En la madrugada del lunes, un mensaje apareció en uno de los lugares más custodiados y simbólicos de Jerusalén: “Hay un Holocausto en Gaza”, pintado en hebreo sobre el sector sur del Muro de los Lamentos, en el área conocida como Ezrat Yisrael. La misma frase, con el agregado “Todo lo que se publica es mentira”, fue vista también en la fachada de la Gran Sinagoga de la ciudad.
Las pintadas, que cuestionan abiertamente la ofensiva israelí en Gaza, aparecieron en un contexto de creciente represión a las voces críticas y de control sobre la información, tanto en medios como en redes sociales.
En Jerusalén Este, territorio palestino ocupado y anexado por Israel, cualquier manifestación de disenso es rápidamente eliminada, como ocurrió con este grafiti, borrado pocas horas después de ser descubierto.
El texto fue eliminado en pocas horas por la Autoridad de Antigüedades de Israel, que envió personal especializado para no dañar la piedra. Por el hecho, la policía detuvo a un joven de 27 años, residente de Jerusalén, a quien medios locales señalan como miembro de la comunidad ultraortodoxa. Según trascendió, el hombre fue internado en un hospital psiquiátrico, una práctica habitual en casos de protesta incómoda para el discurso oficial.
Dirigentes religiosos y políticos condenaron la intervención, calificándola como “profanación” y “daño al patrimonio”. Sin embargo, para otros sectores, el episodio pone en evidencia el cerco informativo y la dificultad de visibilizar el costo humano de la ofensiva en Gaza dentro del propio territorio israelí.
Cinco trabajadores de prensa fueron asesinados
La cadena de noticias Al Jazeera anunció que dos corresponsales y tres camarógrafos del medio resultaron muertos tras un bombardeo israelí sobre su carpa en Ciudad de Gaza este domingo, citando como fuente el director de un hospital local.
“Los periodistas Anas al-Sharif y Mohammed Qreiqeh murieron junto con los operadores de cámara Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa en un ataque israelí selectivo contra una tienda de campaña que albergaba a periodistas en la ciudad de Gaza”, publicó en su portal en inglés.
Por su parte, el ejército israelí confirmó que había dirigido un ataque contra los periodistas y afirmó que Al Sharif de Al Jazeera era un “terrorista” que “se hacía pasar por periodista”.
Este mismo domingo, el ejército israelí mató a más de 50 personas en Gaza, de las cuales 26 fueron alcanzadas por disparos mientras esperaban comida, según informó Al Jazeera, citando fuentes médicas del enclave.
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Cortesía de Página 12
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