Baje del avión al Doctor Muerte


Hugo López-Gatell, que enfrenta acusaciones penales en México por el manejo de la pandemia de la COVID-19, está a punto de tomar el avión que lo lleve a Ginebra. La Presidenta Claudia Sheinbaum le inventó un puesto y lo enviará como enlace de la representación de México en los organismos técnicos de las Naciones Unidas, ante la Organización Mundial de la Salud. No debe hacerlo. Nueva información sobre su gestión como zar del coronavirus demuestra un sabotaje sistemático para evitar que llegaran con celeridad a México las dosis contra el virus. El probable resultado: la cuarta ola de coronavirus, que produjo que casi uno de cada dos mexicanos estuvieran infectados del virus.

López-Gatell no ha rendido cuentas por lo que hizo en la pandemia, mareando con zalamerías al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, encerrado en su ignorancia y proclividad por la anticiencia. En abril de 2021, con siete mil 300 casos de infectados con el virus, en lo que fue la primera ola de la pandemia, López Obrador comisionó al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, a buscar dosis para evitar los contagios. Optó por trabajar con la Organización de las Naciones Unidas y de mecanismos internacionales como COVAX, una iniciativa para acelerar el desarrollo y la producción de pruebas, tratamientos y vacunas contra la COVID-19.

Como parte de esa cooperación, México logró en octubre de ese año acceder a una amplia variedad de dosis en fase II, que actúan como escudos protectores, de Pfizer, CanSino y AztraZeneca, entre otras. Nunca llegaron. Tres oficios confirman el rechazo de la Secretaría de Salud a esas vacunas:

1.- El 1 de octubre, Martha Leticia Caballero, encargada del despacho de la Dirección General de Relaciones Internacionales de la Secretaría de Salud, notificó a Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales, que era la operadora de Ebrard para negociar las vacunas, del rechazo -sin explicación alguna- de 2 millones 707 mil 200 dosis adicionales de la vacuna de AztraZeneca, y 2 millones 386 mil 800 de Pfizer BioNTech que ofrecía COVAX.

2.- El 11 de noviembre, Caballero le informó a Delgado que una nueva asignación de AztraZeneca a través del mecanismo, por un total de 3 millones 912 mil vacunas, no serían aceptadas porque contaba con “un excedente” de dosis adquiridas directamente a la empresa, “por lo que (existía) un riesgo de no tener población blanco para su aplicación durante la vigencia de su caducidad”.

3.- El 21 de diciembre, una vez más le comunicó Caballero a Delgado que no aceptaban la nueva asignación de AztraZeneca a través del mecanismo COVAX por un total de 7 millones 833 mil 600 dosis, sin explicar tampoco las razones de la decisión.

De acuerdo con exfuncionarios con conocimiento de primera mano de las negociaciones de las dosis, López-Gatell rechazó la propuesta de Pfizer BioNTech por prejuicios, que obligó a México a negociar con prisas y bajo presión lo que hubiera en el mercado. En público, el zar del coronavirus decía que ese laboratorio había tenido grandes avances en su vacuna, pero había dificultades para adquirirlas por los costosos sistemas de congelación que requería para su mantenimiento.

En esos días también rechazó una oferta de vacunas de Moderna a precios muy accesibles, de acuerdo con personas que conocieron detalles de las pláticas, aduciendo que su tecnología era similar a la de Pfizer, por lo que serían redundantes. México también tuvo acceso a las vacunas producidas por el laboratorio chino CanSino Biologics, que hizo pruebas de su dosis en fase III en diciembre de 2021 en México, porque López-Gatell, de acuerdo con las mismas fuentes, había esgrimido argumentos xenófobos y retrasó su aprobación en COFEPRIS, pese a que habían entregado toda la información clínica.

Entre octubre y noviembre de 2021, la Secretaría de Salud, encabezada por Jorge Alcocer -que era una figura de piedra en el manejo de la pandemia- rechazó casi 17 millones de dosis de COVAX, que coincidieron con la cuarta ola de la pandemia, la más severa al tenerse que enfrentar la variante agresiva de Ómicron. El pico se alcanzó el 20 de enero de 2022, cuando el número de infectados llegó a 484 mil 398 casos por cada millón de mexicanos.

López Obrador intervino directamente para que López-Gatell levantara el bloqueo a CanSino, que ofrecía una sola dosis y sin necesidad de refrigeración, que se planeó aplicar a maestros y en las regiones más inaccesibles y vulnerables del país. El laboratorio trabajó durante 12 semanas para tener listas las dosis en su planta en Querétaro, mientras el zar del coronavirus continuaba alegando en las reuniones semanales en Palacio Nacional que les tomaría más de dos años en tener una vacuna y que sería imposible terminar el proceso biológico en México.

No fueron los únicos afectados por las decisiones de López-Gatell avaladas mayoritariamente por López Obrador. Según los exfuncionarios, el laboratorio chino Sinovac ofreció ayudar a detener los contagios y la mortalidad infantil, además de generar barreras extras frente a la COVID-19. López-Gatell, agregaron, una vez más se negó a autorizar su entrada, argumentando que era innecesario vacunar a los niños, y que las presiones para que se les aplicaran dosis antes de regresar a clases presenciales, provenía de un sector que quería mantenerse con actividades escolares remotas, que favorecían al negocio de las farmacéuticas que buscaban vender más dosis. En las reuniones de gabinete, mientras tanto, seguía llegando la información de muertes de niños.

Los sabotajes realizados por López-Gatell probablemente fueron parte de las vidas perdidas en la pandemia y el exceso de mortalidad, pero también dejaron en litigio 97 millones de dólares prepagados a COVAX. Para entonces, su estrella empezaba a perder brillo. La entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se enfrentó con él en el gabinete y persuadió a López Obrador que su estrategia era equívoca. Con sus negativos creciendo, lo comenzaron a esconder de la opinión pública.

López-Gatell, que se ganó el mote de “doctor muerte”, estaba en el ostracismo hasta que lo revivió la Presidenta con el nombramiento en Ginebra, que provocó fuertes críticas. No pagar esos costos y bajarlo del avión, que le granjeará aplausos y reconocimiento.

[email protected]

X: @rivapa_oficial
 

Cortesía de El Informador



Dejanos un comentario: