El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) presentó un nuevo estudio que revela algo preocupante para los mexicanos. Cada vez son menos los jóvenes que superan los estudios de sus padres. Además, únicamente el 15% de hijos cuyos padres solo estudiaron hasta la Primaria logra llegar a una carrera profesional en CDMX, a nivel nacional la cifra es del 9% únicamente. El estudio demostró una reducción en la movilidad social educativa durante los últimos ocho años.
Entre las causas propuestas, se encuentra una reducción en las transferencias que reciben los hogares de padres con solo educación primaria. Las transferencias pasaron del 50% en 2016 a un 25% en el 2024, es decir, se recibe la mitad de los apoyos en estos hogares que hace ocho años.
Para los hogares con baja escolaridad, es decir, en los que los padres solo estudiaron hasta la primaria o ni siquiera recibieron ninguna educación formal, las posibilidades de que sus hijos logren estudiar una licenciatura son muy bajas, tan solo del 9%. A pesar de esta desventaja, la cifra ha aumentado en los últimos años. Lamentablemente, también lo ha hecho la tasa de jóvenes que obtienen menos escolaridad que sus padres. A la fecha hablamos de un 21%.
La movilidad social educativa, entendida como las posibilidades de que un hijo supere a sus padres en cuanto a nivel educativo, ha tenido un retroceso importante en los últimos años. De acuerdo con el CEEY, las condiciones de origen aún juegan un papel crucial para determinar hasta qué nivel llegará un mexicano. Las cifras obtenidas en la ESRU-EMOVI de 2023 (Encuesta de Movilidad Social en México) muestran que solo el 9% de hijos cuyos padres llegaron hasta la primara alcanzan estudios profesionales, mientras que para hijos de padres que ya contaban con una licenciatura, la cifra llega al 63%. Esto es 7 veces más posibilidades.
En la región norponiente de México, solo llega a licenciatura el 7% de hijos cuyos padres estudiaron hasta la primaria, mientras que es en la zona sur del país en donde menos probabilidades hay de alcanzar una carrera profesional incluso si los padres también la obtuvieron. La cifra llega al 59% únicamente.
Menos estudios, menos apoyos
El estudio también revela una reducción en el gasto público destinado a apoyar a familias cuyos padres alcanzaron solamente la educación básica. Todavía en 2016, los hogares cuyos padres tenían mínima o nula formación escolar recibían el 50% de las transferencias educativas, pero tras ocho años, en 2024, la cifra se redujo al 25%. Las transferencias son el dinero que el gobierno destina a servicios y programas sociales para apoyo de algún sector social. Incluyen programas de apoyo directo como becas, pero también el recurso para creación y mejora de escuelas y programas educativos.
“El CEEY considera que una política de transferencias monetarias para la educación que procure la movilidad social debe dirigirse con mayor intensidad a quienes presentan mayores desventajas. […] Si se destinan mayores recursos a quienes viven en desventaja económica y educativa, se reducirá la desigualdad de oportunidades entre la población y, por ende, habrá mayor movilidad social”
-Comunicado del Centro de Estudios Espinosa Yglesias

Al comparar la información del proyecto Global Estimates of Opportunity and Mobility con los datos de la ESRU-EMOVI 2023, México se encuentra entre las 10 naciones con mayor desigualdad de oportunidades, donde al menos el 50% de la desigualdad de ingresos se atribuye a circunstancias de origen fuera del control de las personas.
El estudio concluye que las condiciones de origen aún juegan un papel importante en la vida de los mexicanos. Pese a la mejora generacional en nivel educativo, factores como el origen étnico de los padres, la zona en la que vive, el tono de piel y el nivel educativo de los padres afectan dramáticamente las oportunidades que los hijos tendrán, así como sus posibilidades de mejorar las condiciones económicas de su hogar.
Cortesía de Xataka
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