la palanca de cambios. La pieza había sido reemplazada en 2019 como parte de un retiro masivo, pero más de 40 reportes posteriores aseguran que el problema persiste. El nuevo expediente busca determinar si la solución aplicada en su momento fue suficiente, si existe un defecto de origen o si hay otros factores que comprometen la operación del sistema. La mayoría de los reportes provienen de vehículos modelo 2013 y 2014, algunos de ellos llegaron a México con diversas motorizaciones.
Cuando debutó en el mercado, el Dodge Dart 2013 prometía recuperar el terreno que dejó el emblemático Neon. Su presentación internacional ocurrió en Canadá, con un diseño que combinaba rasgos del Alfa Romeo Giulietta con detalles robustos de la firma Dodge. Bajo el cofre ofrecía 184 caballos de fuerza en su variante más potente, equipada con un motor 2.4 litros MultiAir 2. También existían opciones menos radicales: un 1.4 litros turbo y un 2.0 litros atmosférico, ambos con 160 caballos. Todas las versiones ofrecían tres transmisiones distintas: manual, automática convencional y de doble embrague.
Dodge Dart Limited 2013.
En su interior destacaba por la atención al detalle. El Dart era configurable en más de 100,000 combinaciones posibles, entre colores de carrocería, acabados, rines y niveles de equipamiento. En tecnología proponía lo que pocos ofrecían en el segmento: pantalla táctil, sistema de navegación, conectividad completa, controles al volante y múltiples opciones de asistencia. La promesa era ofrecer el espacio y el confort de un sedán mediano con el precio y la agilidad de un compacto.
En México tuvo una buena recepción pese a que la competencia era feroz. El Dart se enfrentó a gigantes como el Honda Civic, Ford Focus y Mazda 3, que ya tenían una base de clientes fiel y reputación consolidada. Cuando se anunció el cese de producción en 2016, Fiat Chrysler Automobiles explicó que buscaría priorizar SUVs y pick-ups, en una estrategia que hoy define el rumbo de Stellantis. La decisión dejó espacio libre para que llegara el nuevo Neon, ensamblado sobre la plataforma del Fiat Tipo.

Dodge Dart en la era de FCA.
Llamados a revisón del Dodge Dart en México
Hoy, el Dodge Dart sobrevive en la memoria de quienes lo manejaron. Pero la investigación actual pone en duda la calidad de aquella ingeniería. Si la NHTSA concluye que la reparación original fue insuficiente, Stellantis podría enfrentar nuevas obligaciones legales. Y aunque el Dart ya no se vende, el fantasma de sus errores sigue presente, incluso en México, donde sería su tercer llamado a revisión luego de reportar problemas de transmisión en 2015 y contaminación de aceite desde la bomba de vacío al reforzador en 2016.
Así que lo que aprendimos hoy es que historia de un modelo puede terminar en la línea de producción, pero sus consecuencias pueden tardar mucho más en desaparecer.
Cortesía de Xataka
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