En Reino Unido se cocina un cambio legal que podría encender el debate global sobre quién debe seguir al volante. El gobierno estudia obligar a todos los conductores mayores de 70 años a aprobar un examen de la vista cada tres años para conservar su licencia. Quienes no pasen la prueba perderán el derecho a manejar. La medida busca reducir el número de muertes y lesiones graves en carreteras, luego de que las cifras revelaran un aumento del 47% en accidentes con personas mayores de 60 años involucradas desde 2010, reporta The Times.
El contexto británico es particular. Hoy en día, es uno de los tres países europeos que permiten a los conductores autodeclarar problemas de visión sin exámenes médicos obligatorios. Sin embargo, la presión para cambiar esa política crece a medida que los accidentes con adultos mayores ocupan más titulares. El plan gubernamental añadiría un requisito médico obligatorio que podría cambiar para siempre la forma en que se renuevan las licencias en ese país.
México, en cambio, mantiene un enfoque más abierto. La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial no fija un límite de edad para manejar. Lo único que exige es que el solicitante apruebe una valoración integral que demuestre capacidad física y mental. Este examen aplica para todos, sin importar si tienen 20 o 80 años. El Reglamento de Tránsito clasifica a las personas mayores como usuarios vulnerables, pero no les impide conducir si cumplen con la normativa. Incluso ante situaciones como el traslado de un vehículo al corralón, la presencia de un conductor mayor de 65 años no altera el procedimiento.
La realidad es que el debate no gira en torno a la edad cronológica, sino a las condiciones para manejar con seguridad. Ejemplos como el de Vincent Dransfield, que a sus 110 años aún conduce, refuerzan la idea de que la independencia detrás del volante depende más de la salud que del calendario. Eso sí, las aseguradoras mexicanas no siempre ven con buenos ojos a este sector y en muchos casos imponen pólizas más costosas.
En Japón, la conversación sobre adultos mayores al volante tiene un matiz distinto. La historia de Naoko Nishimoto, una mujer de 80 años que decidió entregar su licencia el día de su cumpleaños y donar su Mazda RX-7 a la marca, se volvió viral. Mazda recibió el coche con honores y prometió conservarlo como pieza promocional. Para Nishimoto, el acto fue una forma de cerrar un capítulo y agradecer al vehículo que la acompañó por más de 25 años.
Naoko Nishimoto y su Mazda RX-7.
Tecnología en favor de la movilidad de los adultos mayores
Pero no todo es nostalgia. Japón enfrenta un reto mayúsculo: una población que envejece a gran velocidad y una escasez creciente de conductores. Nissan vio en este problema una oportunidad y desarrolló una flota de minivans Serena con conducción autónoma. Las pruebas ya iniciaron en Yokohama y, si resultan exitosas, en 2027 estarán operando como servicio de transporte en colaboración con el gobierno.
La iniciativa japonesa va más allá de la tecnología: es una respuesta urgente a una crisis de movilidad. Mientras Reino Unido endurece requisitos y México mantiene un modelo inclusivo, Japón apuesta por un futuro donde los mayores no necesiten manejar para seguir
Cortesía de Xataka
Dejanos un comentario: