A unos días de que la presidenta Claudia Sheinbaum se reúna con sus homólogos de Guatemala, Bernardo Arévalo y Jhonny Briceño de Belice, las Fuerzas de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) reforzaron la Frontera Sur de Chiapas.
La presencia de “los Pakales” se redobló en las comunidades limítrofes con Guatemala como Santa Teresa Llano Grande, El Sabinalito y El Jocote; donde permanecen también decenas de elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Estatal; luego de que el pasado 8 de agosto un comando armado asesinara al comisariado ejidal de El Sabinalito, Rudy Aguilar Lucas y a su hermano, Manolo Aguilar Lucas.
En esta zona se instaló un comando de operaciones móvil denominado “Kanan 02”, mientras que a lo largo de la carretera que conduce a Guatemala se han instalado retenes de inspección.
Con la presencia de las fuerzas estatales, la vida cotidiana ha comenzado a restablecerse, algunos negocios reabrieron, mientras comienzan a circular los camiones de carga que distribuyen mercancía, maíz, frijol o abarrotes.

Del lado guatemalteco ya existe presencia de elementos del ejército
Se han retirado las plumas y casetas que el grupo delincuencial colocó para cobrar el derecho de piso a todo vehículo que transitaba por el camino.
Uno de los responsables de los retenes por parte del grupo Pakal, que solicitó el anonimato por razones de seguridad, afirmó que “ya está circulando transporte público, de carga en esta carretera que es la principal que conecta con Mesilla, Guatemala. Ya no hay plumas ni casetas donde se daba el cobro de piso o extorsión”, afirmó el funcionario.
Desde el 2021 hasta diciembre de 2024, estas comunidades estuvieron prácticamente tomadas por el cártel Chiapas-Guatemala y habían hecho su centro de operaciones para sus actividades delictivas.
Estas localidades fueron algunas de las decenas que quedaron atrapadas por el crimen organizado hace años atrás y que hoy han sido liberadas. Actualmente se mantiene un blindaje permanente por parte de las Fuerzas de Reacción Inmediata Pakal, conjuntamente con el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.
Los habitantes de estas comunidades señalaron que “desde que entraron los Pakales se ha visto un cambio, por eso pedimos que se queden de manera definitiva porque lo que queremos es seguridad”,
Del lado guatemalteco ya existe presencia de elementos del ejército de ese país, lo cual no era común.
La calma se va recuperando, aunque recobrar la confianza llevará un tiempo; sin embargo, el gobierno de Chiapas aseguró que se mantendrán de forma permanente para evitar que regrese la violencia.
dhfm
Cortesía de El Heraldo de México
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