La estrategia contra huachicol debe incluir detenciones

A pesar de los recientes decomisos históricos de hidrocarburos anunciados por el gobierno federal, el fenómeno del huachicol sigue activo y operando en diversas regiones del país y continua como una fuente importante de ingresos para organizaciones criminales, advirtieron especialistas consultados por El Economista.

Yair Mendoza, investigador senior del programa de seguridad en México Evalúa, que este crimen, en el contexto del gobierno de Claudia Sheinbaum, muestra señales positivas, ya que “la presidenta comienza a tomar las riendas de los grandes problemas de seguridad pública”, entre los que está el robo de hidrocarburos. No obstante, advirtió que los aseguramientos recientes, aunque importantes, no garantizan la erradicación del delito.

“Hay células intermedias o muy locales que operan exclusivamente en el robo de hidrocarburos”, lo que implica que, si no se fortalece la presencia institucional en las zonas donde se realizan los decomisos, otras bandas podrían ocupar el lugar de las detenidas.

“El problema es que si no hay instituciones que lleguen después del operativo, el delito no se erradica. Llega otra banda y continúa la extracción”, enfatizó.

Desde su análisis, el enfoque actual del combate al robo de hidrocarburos está dirigido al tránsito de pipas y no exclusivamente a las tomas clandestinas en ductos, debido a que este esquema de robo genera montos mucho más altos y es más difícil de rastrear.

“(Se está atacando) un huachicol hacendario porque se le está pegando realmente a esta corrupción que hay dentro del mismo gobierno, por lo que es la parte de aduanas (…) en el sistema aduanero existe muchísima corrupción”, explicó Cristina Pablo Dorantes, académica de la UAEMex.

Pese a que el gobierno federal ha insistido en que el huachicol fue erradicado al inicio del sexenio anterior, Pablo Dorantes fue clara: “Siempre se siguió dando. López Obrador dijo que ya los números eran menos, pero por supuesto que se seguía dando este tipo de conductas”.

Sobre los recientes aseguramientos de millones de litros de hidrocarburo, Pablo Dorantes consideró que no son garantía de un debilitamiento real de los grupos criminales, si no se acompañan de detenciones de alto nivel.

Por su parte, el integrante de México Evalúa consideró que es fundamental mejorar la coordinación entre instituciones de seguridad y autoridades encargadas de la transportación de hidrocarburos. Además, subrayó la importancia de invertir en inteligencia y tecnología para rastrear el flujo del combustible robado.

Nuevo aseguramiento

Ayer, el Gabinete de Seguridad informó del aseguramiento de 129 carrotanques con más de 15 millones 480,000 litros de hidrocarburos en el estado de Coahuila.

La operación fue considerada el decomiso de hidrocarburo más grande registrado en el sexenio, por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.

En lo que va del año en curso, las autoridades federales han logrado asegurar más de 44 millones de litros de hidrocarburo de procedencia ilícita como parte de la estrategia nacional para combatir el robo de combustibles, según cifras oficiales dadas a conocer en diversos comunicados.

Además de lo ocurrido en Coahuila, el aseguramiento de los 10 millones de litros de diésel que estaban almacenados ilegalmente en instalaciones de una empresa de fletes, en Tamaulipas, es otro de los eventos de gran magnitud en la actual administración.

En Baja California, tras ejecutar un cateo en marzo, las autoridades federales encontraron 7 millones 944,000 litros ocultos en estructuras modificadas y remolques tipo cisterna.

A su vez, Tabasco también se mantuvo como uno de los principales focos del combate al huachicol. Tan solo entre mayo y julio se han asegurado más de 6.7 millones de litros.

Tomas clandestinas

Según datos oficiales, el total acumulado de tomas clandestinas localizadas entre enero y marzo de cada año, desde 2010 hasta 2025, asciende a 34,856 puntos de extracción ilegal.

Durante el primer trimestre de 2025, las autoridades mexicanas detectaron 2,650 tomas clandestinas de hidrocarburos en el país, cifra que representa una disminución del 39.55% respecto al mismo periodo de 2019, cuando se contabilizaron 4,384 casos, el número más alto registrado desde 2010.

Además, las 2,650 tomas del año en curso representan una caída del 20.5% en comparación con el año inmediato anterior, 2024, cuando se reportaron 3,333 tomas.

Este año las tomas se han detectado en 19 estados, aunque Hidalgo (632); Jalisco (453) y Guanajuato (218) concentran el 50% de los casos reportados. (Con información de Redacción)

Cortesía de El Economista



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