Con una población que no llega a los 50 ejemplares en estado salvaje, el rinoceronte de Sumatra es la especie con mayor peligro de extinción actualmente. Aunque otras especies tienen menos ejemplares, el de Sumatra corre mayor peligro por una mezcla de factores tanto genéticos como humanos que vuelven casi imposible lograr un programa de reproducción que sea exitoso y rentable.
Resulta difícil pensar que este simpático animal, que también es la especie más pequeña de los rinocerontes, esté a punto de desaparecer. El mayor problema que enfrenta no es la caza furtiva (aunque sí es el segundo más grave), sino la pérdida de sus hogares, pues la deforestación de Indonesia ha provocado que su población se disperse en pequeños grupos que no logran interactuar entre ellos, lo cual impide su apareamiento. Cada vez son menos los avistamientos del rinoceronte reportados por pobladores de la isla de Sumatra.
Su nombre científico es Dicerorhinus sumatrensis, llegan a pesar entre 600 y 900 kilogramos y no miden más de 1.5 metros. Son la especie de rinocerontes más pequeña del mundo, además de ser la única que conserva una capa de pelo sobre su dura piel, que le fue muy útil durante la Era Glaciar. Cuenta con dos cuernos en la punta de su nariz, que le permiten defenderse, realizar rituales de apareamiento y cavar para encontrar raíces que, a diferencia de otras especies, es más achatado y sin mucho filo.
El Gobierno de Indonesia insistía en que aún había cerca de 80 ejemplares, aunque el grupo AsRSG (Asian Rhino Specialist Group) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), sostiene que la cifra es casi la mitad, con una población total de entre 34 y 47 ejemplares únicamente. En 2015, la cifra llegaba aún a los 100 ejemplares.
Menos de tres décadas bastaron para que la población se desplomara hasta en un 90%, pues en 1985 se calculaba que existían al menos 800 rinocerontes de Sumatra en las dos principales islas de Indonesia, incluida Borneo. Antes de ello incluso era posible encontrarlo en todo el sudeste asiático, como Myanmar, Tailandia, Malasia, Laos, Camboya hasta Vietnam. Fue debido a la deforestación de los bosques tropicales de la región para agricultura, además del crecimiento urbano y la construcción de carreteras, que las poblaciones se fueron dispersando hasta desaparecer.
El tiempo es un factor importante y que jugó en contra para esta especie, pues el periodo de gestación del rinoceronte de Sumatra es de 16 meses, además de que la madre permanece con la cría hasta la juventud. Esto minimiza la posibilidad de que las poblaciones dispersas hagan largos recorridos para aparearse, lo cual a su vez los aísla cada vez más.
Otros perdieron la batalla ante los cazadores
La caza furtiva es otro de los enemigos históricos de los rinocerontes, y ha sido responsable de la desaparición del rinoceronte blanco del norte y el rinoceronte negro occidental. En ambos casos, la principal razón para ser cazado fue la venta de sus cuernos en el mercado negro, debido a creencias de que poseía propiedades afrodisíacas y curativas. A pesar de que esta información fue desmentida, el tráfico de cuernos de rinoceronte no se ha podido detener.

En el caso del rinoceronte de Sumatra, sus cuernos más pequeños que el promedio y la dispersión de sus poblaciones han persuadido a los cazadores a no esforzarse más por localizarlos, pues adentrarse en la selva tropical de Indonesia no es tarea fácil. Sin embargo, en décadas pasadas sí se registró este problema como un factor determinante para la reducción de la población, causando un daño irreparable.
A punto de desaparecer, queda una esperanza
Hoy en día, esta especie se encuentra en “Peligro crítico”. Ésta es la categoría de amenaza más alta que se le puede dar a una especie antes de que la UICN la declare oficialmente extinta. Los cálculos de expertos sugieren que, sin la intervención humana, los rinocerontes de Sumatra estarán completamente extintos en un par de décadas. Su reproducción es naturalmente lenta, y las poblaciones que quedan ya no interactúan entre ellas.

El centro de conservación del rinoceronte de Sumatra en Way Kambas, Indonesia, podría ser el nuevo hogar de esta especie. A la fecha han logrado exitosas reproducciones: Andatu nació en 2012, Delilah en 2016 y otra hembra llegó en 2023. El problema es que trasladar los ejemplares en vida salvaje y ponerlos en cautiverio tampoco es la opción más sencilla. No solo está el problema de la localización y el transporte, sino que los rinocerontes capturados podrían no adaptarse a la vida en cautiverio, acelerando así su muerte.
Cortesía de Xataka
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