
Estados Unidos ha ordenado el despliegue de fuerzas aéreas y navales en el sur del mar Caribe para hacer frente a las amenazas de los cárteles de la droga latinoamericanos, dijeron el jueves a Reuters tres fuentes informadas sobre la decisión.
El presidente Donald Trump ha querido utilizar a los militares para perseguir las bandas de narcotraficantes que han sido designadas como organizaciones terroristas globales. El Pentágono había recibido instrucciones para preparar opciones.
Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, dijo que los nuevos activos militares incluirían varios aviones espía P-8, al menos un buque de guerra y al menos un submarino de ataque.
El funcionario dijo que el proceso duraría varios meses y que el plan era que operaran en el espacio aéreo internacional y en aguas internacionales.
Los activos navales pueden ser usados no solo para llevar a cabo operaciones de inteligencia y vigilancia, sino también como plataforma de lanzamiento para ataques selectivos si se toma una decisión, agregó el funcionario.
Trump ha hecho de la represión de los cárteles de la droga un objetivo central de su Gobierno, parte de un esfuerzo más amplio para limitar la migración y asegurar la frontera sur de Estados Unidos.
El Gobierno en los últimos meses ya ha desplegado al menos dos buques de guerra para ayudar en los esfuerzos de seguridad fronteriza y el tráfico de drogas.
“Este despliegue tiene como objetivo abordar las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos de organizaciones narcoterroristas especialmente designadas en la región”, dijo una de las fuentes.
El gobierno de Trump designó en febrero al cártel de Sinaloa, de México, y otras bandas de narcotraficantes, así como al grupo criminal venezolano Tren de Aragua, como organizaciones terroristas globales.
El Ejército estadounidense ya ha incrementado su vigilancia aérea de los cárteles mexicanos para recoger información y determinar la mejor forma de frenar sus actividades.
La administración Trump en los últimos meses ya ha desplegado al menos dos buques de guerra para ayudar en los esfuerzos de seguridad fronteriza y para contrarrestar el tráfico de drogas.
Trump ha ofrecido antes enviar soldados estadounidenses a México para ayudar a combatir el narcotráfico, una oferta que su vecino ha rechazado.
“El pueblo manda”
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, respondió a las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que “para cualquiera que tenga alguna duda (…) este es un mensaje de México para el mundo: en México, el pueblo manda”.
Esto a través de un video en redes sociales, luego de que el mandatario estadounidense afirmó, desde la Oficina Oval, que “México hace lo que le decimos”.
En paralelo, la prensa del país vecino del norte detalló que el gobierno estadounidense intensificó el uso de drones de la CIA en territorio mexicano con el fin de espiar a los cárteles y evaluar posibles operaciones futuras, medida que ha generado preocupación por su impacto en la soberanía mexicana.
En la víspera, el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, reconoció que un dron del gobierno estadounidense había volado en Valle de Bravo con el fin de realizar labores de inteligencia las cuales, afirmó, son parte de la colaboración con México.
Lo anterior en el marco del envío de 26 presuntos líderes del crimen organizado a Estados Unidos.
Asimismo, se han discutido acciones militares directas como despliegues navales, ataques desde el aire, y operaciones especiales en territorio mexicano sin autorización explícita.
Frente a esta escalada, la mandataria mexicana, en reiteradas ocasiones, ha expresado una postura de soberanía y que México no aceptará incursiones militares estadounidenses en su territorio.
Cortesía de El Economista
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