Lula firmó el decreto que permite a Brasil adoptar contramedidas a los aranceles de Trump

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó el decreto que reglamenta la Ley de la Reciprocidad, la herramienta aprobada por el Congreso en mayo y que le permite a Brasil adoptar contramedidas para responder al aumento del 50 por ciento a los aranceles anunciado por el mandatario estadounidense Donald Trump.

El decreto

El decreto detalla los procedimientos de protección económica que el Gobierno tiene que adoptar, en reciprocidad, para responder a medidas o barreras unilaterales impuestas por socios comerciales que restrinjan las exportaciones brasileñas. La medida prevé la reciprocidad con que Lula da Silva prometió responder en caso de que las negociaciones no impidan al Gobierno de Estados Unidos, como lo anunció Trump la semana pasada, imponer un arancel del 50 por ciento a las importaciones de productos brasileños a partir del 1 de agosto.

El presidente estadounidense justificó la medida unilateral como una respuesta al supuesto elevado superávit de Brasil en el comercio bilateral, lo que desmienten las propias estadísticas estadounidenses, y al proceso por golpismo que la Justicia adelanta contra el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), líder de la ultraderecha brasileña y su antiguo aliado.

El decreto que reglamenta la ley prevé consultas diplomáticas previas coordinadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores para intentar la solución negociada de los conflictos antes de la adopción de las contramedidas. El Gobierno anunció igualmente el lunes que comenzará a discutir con los empresarios que exportan a Estados Unidos tanto el alcance del arancel impuesto por Trump como formas de superar las restricciones.

Brasil asegura que Estados Unidos mantiene saldos favorables en la relación bilateral desde hace unos quince años, por lo que considera la sanción de un claro tenor político, por la situación jurídica de Bolsonaro. Estados Unidos es el destino del 12 por ciento de las exportaciones de Brasil, que el año pasado sumaron 40.300 millones de dólares, en tanto que las importaciones desde la mayor economía mundial sumaron 40.500 millones de dólares.

Bolsonaro pide hablar con Trump

Por su parte, Jair Bolsonaro afirmó que tiene el poder para evitar la imposición del arancel del 50 por ciento anunciado por Estados Unidos si le dejan hablar con Trump. En una entrevista con el portal Poder360, el ex mandatario brasileño indicó que le gustaría conversar con el magnate republicano, pero que en este momento no dispone de pasaporte, documento que le fue retirado por la Corte Suprema en virtud de las acusaciones por intento de golpe de Estado. 

“Creo que tengo poder para resolver ese asunto, pero tengo que tener libertad de conversar con Trump”, declaró el ultraderechista. Al mismo tiempo, Bolsonaro dijo que no está a favor del arancel, pese a que en un primer momento expresó su admiración y respeto por el actual inquilino de la Casa Blanca, tras el anuncio de la barrera comercial a los productos brasileños, que Estados Unidos amenaza imponer a partir del próximo 1 de agosto. 

El presidente estadounidense vinculó la imposición del arancel a una supuesta persecución judicial contra Bolsonaro, acusado de liderar una trama golpista que buscaba impedir la toma de posesión de Lula da Silva tras su victoria en las elecciones de 2022. “Trump no está pidiendo mucha cosa, está pidiendo democracia”, reflexionó el expresidente brasileño.

En ese sentido, culpó a Lula de la crisis por provocar a EE.UU. con sus declaraciones en contra de Israel y sus supuestos planes para establecer una moneda de referencia alternativa al dólar en el marco de los BRICS, el grupo de países emergentes. “Todos los países a los que se impuso un arancel conversaron (con Trump) y lo resolvieron”, afirmó, antes de citar como ejemplo las negociaciones entre la Argentina de Javier Milei y la Casa Blanca y de decir que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil “es un chiste”.

“Solución negociada y pragmática”

Mientras tanto, la Cámara Americana de Comercio en Brasil y la Cámara de Comercio de EE.UU. reclamaron a los Gobiernos brasileño y estadounidense una “solución negociada y pragmática” para evitar la entrada en vigor del arancel del 50 por ciento sobre los productos del país sudamericano.

Las organizaciones empresariales pidieron en un comunicado negociaciones de alto nivel entre los países, ya que la imposición de este arancel amenaza con causar “graves daños a una de las relaciones económicas más importantes de EE.UU.. Además, señalaron que las razones políticas que llevaron a Trump a anunciar el arancel establecen un precedente preocupante. En ese sentido, las organizaciones declararon estar a disposición para apoyar iniciativas que ayuden a encontrar una salida constructiva que evite una escalada y que garantice la continuidad de un comercio mutuamente ventajoso.

Más de 6.500 pequeñas empresas del país norteamericano dependen de productos importados de Brasil, y otras 3.900 compañías poseen inversiones en la nación sudamericana, según las organizaciones. “Una relación comercial estable y productiva entre las dos mayores economías de América beneficia a consumidores, sostiene empleos y promueve la prosperidad en ambos países”, afirmaron.

Cortesía de Página 12



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