
La bomba judicial que representa el caso de Hernán Bermúdez Requena para la 4T, declarado no oficialmente el líder del cártel de La Barredora, apenas comienza a dimensionarse, y no solo en Palacio Nacional.
Pues las esquirlas del caso podrían impactar directamente a la oposición. Al menos eso aseguran en la dirigencia nacional del PRI, donde ven una caída de Alejandro Moreno Cárdenas como consecuencia del despeñadero de Adán Augusto López, amigos históricos y en su momento el primero
(priista)
fue protegido y promovido por el segundo (morenista).
La nueva solicitud de desafuero contra el senador campechano por el desvío de 83.5 millones de pesos, desde la Fiscalía del Estado de Campeche podría complicar el armado de la campaña de Alito para su candidatura presidencial en 2030, la que no suelta ni cuando duerme.
El diputado Rubén Moreira y el senador Manuel Añorve hace tiempo que se hicieron a la idea de que Alito no dejará los órganos de dirección del tricolor hasta que cumpla su deseo personal de que de sea colocada la banda presidencial. ¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?, dice la canción.
En ese sentido se está entendiendo en la cúpula del PRI, sobre todo la parte aún en rebeldía a la dirigencia actual, con personajes liderados por Dulce María Sauri y Beatriz Paredes. De este lado del priismo, el Grupo Tabasco está siendo desmantelado desde Palacio Nacional incluyendo a los opositores a modo, o que lo fueron en su momento, como Alito.
Las distintas visitas del dirigente nacional del PRI a Washington D.C. -la más reciente para presentar denuncias por los temas de inseguridad y vínculos de políticos en México con el crimen organizado- podrían ser un deslinde de algo en lo que participó Moreno Cárdenas, como la creación de La Barredora o su operación en Campeche. Información con la que todo este tiempo estuvo amenazando a los operadores de López Hernández.
Cortesía de La Política Online
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