Trump extiende la tregua arancelaria con China por 90 días 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que extiende por 90 días la tregua arancelaria con China, justo antes de que expirara el acuerdo alcanzado entre ambas potencias en mayo. Según reportes de medios estadounidenses como CNBC y el Wall Street Journal, citando fuentes anónimas de la Casa Blanca, la decisión fue tomada minutos antes de la medianoche, cuando se hubiesen activado los aranceles recíprocos de Trump.

FERIA DE SAN FRANCISCO

La extensión de la tregua, que buscaba reducir las tensiones comerciales entre ambos países generadas por las amenazas de tarifas del mandatario republicano, ya había sido anticipada tras la última ronda de negociaciones, celebrada en Estocolmo a fines de julio. La medida suspende la reactivación de los aranceles que, de haberse aplicado, habrían elevado nuevamente los gravámenes sobre productos chinos a los niveles alcanzados en abril, cuando las tarifas llegaron a cifras récord.

El representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, aseguró que ambas partes continuarán trabajando en las negociaciones durante esta extensión de la tregua. Sin embargo, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, advirtió que podrían darse nuevas pausas en las conversaciones, como ocurrió en 2018. A pesar de algunos avances, persisten diferencias importantes, sobre todo en temas estructurales, como la política industrial china y las prácticas de transferencia de tecnología.

Redoblar la apuesta

En mayo, tras varias rondas de conversaciones, Estados Unidos y China acordaron en Ginebra una reducción de los aranceles: Washington los redujo al 30 por ciento desde el 145 inicial, y Beijing de un 130 a un 10 por ciento. Además, se pactó una tregua de 90 días, que vencía este 12 de agosto. Tras la reunión inicial y una llamada entre Trump y Xi Jinping, los negociadores de ambos países se reunieron en Londres, donde China aprobó la exportación de tierras raras a Estados Unidos. En contrapartida, Washington canceló ciertas “medidas restrictivas” sobre Beijing, como los controles a la exportación de chips.

Trump había indicado que la prórroga ofrecería más tiempo para que ambas partes continúen las negociaciones hacia un acuerdo final, que aún no se ha concretado. En este contexto, el presidente aprovechó para intensificar su presión sobre China, presentando nuevas exigencias antes del anuncio oficial de la extensión.

En medio de este clima de negociaciones, Trump arremetió con sus demandas, pidiendo a China que “cuadruplique rápidamente” sus compras de soja a los agricultores estadounidenses. A través de un mensaje en su red social, Truth Social, el mandatario republicano señaló que China enfrenta una escasez de soja y destacó que la producción agrícola de Estados Unidos podría satisfacer esa demanda, además de ayudar a reducir el déficit comercial entre ambos países. “China está preocupada por la escasez de soja. Nuestros grandes agricultores producen la soja más robusta. Espero que China cuadruplique rápidamente sus pedidos de soja“, escribió Trump, quien también agradeció a su par chino, Xi Jinping.

En otro frente, a pesar de haber levantado las “medidas restrictivas” sobre la exportación de chips a China, Trump también se pronunció sobre la situación de Nvidia y su intento de vender a China el chip más avanzado para Inteligencia Artificial (IA), el Blackwell. El mandatario aclaró que, por ahora, la empresa no podrá exportar este chip a China, aunque dejó abierta la posibilidad de llegar a un acuerdo en el futuro.

Como compensación, Nvidia logró vender el chip H20, un procesador de IA más antiguo, pero acordó con el gobierno de Estados Unidos un porcentaje del 15 por ciento sobre las ventas en el mercado chino. Trump minimizó la importancia de la licencia otorgada a Nvidia, calificando los chips como “obsoletos“, a pesar de que aún cuentan con un mercado. Según el presidente, los productos chinos ya disponen de una versión similar, lo que hace que el chip H20 no represente una ventaja tecnológica significativa para el gigante asiático. 

Por otro lado, el gobierno de Trump renovó sus preocupaciones sobre la creciente influencia de China en el Canal de Panamá, acusando a Beijing de ejercer una “influencia desmedida” sobre esta vía clave para el comercio global. Dorothy Shea, representante interina de Estados Unidos ante la ONU, advirtió en una sesión del Consejo de Seguridad que esta influencia podría amenazar no solo la seguridad de Panamá, sino también la estabilidad del comercio mundial.

Aunque Shea no repitió en esta ocasión las declaraciones previas de Trump sobre la necesidad de que Estados Unidos tomara el control del Canal de Panamá, insistió en que la presencia de China en este canal estratégico es cada vez más evidente, especialmente “en la infraestructura crítica y en las operaciones portuarias”.

Por su parte, el presidente panameño, José Raúl Mulino, defendió la neutralidad del Canal, calificándola como “la mejor defensa contra cualquier amenaza”. En respuesta a los dichos de Shea, el embajador chino ante la ONU, Fu Cong, fue rápido, destacando que China respeta la soberanía panameña y desmintiendo las acusaciones de Estados Unidos. como “mentiras y manipulaciones“. El vocero recordó que el país asiático se opone a las “prácticas coercitivas” de Washington y le instó a “dejar de fabricar rumores”

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Página 12



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