Luciano Castro y las secreciones nasales: el aviso que sensibilizó su expresión facial

A falta de ficción, Luciano Castro se hartó y parece estar mandando un mensaje que puede querer decirnos: “mis mancuernas no se comen”. En la tanda del prime time podemos asistir a sus secreciones nasales. Es una microrrelato donde el sobreentendido capcioso de sus bíceps adquiere una sensibilidad tan distinta que hasta mejoraría su expresión facial única.

La novedad es que a diferencia de las tiras de Adrián Suar, el comercial del spray nasal para el lagrimeo y otros síntomas de la rinitis parece haber conectado a Luciano Castro con una zona de fragilidad que, por segundos, lo aleja de su promocionado physique du role de Spartacus.

Debe ser por el ecosistema comercial plagado de ácaros, lo cierto es que verlo ahí es un buen principio de conversación. Luciano podría salir al toro de Nico Vázquez en Rocky. Él lo sabe. Sabe que podría hacer de boxeador, de boxeador retirado, de boxeador invicto y hasta de entrenador de boxeadores. Por todo esto siempre mantiene erecta su masa corporal.

Claro que por lo general debe hacerlo pensando en narraciones algo menos desapercibidas que un aviso. Pero sucede tan de repente que si fuiste a la heladera, chau, te lo perdiste. Entre un bloque y otro de la La Voz Argentina hay una ficción que aguanta latente y agazapada en ese terreno fértil para el zapping llamado tanda publicitaria.

En los intersticios habituales de la televisión hay más trama que en varios programas.

La modalidad hace que nos encontremos con la secuela del salto del tigre de Graciela Alfano, y que se comente en redes como una nueva temporada de El Oso. Sí, Infiltrex y Netflix van a camino a ser sinónimos: el aliado para el dolor articular ha vuelto al ruedo con otro coprotagónico de Miguel Habud, a quien ya hemos visto estornudar en una antigua publicidad de Desenfriol.

Natalia Oreiro y Gonzalo Heredia, siguiendo la pauta, se sacan chispas en un aviso de crema cicatrizante. Actuar humectación no es fácil ¿Me estás diciendo no va más Marcela Kloosterboer con Adermicina? Eso parece: Heredia se quema mientras cocina, mira a cámara y antes de transformarse en Hulk descubre el milagro de la pomada balsámica.

La ex GH Juli Poggio aparece en ese mismo comercial estelar junto a Oreiro y el galán conocido por leer muchos libros. Ella se lastimó las rodillas mientras patinaba. Los “julietistas” adelantan que no será su única participación en el fascinante mundo de las cremas reparadoras de la piel. “Hermosa, te lo mereces reina”. Pero también hay detractores que piden el regreso de la actriz original: “Que vuelva Marcela Kloosterboer o Adermicina no será lo mismo”.

Luciano Castro no estornuda para la campaña de Alernix: arroja con violencia el aire de sus pulmones.”No puedo más”, confiesa. Su vulnerabilidad, a menudo soslayada, aflora en nombre de un medicamento de venta libre. Es una alergia existencial que titila a lo ancho de su mandíbula de granito. Una emoción que por primera vez no emana de sus sentadillas.

Fuentes consultadas hicieron trascender que la firma preocupada por la alergia al pelo de gato lo convocó pensando en el polvillo que aparece en los gimnasios. Es posible que el actor haya vuelto a su primer amante: su fama no vendría de Jugate conmigo ni de Valientes, sino de las publicidades de la línea de ropa interior Dufour, probablemente el plano detalle más esmerado de la condición humana.

Cortesía de Clarín



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