
Ozzy Osbourne, el irreverente líder de Black Sabbath y figura emblemática del heavy metal, falleció el pasado martes a los 76 años, dejando un legado musical inigualable y una vida marcada por excesos, excentricidades y momentos que definieron una era del rock.
Conocido como “El Príncipe de las Tinieblas”, su muerte se produce apenas dos semanas después de su emotivo concierto de despedida en Birmingham, su ciudad natal.
Más allá de su poderosa voz y su impacto en la historia del rock, Ozzy se ganó un lugar en la memoria colectiva por sus actos tan extremos como legendarios. Estos son algunos de los momentos que definieron su leyenda:
El murciélago y la rabia
Uno de los episodios más famosos —y polémicos— de su carrera ocurrió en 1982 durante un concierto en Des Moines, Iowa, cuando Osbourne mordió la cabeza de un murciélago vivo lanzado al escenario por un fan.
“Pensé que era de goma”, confesó años después. El incidente le valió una dolorosa serie de vacunas contra la rabia y una reputación de provocador que lo acompañaría por décadas. Incluso llegó a vender peluches con cabezas desmontables en forma de guiño a aquel momento.
El murciélago y la rabia
Fiel a su teatralidad sin filtros, Ozzy también se destacó por lanzar carne cruda al público durante algunos conciertos, llevando la estética del horror al escenario con una crudeza literal.
Estos gestos lo convirtieron en blanco de grupos conservadores, quienes lo acusaban de promover el satanismo y corromper a la juventud. Él, sin embargo, nunca se tomó esas críticas en serio. “He hecho cosas malas, pero no soy el diablo”, escribió en su autobiografía.
De delincuente juvenil a estrella global
Nacido como John Michael Osbourne en Birmingham en 1948, abandonó la escuela a los 15 años, luchó contra la dislexia y trabajó en fábricas y mataderos.
Incluso cumplió una breve condena por robo antes de formar Black Sabbath junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Juntos cambiaron la historia del rock con discos como Paranoid (1970), que contenía himnos como “Iron Man” y “War Pigs”.
Del infierno a la redención
A finales de los años 70, Ozzy fue expulsado de Black Sabbath por sus excesos. Pero lejos de apagarse, inició una carrera solista igual de exitosa con temas como “Crazy Train”, “Mr. Crowley” y “Mama, I’m Coming Home”. Sus conciertos continuaron siendo espectáculos intensos, aunque también caóticos.
El rockstar convertido en estrella de reality
En los 2000, Osbourne sorprendió a nuevos públicos como protagonista del programa “The Osbournes”, junto a su esposa y mánager Sharon y sus hijos.
Con su torpeza encantadora, su malhumor ocasional y su peculiar forma de comunicarse, Ozzy conquistó a una generación que no había crecido con Black Sabbath, pero que lo conoció como el excéntrico y entrañable patriarca del rock.
Un adiós rodeado de leyendas
El 5 de julio de 2025, Ozzy Osbourne se despidió de los escenarios en un emotivo concierto junto a sus compañeros originales de Black Sabbath en Villa Park, ante 40,000 personas.
Fue un regreso a sus orígenes y un cierre digno para una carrera que vendió más de 100 millones de discos. Durante la presentación, artistas como Metallica, Elton John y Aerosmith le rindieron tributo.
El último acto
Tras años lidiando con problemas de salud, incluido un diagnóstico de Parkinson en 2019, Osbourne falleció rodeado de su familia. “Estaba con nosotros, con amor. No hay palabras para describir esta pérdida”, expresó su familia en un comunicado.
Sus compañeros de banda y artistas como Elton John y Mike McCready (Pearl Jam) compartieron mensajes de despedida. “Nunca adiós. Gracias para siempre”, escribió Bill Ward. “Era una leyenda, pero también una de las personas más divertidas que conocí”, dijo Elton John.
Con información de AFP y Reuters
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Cortesía de El Economista
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