
El Inegi presentó los resultados de las evaluaciones de la pobreza y de la población sin acceso a los servicios de salud en el periodo 2018-2024 en el país. La buena noticia es que las personas en situación de pobreza pasaron de 51.9 a 38.5 millones. La mala: los mexicanos que no cuentan con atención médica o fármacos aumentaron de 20.1 a 44.5 millones.
La problemática en el sistema de salud coincide con la desaparición del Seguro Popular, así como la posterior creación y desarticulación del Insabi, lo cual afectó el acceso a la salud de las personas con menos recursos, aseguró Lourdes Maisterrena, investigadora de la Universidad Panamericana. “(El Seguro Popular) permitía a la gente de escasos recursos tener acceso a servicios de salud y, con estas desapariciones, aunque se creó un organismo que intentaba remediar esta carencia (IMSS-Bienestar), en realidad no ha tenido el impacto ni el alcance para cubrir los servicios de salud de las personas con menos ingresos”.
Este incremento evidencia la problemática que enfrenta el país, entre la falta de infraestructura, médicos y el desabasto de medicamentos, particularmente para tratar el cáncer. Esto provocó movilizaciones de pacientes y sus familiares el pasado fin de semana en ciudades como Guadalajara, Cancún, Uruapan, Aguascalientes, León, Toluca y Ciudad de México.
En el caso de Jalisco, el Gobierno federal apenas surtió el 13% de las claves de medicamentos oncológicos hasta el pasado 27 de julio, según la Secretaría de Salud del Estado -la Federación promete regularizar el abasto de medicinas entre el 15 y el 20 de agosto, de acuerdo con la organización civil Nariz Roja-.
Otro fracaso en la pasada administración de Andrés Manuel López Obrador fue la Mega Farmacia del Bienestar, puesta en marcha en diciembre de 2023 con un costo superior a 10 mil millones de pesos, sin lograr regularizar el suministro de medicinas contra el cáncer.
Con base en el estudio del Inegi, Chiapas, Puebla, Morelos, Oaxaca y Estado de México fueron las entidades con mayor carencia de acceso a los servicios de salud, mientras que Jalisco se ubicó en el lugar 16, por debajo de la media nacional.
Si bien Jalisco no se adhirió al Insabi ni al IMSS-Bienestar desde el sexenio pasado, puso en marcha el Programa del Seguro Salud para garantizar el acceso a la atención y a las medicinas de la población sin seguridad social. Hasta el corte del pasado mes de junio, suman más de 520 mil personas afiliadas a este programa estatal.
Máximo Jaramillo, académico del Observatorio de Desigualdades de la UdeG, consideró que no se deberían comparar las mediciones del Inegi con las que implementaba el Coneval (organismo ya extinto), al señalar que cambió la metodología. No obstante, precisó que “no hay grandes cambios presupuestales” que permitan aumentar el número de personas con acceso a la salud en los últimos dos años.
Sobre la reducción de la población en situación de pobreza, expertos lo atribuyen al aumento en el salario mínimo, la mejora en los ingresos de las familias, las reformas laborales y los programas sociales.
Ricardo Fletes, académico de la UdeG, opinó que las acciones de los Gobiernos, principalmente el federal, no se enfocan en combatir las condiciones que originan la pobreza, como la carencia de acceso a los servicios médicos, básicos o de vivienda. “Están dirigiendo esas acciones y políticas al combate a los pobres, pero no a la pobreza; es decir, reducen el número de pobres, pero no las condiciones que están generando la pobreza”.
Cortesía de El Informador
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