En pleno corazón de Lima, Perú, un grupo de trabajadores de la empresa de gas Cálidda se topó con un hallazgo milenario. Mientras cavaban para instalar nuevas tuberías en el distrito de Puente Piedra, al norte de la capital peruana, desenterraron accidentalmente un fardo funerario preincaico, se trataba de una momia de entre 10 y 15 años que había estado ahí intacta, durante más de 1,000 años.
Según Smithsonian Magazine, la momia fue descubierta a tan solo metro y medio de profundidad, sentada, con los brazos y piernas flexionados, envuelta en un sudario y con algo asombroso aún visible; mechones de cabello castaño oscuro que sobrevivieron más de un milenio.
Junto a los restos, se encontraron platos, jarras y mates decorados con patrones geométricos y escenas de pescadores. Estos objetos funerarios apuntan a que la niña habría pertenecido a la cultura Chancay, una civilización costera que prosperó entre los años 1000 y 1470 d.C., antes del surgimiento del Imperio Inca.
Pescadores, crustáceos y calabazas: pistas de la vida cotidiana de hace mil años
“El entierro y los objetos corresponden a un estilo que se desarrolló entre el año 1000 y 1200”, explicó Jesús Bahamonde, arqueólogo y coordinador científico de Cálidda, a la AFP. El equipo también halló un tronco de huarango, históricamente usado como lápida y varios recipientes con restos de crustáceos como cangrejos. El arqueólogo también declaró a Reuters:
“En algunos platos se han encontrado restos de crustáceos, lo que ayudará a conocer más sobre la dieta de este individuo”
Historia National Geographic detalla que el cuerpo fue enterrado sentado, mirando hacia el oeste, en dirección al mar. El lugar y los objetos encontrados indican que esta joven habría vivido en una comunidad de pescadores de la cultura Chancay, conocida por su cerámica con motivos marinos y sus técnicas funerarias singulares.
No es la primera vez que pasa: más de 2,200 hallazgos arqueológicos en obras de gas
Aunque el descubrimiento parezca único, en Perú este tipo de sucesos no son tan inusuales. Según un comunicado de Cálidda, la empresa ha recuperado más de 2,200 hallazgos arqueológicos desde que comenzó sus operaciones en Lima hace más de una década. Todos ellos, rescatados bajo supervisión del Ministerio de Cultura del Perú.
“Cada obra es una oportunidad para proteger lo que yace bajo nuestros pies: nuestro valioso patrimonio cultural”

Como explica Archaeology Magazine, debido a la densidad histórica de la región, Perú obliga a las empresas de servicios públicos a contratar arqueólogos que acompañen cada obra subterránea. Es un protocolo necesario cuando más de 500 sitios arqueológicos coexisten con una ciudad de 10 millones de habitantes.
Por otro lado, Pieter Van Dalen, decano del Colegio de Arqueólogos del Perú, explicó a Associated Press que muchas de estas momias se conservan de forma natural gracias al clima árido de la costa, donde la deshidratación actúa como conservante. Las momias intencionalmente preservadas suelen encontrarse sentadas y con las manos sobre el rostro, justo como esta niña.

El hallazgo no solo ofrece una nueva perspectiva sobre la cultura Chancay, sino que también recuerda cuán frágil y presente es el pasado en las ciudades latinoamericanas. Como declaró la arqueóloga Cecilia Camargo a The New York Times en 2022: “En Lima, 3,000 años de historia están literalmente a nuestros pies”.
La momia hallada en Puente Piedra seguramente no será la última. Como recordó Historia National Geographic, durante la expansión urbana de Lima; la construcción de viviendas, juzgados, aeropuertos o simplemente tuberías de gas, han aparecido entierros prehispánicos en casi todos los distritos de la ciudad.
Cortesía de Xataka
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