Furor por Marianela Núñez: la bailarina argentina prodigiosa que iluminó el Colón con Don Quijote y su presencia mágica

El jueves 31 de julio Marianela Núñez, argentina, nacida en la ciudad bonaerense de San Martín y primera figura del Royal Ballet de Londres, encarnó a la Kitri del popular ballet Don Quijote. La acompañó el maravilloso bailarín de origen cubano Patricio Revé -del Queensland Ballet de Australia- en el papel de su enamorado Basilio, y el Ballet Estable del Teatro Colón con todo su cuerpo de baile, sus solistas y sus primeros bailarines en una gran conjunción.

Lo que sigue entonces es una suerte de retrato de Marianela, con algunos aspectos que la definen como una singular artista de la danza y el furor que provoca su figura.

Podemos empezar por el hecho de que cuando tenía sólo 15 años –con una formación previa en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón– dejó la Argentina, ingresó a la escuela del Royal Ballet de Londres, a sus 16, y a los 20 fue promovida al rango de primera bailarina por la compañía británica. Desde allí, una carrera siempre ascendente y siempre sostenida en una gran exigencia hacia sí misma.

Para cualquier persona, en el mundo, que ame el ballet, el nombre de Marianela Núñez está colocado en un lugar muy alto de ese firmamento imaginario donde brilla un puñado de estrellas internacionales. Pero la popularidad de la bailarina argentina parece exceder en mucho el universo de aficionados o del público especializado.

Dejemos de lado el dato de las 700.000 personas que la siguen en instagram: sería reducir a una cifra las cualidades sustanciales y a la vez inefables de esta artista única; no se trata, tampoco, de subestimar los números porque son un parámetro insoslayable de estos tiempos que nos toca vivir. Pero ahora nos dirigimos al verdadero corazón del asunto: ¿de qué manera o bajo qué formas Marianela Núñez es una tan singular estrella de la danza?

Marianela Núñez, suspendida en el aire, en la hermosa función de Marianela Núñez, suspendida en el aire, en la hermosa función de “Don Quijote” que protagonizó en el Colón. Foto: Carlos Villamayor

Admiración sin límites

Sin duda, el ballet es considerado por incontables personas como una forma de expresión tan sublime e incluso tan remota que los nombres de grandes bailarines de los siglos XX y XXI -salvo algunos pocos casos- no tienen una resonancia tan amplia como la de otras expresiones artísticas.

Pero veamos, para citar apenas un ejemplo, lo que ocurrió en el ensayo general –siempre es con entrada gratuita-, previo al estreno de Don Quijote, que ocurriría el jueves siguiente con Ayelén Sánchez y Juan Pablo Ledo en los roles protagónicos.

Marianela Núñez, como Kitri, su personaje en Marianela Núñez, como Kitri, su personaje en “Don Quijote”. Volvió a ser ovacionada en el Teatro Colón

Marianela mira el ensayo desde un palco, como espectadora, y cuando sale al pasillo es levantada y llevada en andas por gente joven, muchísimos estudiantes de danza, que se habían reunido allí.

Hay pequeñas historias que como esta nos hablan del fervor por un artista: la celebérrima Marie Taglioni (1804-1884), al finalizar una presentación en Viena, fue conducida en su carruaje por cuarenta robustos admiradores que previamente habían desenganchado los caballos.

Y su rival de aquella época, Fanny Elssler (1810-1884), se encontró, al llegar a la ciudad de Washington, que el Congreso entero había suspendido las sesiones para poder verla bailar.

En el ensayo

Marianela Núñez y Patricio Revé, en un ensayo de Marianela Núñez y Patricio Revé, en un ensayo de “Don Quijote”. A su alrededor, estaban desde Julio Bocca hasta los estudiantes del Instituto Superior del Colón. Foto Carlos Villamayor

Un viernes a la mañana, poco menos de una semana antes de su primera función en el Colón, Marianela ensaya con Patricio Revé bajo la mirada de Julio Bocca y de su asistente coreográfico Luis Ortigoza.

Un ensayo, como se sabe, implica repasar una combinación de pasos, retroceder, pulir, recomenzar, repetir, probar otros movimientos, encontrar –como en este caso- los mejores acuerdos entre una pareja que por primera vez baila junta.

Marianela escucha sería y atentamente las indicaciones de Bocca y de Ortigoza, pero también hace bromas, se toma el pelo a sí misma, se ríe con Patricio. Parece tan feliz en el ensayo como se la verá en el escenario. En la gran sala 9 de julio, tercer subsuelo del Teatro Colón, hay bailarines mirando este ensayo además de otras personas que por distintos motivos asisten a ese momento único.

Marianela no tiene ningún problema en que se la vea bajo todas las facetas: concentrada, aplicada, cómica, fatigada. Esta muchacha antidiva es la misma que hace poco decía en una entrevista: “Tengo mil inseguridades”.

Marianela Núñez y Patricio Revé hicieron una brillante versión de Marianela Núñez y Patricio Revé hicieron una brillante versión de “Don Quijote”, en el Colón. Foto: Carlos Villamayor

En la función

El jueves 31, entonces, Marianela Núñez subió al escenario del Teatro Colón y reveló al público los muchos matices, las picardías y la entrega amorosa de su Kitri.

No hace falta detenerse en la técnica deslumbrante que posee; mejor hablar de la vida y la carnadura que le dio a este personaje de comedia, al que Don Quijote, aun despistado como es, ayuda para que pueda casarse con el buen mozo barbero Basilio, contrariando la voluntad del padre, que quiere para ella un esposo rico.

Video

La estruendosa ovación con que el Colón despidió a Marianela Núñez

La Kitri de Marianela contiene algo sumamente notable: la naturalidad y frescura con que se expresa; la manera tan creíble con la que se relaciona con Basilio, con Quijote y con el resto de los personajes; y al mismo tiempo la solidez con que sostiene todas las inmensas exigencias de la coreografía.

Los aplausos y vítores del público, desde el comienzo, durante y al terminar la función fueron colosales. Y saludando luego a telón cerrado con Patricio Revé, la sonrisa de Marianela tiene algo de niña sorprendida.

El ballet Don Quijote acompaña a Marianela Núñez desde hace ya más de 20 años. Y ahora volvió a cuestionarse el personaje, “porque quiero -decía recientemente- que la obra cobre un sentido nuevo para mí, aunque ya la haya hecho 150 veces”.

Marianela Núñez, Patricio Revé y el amor incondicional de sus fanáticas.Marianela Núñez, Patricio Revé y el amor incondicional de sus fanáticas.

Su primer “Quijote” fue en la versión de Rudolf Nureyev, y con ese rol fue promovida a primera bailarina del Royal Ballet: “La bailé con Carlos Acosta (N. de R: un eximio bailarín de origen cubano, integrante durante años del Royal Ballet), que diez años después creó su propio “Quijote” para mí. Lo estrenamos juntos en 2019, en Japón. Cuando repaso estas versiones veo que hubo un avance enorme en mí y también la perspectiva de seguir progresando”.

El domingo 3 de agosto habrá una segunda y última función de Don Quijote con Marianela Núñez.

Cortesía de Clarín



Dejanos un comentario: