
Ante el endurecimiento de las regulaciones en materia de Prevención de Lavado de Dinero (PLD) y la mayor exigencia en la verificación de identidad, la fintech especializada en infraestructura bancaria Prometeo y la tecnológica Jumio, especializada en autenticación digital, anunciaron una alianza para robustecer estos procesos.
Según detallaron ambas firmas, el objetivo de esta colaboración es simplificar etapas clave como el onboarding digital, proceso mediante el cual se registra y verifica la identidad de nuevos usuarios y la conciliación de pagos. Al integrar la verificación de identidad y la validación de cuentas bancarias, buscan agilizar los procesos operativos y prevenir fraudes.
“Esta alianza nos permite ofrecer una validación bancaria más robusta, algo fundamental en cualquier proceso de autenticación. Ya no se trata sólo de confirmar si una cuenta existe, sino también de verificar quién está detrás de ella”, afirmó Roberto Gaudelli, director comercial de Prometeo.
Como resultado de esta integración, se combina la infraestructura de Interfaces de Programación de Aplicaciones (APIs, por su sigla en inglés), que permiten la comunicación y el intercambio seguro de datos entre distintos sistemas financieros, con la tecnología de verificación biométrica, respaldada por Inteligencia Artificial. Mediante esta colaboración se conectará a más de 1,200 instituciones financieras en 11 países, incluido México.
Esta alianza se enmarca en un contexto en el que el onboarding digital enfrenta desafíos crecientes, desde garantizar que una cuenta realmente pertenece al solicitante hasta cumplir con estándares más exigentes en materia de cumplimiento y prevención de delitos financieros, como el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo.
A estos retos se suman los nuevos requerimientos derivados de la implementación de sistemas automatizados para el monitoreo continuo de transacciones, la detección de operaciones inusuales y la evaluación periódica de riesgos bajo un enfoque basado en riesgo.
Estas obligaciones están alineadas con la reciente reforma a la Ley Antilavado, que modifica tanto la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita como el Código Penal Federal.
Con la reforma, se busca que las instituciones financieras adopten mecanismos automatizados que les permitan realizar un monitoreo permanente de las operaciones de sus clientes, en función de sus perfiles transaccionales.
Cortesía de El Economista
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