Ya pasó más de un mes de la derrota de Morena en Durango, pero el revés que sufrió el partido guinda todavía genera repercusiones. Como relató LPO, uno de los dirigentes que salió golpeado de dicha jornada es Andy López Beltrán, quien comandó la estrategia. Ahora, le reconocieron fuentes oficialistas a esta redacción, el secretario de organización podría sufrir un nuevo impacto porque el partido guinda podría expulsar a los antiguos líderes del PRI que el hijo del expresidente sumó a la 4T.
Como relató esta redacción durante las elecciones de junio, Andy López Beltrán salió golpeado de las elecciones en Durango por dos motivos principales. La estructura que lideró desde el territorio, donde vivió durante dos meses, no logró avances significativos de cara a las elecciones por gobernador de 2028 y su candidato, José Ramón Enríquez, quedó tercero en la capital, a pesar de que el partido guinda prometía ganar la ciudad más importante.
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Ante esto, el hijo del expresidente quedó en la mira de las diferentes tropas oficialistas al tener en cuenta que el oficialismo guinda no logró los objetivos que se había trazado en Durango. Además, López Beltrán también generó malestar luego de no haber asistido al último consejo nacional del partido por un “viaje impostergable”. Esto tampoco cayó bien en la dirigencia nacional, donde consideran que tuvo que haber estado presente en el Hotel Barceló.
A este contexto ahora se suma el nuevo trabajo que realizará la flamante comisión de incorporaciones, que tendrá la tarea de aprobar o desechar la llegada al partido guinda de figuras de otros partidos. Este anuncio que realizó la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, generó fuertes miradas contra la familia Yunes y Alejandro Murat, pero sectores oficialistas le aseguraron a LPO que también está en la mira el expriista de Durango Enríquez Benítez, quien se sumó a la 4T antes de las elecciones.
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La llegada de la tropa priista que responde a Benítez no cumplió ninguna de las expectativas que López Beltrán esgrimió como justificación: no permitió ganar la capital, ni avanzar a nivel territorial en otras ciudades ni brindó información que pueda comprometer al gobernador, Esteban Villegas. Además, reprochan a nivel interno, generó malestar en las bases del partido, que se vieron excluidas de la de decisiones, y de la sociedad local, que ve con malos ojos el rejunte de antiguas figuras que realiza Morena.
En el fondo, esta disputa interna vuelve a evidenciar las tensiones que ya existen entre Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán. Los grupos que responden a las máximas figuras de Morena difieren mutuamente las estrategias electorales y territoriales del partido. Además, la ausencia del secretario de organización en el último consejo generó un malestar que todavía persiste. La última evidencia de estas diferencias, ejemplifican distintas fuentes, es el programa de la presidenta para crear comités partidarios en las 71 secciones electorales que hay en el país, lo que disputaría poder con el proceso de afiliación que comanda el hijo del expresidente.
Cortesía de La Política Online
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