Una vez calenté agua con una resistencia en mi casa y mi enchufe se quemó; estos fueron mis errores

En muchas casas mexicanas, y quizá del mundo, es usual que para calentar agua, ya sea para bañarnos, bañar al perro o simplemente hervir una gran cantidad sin desperdiciar demasiado en una regadera, lo que se use sea una resistencia eléctrica. Es tan común utilizarla que podríamos pensar que es fácil, aunque no lo sea.

Hace años, estaba en mi casa y quería calentar agua en cubetas para bañar a mis perros. Hice lo de siempre: llené mi cubeta de agua, puse la resistencia y la conecté a un enchufe cercano. Pasaron unos minutos y, cuando regresé, el enchufe estaba sacando chispas y de repente comenzó a incendiarse. Aunque no pasó a mayores, recapitulé mis pasos y encontré algunos errores que a cualquiera le pueden suceder.

Qué es una resistencia para calentar agua y cuál es su funcionamiento

Las resistencias para calentar agua, o resistencias de inmersión, son dispositivos diseñados para calentar líquidos al entrar en contacto directo con ellos, como agua, aceite, materiales viscosos o disoluciones ácidas, de acuerdo con la marca Electricfor. En otras palabras, son aparatos metálicos que sirven para calentar agua mediante la aplicación de corriente eléctrica a través de una resistencia, valga la redundancia.

La empresa fabricante de resistencias, Asturgó, explica que esta tecnología funciona gracias al principio de la termodinámica, que la UNAM define como las leyes fundamentales que rigen el comportamiento de la energía y sus transformaciones, especialmente en sistemas macroscópicos. Esto incluye la conservación de energía, la dirección del flujo de calor y el aumento de la entropía, así como el comportamiento de los sistemas al acercarse al cero absoluto.

Aplicando esta ley a la resistencia, la energía eléctrica presente dentro de un circuito no se dispersa al pasar por una resistencia, sino que se transforma en otra forma de energía: el calor. Entonces, cuando el calor pasa a través de un material resistivo, como un cable de metal, se genera calor que se transfiere al agua donde se sumerge la resistencia.

Otra cosa a tomar en cuenta son las leyes de Ohm y el efecto Joule, que determinan las relaciones entre tensión, resistencia y corriente. El efecto más importante para el funcionamiento es el efecto Joule, un fenómeno de desarrollo de calor que se produce con el paso de corriente dentro de una resistencia. Y, aunque pudiera parecer obvio, a mayor potencia, más rápido se calentará el agua. Hoy en día hay opciones de compra con potencias de hasta 2,000 W.

Cuál es la forma correcta de usar una resistencia para calentar agua

Una vez que supe cuál era la ciencia detrás de este dispositivo, solo me quedaba ver cómo funcionaba. Si nunca lo haz visto, la resistencia de inmersión es un enchufe conectado a una base de plástico y luego una resistencia de metal alargada. Por lo mismo, hay que tener cuidado a la hora de utilizarlo o podríamos quemarnos, quemar la casa o tener un accidente y los errores más comunes al utilizar el dispositivo son:

  • No conectes más de un calentador en el mismo enchufe: Las resistencias son productos potentes y requieren mucha energía eléctrica. Para que te des una idea, un refrigerador consume alrededor de 150W, mientras que estos calentadores consumen desde 1,000W en adelante; si conectas dos o más en el mismo enchufe, podrías dañar tu instalación eléctrica.
  • No toques el agua durante el funcionamiento: Nuevamente, su potencia eléctrica es alta, por lo que debes evitar meter la mano en la resistencia conectada. Si deseas saber el estado del agua, lo aconsejable es desconectar, esperar unos minutos y meter la mano al agua, pero con mucho cuidado para no quemarte.
  • Conecta correctamente: Antes de conectar la resistencia al enchufe, asegúrate de que toda la parte metálica esté completamente sumergida en el agua.
  • Desconecta correctamente: No retires la resistencia del agua estando conectada a la luz. Primero desenchufa, deja reposar unos minutos y extrae sin tocar la parte metálica.
  • No pongas la resistencia en el piso: Si acabas de utilizar la resistencia para calentar agua, no la pongas en el piso. Debido a su potencia, el calor se mantiene en la parte metálica, por lo que los accidentes van desde quemar el piso, transmitir el calor hasta quemar algo cercano, o que tú, un niño o una mascota se queme por el calor. Mejor déjala colgando en un lugar donde no sea un peligro para ti o para otras personas.

Cortesía de Xataka



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