
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) claudicó deliberadamente ante la reforma constitucional del Poder Judicial, reprocharon centenares de juzgadores.
Mediante un pronunciamiento público, responsabilizan a los ministros del máximo tribunal constitucional del país de no haber querido o no haber sabido ver “el momento histórico que les tocaba encabezar”.
“Tuvieron en sus manos la oportunidad de hacer valer el papel de la Corte como verdadero tribunal constitucional, pero no lo hicieron; permitieron que el amparo 1214/2024, tramitado en Querétaro -uno de los juicios más importantes de la era constitucional-, siguiera su trámite ordinario, como si se tratara de un caso más.
“Ese juicio de amparo, promovido por ciudadanos y resuelto con valentía por un juez federal, declara inconstitucional la reforma judicial. Es una sentencia histórica y la Corte la despreció omitiendo su revisión”, cita el texto.
Relata que desde febrero pasado se solicitó al pleno de la Corte que asumiera su competencia, dada la importancia del caso, y que “no hubo respuesta”.
“En su lugar, hasta el 4 de junio, la presidencia de la Corte —en referencia a Norma Piña Hernández— turnó indebidamente la petición a la Primera Sala cuando su conocimiento correspondía al pleno. Y el 11 de junio, en sesión privada, esa Sala la rechazó por unanimidad, al parecer, escudándose en tecnicismos y formalismos que ellos mismos fabricaron.
“Esa decisión no fue un descuido: fue una claudicación deliberada”, sostuvieron.
Desde la perspectiva de los juzgadores inconformes, la Corte “traicionó a México”.
“Los actuales ministros de la Suprema Corte incumplieron flagrantemente el deber de guardar y hacer guardar la Constitución cuando más se necesitaba su firmeza. Cuando más se requería de su valor, eligieron callar. Optaron por la omisión. Renunciaron a su deber histórico’’, refiere el pronunciamiento fechado el pasado miércoles.
“Las ministras y los ministros saben que la soberanía de la nación no es un cheque en blanco; que ninguna reforma es válida si viola los principios fundamentales consagrados en la propia Constitución.
“Saben que su papel no es agradar al poder, sino limitarlo, proteger los derechos de todas y todos, y hacer valer el Estado de derecho. Pero cuando la Corte debió alzar la voz, eligió deliberadamente el cómplice silencio’’.
Y concluye: “Esa reforma representa el mayor retroceso en materia de independencia judicial en la historia moderna de México, y esto no habría sido posible sin cómplices dentro de la propia Corte’’.
Cortesía de El Economista
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