
Son dos los factores en los que tendría que trabajar México para atraer inversión doméstica, mientras se resuelve la incertidumbre global por los aranceles: abrir una agenda de impulso a la innovación y reducir la inseguridad física que prevalece para personas y empresas, consideró la directora senior de investigación del think tank estadounidense Milken Institute, Maggie Switek.
Explicó que a diferencia de México, en Brasil las inversiones productivas domésticas guardan la misma proporción que las originadas en el extranjero. Sería relevante que México encuentre mecanismos y estrategias para atraer también los capitales domésticos, señaló.
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“México es una economía suficientemente avanzada como para no depender solo de los capitales que vienen del extranjero. Pueden desarrollar su capital interno e incentivar a los inversionistas locales”, dijo.
Entrevistada por El Economista, comentó que los factores que podrían multiplicar la inversión doméstica se encuentran en la gobernanza pública, donde destacan de tiempo atrás la inseguridad y más recientemente las reformas al poder judicial y el respeto al estado de derecho.
Resolver esos detalles, otorgaría una especie de oxígeno al país en lo que se resuelve la incertidumbre por las políticas de comercio arancelario que está impulsando Estados Unidos, subrayó.
“Si los inversionistas extranjeros están llegando, no encuentro una razón para que los inversionistas locales también se asienten en México”.
La experta observó que los inversionistas responden a incentivos económicos y mientras más posibilidad de crecimiento ofrezca el país, más capitales llegarán.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestra que el año 2023, la inversión fija bruta representó el 23.4% del PIB, mientras la IED fue equivalente al 1.9% del Producto. En ambos casos ha sido el nivel más bajo de registro desde el año 2006.
Percepción comercial y marco económico, fortalezas
Recientemente el Milken Institute presentó su Índice global de oportunidades 2025, donde clasifican a los países en función de las oportunidades económicas que ofrecen a los inversionistas.
Esta identificación la hicieron a partir de cinco categorías que son: percepción de comercio por parte de negocios, servicios financieros, normas y políticas internacionales, bases económicas y marco institucional.
En la métrica mundial, México ocupa el lugar 62 de 100 países, debajo de Malasia (31); China (36) y arriba de Vietnam (73). Es la misma posición que tuvo México en el año 2024. Esta evaluación se realizó con los datos del año 2024, por tanto no contempla aún el efecto de los cambios en el poder judicial ni en la desaparición de órganos autónomos.
Los líderes mundiales, según Switek, son las economías avanzadas, particularmente Suecia, Países Bajos y Estados Unidos.
Los punteros, explicó Switek son economías avanzadas que en su mayoría tienen entre sus grandes ventajas, la inversión en innovación, desarrollo y tecnología.
El cuarto de Latinoamérica
El lanzamiento del índice coincide con la estrategia del gobierno mexicano para atraer inversiones en el marco del Plan México, de manera que los hallazgos pueden ayudar a mejorar su perfil.
Según los resultados de México, entre las cinco categorías evaluadas, su mejor puntaje se encuentra en percepción de negocios sobre el aspecto comercial; cumplimiento de políticas y normas internacionales así como en fundamentales económicos.
Cortesía de El Economista
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