Por años, el NAIM fue presentado como la solución definitiva a la saturación aérea del Valle de México. Su cancelación en 2018, justificada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador motivos ambientales, corrupción, que jamás fue comprobada y no tiene a nadie tras las rejas; y una consulta ciudadana, fue defendida como un acto de austeridad. Pero hoy, en 2025, los números cuentan otra historia. Mientras tanto, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se hunde, literalmente, y esto a un ritmo alarmante. Según geólogos de la UNAM, la zona presenta hundimientos de entre 10 y 40 centímetros por año, dependiendo del área.
Esto ha generado daños estructurales, afectaciones hidráulicas y un gasto anual estimado en 67 mil 926 millones de pesos para mitigar sus efectos.
Cortesía de Unomásuno.
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