Pablo Iglesias, ¿el nuevo Epigmenio?

Pablo Iglesias e Inna Afinogenova llegan a México a instalar la señal de manipulación política Canal Red.

Iglesias vende su nombre de marca como de “izquierda progresista”, pero es incapaz de nombrar la palabra “dictadura” cuando se refiere a Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Siendo vicepresidente, sin tener entre sus obligaciones la política exterior del gobierno de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias aplaudía a AMLO su reclamo al rey Felipe VI por no pedir perdón a los pueblos originarios; es decir, conspiraba detrás de cámaras y micrófonos.

La lucha de clases moldea el perfil retórico de Pablo Iglesias, pero su idea de igualdad puede ser considerada discrecional cuando se mueve en el ámbito familiar. Su lujosa casa en Galapagar, ubicada a 33 kilómetros de Madrid, recuerda la casa blanca de Peña Nieto o la casa gris de José Ramón López Beltrán. La de Iglesias, la casa roja.

Iglesias y su esposa, la política Irene Montero, pagaron 600 mil euros (más de 14 millones de pesos) por una lujosa residencia cercana al parque Guadarrama.

El periodista catalán Marc Marginedas, secuestrado en Siria por terroristas del Estado Islámico durante seis meses entre los años 2013 y 2014, conoce como pocos el caso de Inna Afinogenova, excolaboradora de RT.

Ella ejerce, escribe Marginedas, “la función de puente entre la propaganda rusa y los movimientos sociales y políticos en España, nutriendo de contenido los canales prorrusos en español” (El Periódico de Cataluña, 25 de enero de 2025).

Marc Marginedas me comentó la semana pasada que el objetivo principal que tiene Pablo Iglesias en establecer en México la señal de televisión Canal Red, teniendo a Inna Afinogenova como presentadora estelar, es el lanzamiento de campañas en contra de Estados Unidos, es decir, la conveniencia de romper alianzas con Washington y construirlas con naciones enemigas de la Casa Blanca.

Pablo Iglesias llega a México en alianza con el Sistema Público de Radiodifusión que dirige Jenaro Villamil. Sus participaciones se observan en el programa Masiosare dentro de la barra de opinión de los canales 11 y 22.

En el sexenio pasado, Jesús Ramírez Cuevas le abrió las puertas de Palacio Nacional a Pablo Iglesias e Inna Afinogenova. Una entrevista a modo con AMLO selló los intereses dogmáticos entre el gobierno morenista y Canal Red.

¿Qué opinará la presidenta Sheinbaum que, en momentos de negociaciones políticas tensas con Donald Trump, Pablo Iglesias e Inna Afinogenova instalen en México una agencia de publicidad cuyo ornamento estético corresponda al de un canal de noticias supuestamente plural y financiado, en parte, con recursos públicos del Estado mexicano.

El desprestigio de Afinogenova e Iglesias en España los lleva a “hacer las Américas”.

¿Pablo Iglesias se convertirá en el nuevo Epigmenio Ibarra?

Cortesía de El Economista



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