Este jueves se estrenó Otro viernes de locos, la esperada secuela deUn viernes de locos, la película de Disney del 2003. Una vez más, Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan brillaron en los roles protagónicos y no decepcionaron a sus fans con esta continuación que tardó 22 años en llegar a la pantalla grande.
Las críticas ya la aclaman, y la realidad es que es de los mejores regresos nostálgicos que se hicieron en el cine en los últimos años. Lejos de caer en la repetición innecesaria y confiar 100% en que ya hay personas que comprarán la película por el título y las protagonistas, la hicieron fresca, divertida y una de las sorpresas más gratas que dio Disney en los últimos tiempos.
Y aunque hay mucho para decir de Otro viernes de locos, sin dudas una de las cosas que más llama la atención es la presencia de varias pistas (o easter eggs, como se denominan en la jerga de las redes sociales), que sirven como guiños que llevan a otros filmes del universo cinematográfico de Lindsay Lohan.
Esto no resulta algo descabellado, teniendo en cuenta el protagonismo que tuvo la actriz en Disney Channel entre fines de los ’90 y principios de los 2000, cuando se convirtió en la preferida de la cadena de televisión infantil y, más adelante, de otras productoras también.
En aquella época protagonizó filmes que ahora ya son clásicos como ser Juego de gemelas (1998), Los detectives (2002), Confesiones de una típica adolescente (2004), Chicas pesadas (2004), Herbie a toda marcha (2005), entre muchos otros.
Los “easter eggs” de Otro viernes de locos
Uno de los primeros detalles que llamó la atención de los fans al inicio de Otro viernes de locos es la fecha que aparece en las invitaciones del casamiento entre Anna (Lohan) y Eric (Manny Jacinto): el 3 de octubre. Si bien esto para desconocedores de la filmografía de Lindsay Lohan es un detalle más, para quienes la siguen desde sus inicios es una referencia directa a Chicas pesadas, la película que protagonizó con Rachel McAdams y Amanda SeyFried.
Resulta que el 3 de octubre se convirtió, en el mundo de las redes, en el “Día internacional de Chicas pesadas“, a causa de una escena en la que el interés amoroso de Cady (Lohan) le pregunta la fecha en clase. Por ello, cada 3 de octubre, las redes de inundan, año tras año, del mismo meme. Y aunque todos creen que fue a propósito, en una entrevista con la periodista Perri Nemiroff, Lohan juró que se trata de una perfecta casualidad.
“Genuinamente creo que nadie lo notó hasta que se imprimió en las tarjetas para la escena de la cocina, que fue en uno de los primeros días de rodaje. Cuando lo vi pregunté: ‘¿Alguien se dio cuenta que dice que es el 3 de octubre, como en el día de Chicas pesadas?’ Y nadie hizo nada al respecto. Pensé que lo dejaron como easter eggs, pero la directora me dijo que no estábamos haciendo eso”, relató la actriz.
Sin embargo, es difícil creer que fue casualidad conforme la película avanza. Un ejemplo claro que demuestra que las pistas fueron pensadas surge de uno de los conflictos principales de la trama. Al casarse con un británico, Lohan tiene que decidir si quedarse en California o mudarse a Londres. Mismo conflicto que tiene Annie y Hallie (ambas interpretadas por Lohan) en la película Juego de gemelas.
Como si todo esto fuera poco, aparecen varios guiños más a este filme. En una de las escenas, cuando el personaje de Lohan, que se encuentra en el cuerpo de su hija, toma jugo fingiendo que es vino y dice la misma línea que Annie en la película de 1998. Allí, describe las notas del vino, sorprendiendo a todos los miembros de su familia. Acá hace lo mismo, con las mismas palabras, pero con una bebida sin alcohol para parodiar el momento.
Más adelante, para reforzar la idea de la causalidad del vínculo entre ambas películas, aparece con un pequeño cameo Elaine Hendrix, la actriz que en Juego de gemelas interpreta a Meredith Blake, la madrastra de Annie y Hallie.
La banda que volvió completa
Para completar el servicio a los fans, Otro viernes de locos no sólo metió referencia a otros filmes del universo de Lohan, sino que también puso varios guiños que sólo pudieron identificar quienes vieron la primera entrega más de una vez.
Uno de los mejores aspectos en este sentido fue que trajeron de vuelta a casi todos los miembros del elenco original, incluso si era tan sólo para una mini aparición.
Pero el reencuentro más resonado y sin dudas el mejor de la película es el de Pink Slip, la “banda de garage” que se volvió en una de las favoritas de su década, sin ni siquiera ser un grupo musical real, sino fruto de Un viernes de locos.
Tanto en el filme de 2003 como en su secuela, la banda es liderada por Anna (Lohan) y sus dos mejores amigas Maddie (Christina Vidal) y Peg (Haley Hudson). Su hit, Take me away, se convirtió en una canción emblema para los adolescentes de su época, y volvió en el nuevo filme con una nueva y renovada versión, que reunió a todas sus integrantes en el escenario.
Cortesía de Clarín
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