Si, como dice el tango, “veinte años no es nada”, a un siglo de historia nada ni nadie puede bajarle precio, ni siquiera con la mejor de las poesías. Y este sábado 16 de agosto cumple cien años la emblemática Radio Mitre, cortina de fondo de la mayoría de los argentinos, de los de hoy, de los de ayer, de los de hace una vida.
Fundada por la familia que ya era dueña del diario La Nación, realizó su primera salida al aire en 1925, cinco años después de la primera transmisión radiofónica -con la ópera Parsifal– desde la terraza del Teatro Coliseo, a cargo de los llamados “Los locos de la azotea”.
La emisora de los Mitre comenzó a funcionar desde un edificio de Flores y fue bautizada como LOZ Broadcasting La Nación. La inauguración oficial data del 6 de noviembre del ‘25, pero se toma el 16 de agosto como punto de partida, que fue el día que comenzó a funcionar el transmisor. Luego hubo un hilván de nuevos dueños -y hubo un tiempo en que pasó a manos del Estado-y edificios, hasta que en 1985 desembarcó en esa dirección sellada a fuego entre sus oyentes: Mansilla 2668. Es parte fundamental del Grupo Clarín.
“Festejar 100 años no es cosa de todos los días. Y para una radio mucho menos, sobre todo con los avatares que sufrió y sufre la industria. Cuando uno mira para atrás y se da cuenta de todo lo que pasó, todos los cambios políticos, económicos, sociales y tecnológicos de los cuales fuimos y somos testigos, bienvenido sea un festejo. Estamos vivos. La radio AM luce y sigue estando en la agenda publica. ‘Lo escuché en la radio’ es una afirmación de credibilidad y de confianza”, entiende Jorge Porta, director de contenidos de la emisora.
“Ser una radio líder conlleva un sinfín de responsabilidades. Una de ellas es que Mitre es sinónimo de radio. Somos la radio porque tenemos discoteca, porque tenemos locución institucional, porque tenemos servicio de noticias, tenemos un departamento artístico, operadores y productores. La radio misma. Y, además, siempre pioneros, acompañando los cambios tecnológicos,desde la recordada transmisión vía satélite y hasta el streaming, las redes sociales y la web. Ahora también la radio se ve”, señala Porta con conocimiento de causa y más de 30 años en Mitre.
Todas las voces, todas
Por esos micrófono han pasado miles de personas –y este miles no está puesto para exagerar un “cientos”, es un “miles” real– y no alcanzarían ni las líneas posibles de un dispositivo o de varias páginas para nombrar a todas. Cada una con su tono, con su silencio, con su intención, con su oficio, con la responsabilidad de decir algo que después un otro dirá “sí, es verdad, lo dijeron en la radio”. Sea la temperatura, el Gordo de Navidad o la peor de las noticias.
Video
Homenaje del Martín Fierro por los 100 años de Radio Mitre
Un micrófono, como muchas otras cosas en los medios, no es para cualquiera. Y en un trabajo de bisturí, archivo, merecimiento y memoria, elegimos algunas voces fundamentales de Mitre. Son las elegidas para armar un seleccionado, y que la gente ponga la camiseta que quiera. La idea no es dejar a nadie afuera, sólo repasar épocas, rendir tributo, hacer escalas en programas y conductores o locutores que fueron y son parte de este siglo radial.
Jorge Lanata
“Yo creo que lo más inteligente en radio es abrir una puerta. Yo participé en Radio Belgrano en los ‘80 y también llegamos a estar primeros como hoy en Mitre. La radio tiene que ser lo más parecido a la realidad, y creo que eso se logra en el programa. Digamos, si la televisión tiene más que ver con el poder, la radio es el alma”, escribió Lanata a pedido de Clarín cuando Mitre celebró sus 90 años.
Hasta poco antes de morir -el 30 de diciembre del 2024-, conducía Lanata sin filtro, en la segunda mañana, uno de los ciclos más escuchados de la Argentina.
Jorge supo hacer de sus programas un espacio combinado entre la información dura, la urgente, la distendida, supo acortar distancia con el oyente, supo armar equipos. Y en los últimos años, gracias a la tecnología, también permitió ser visto haciendo radio con su pucho en la mano, con un auricular puesto y otro afuera, apasionado, atento a todo, desde lo más delicado de la política a lo más trivial de la farándula. Tuteaba al oyente y no hablaba desde el pedestal al que muchos se suben sin siquiera su talento.
Desde su partida, de 10 a 13 (de lunes a viernes) se emite Nuestra mañana, conducida por Marcelo Bonelli, otro hombre clave de la casa.
Néstor Ibarra
Seguramente esté en la memoria de los oyentes como “el amigo radial de las mañanas”. Era Néstor, a secas, cuando en los ‘80 y ‘90 ninguna figura pública -salvando cualquier distancia- había impuesto tanto ese nombre de pila.
Néstor hablaba con el oyente con la misma atención y respeto que con cualquier personaje ultra conocido. Él sostenía, como muchos actores, que “no importa si del otro lado hay una o un millón de personas. Hay alguien, y eso es lo que vale”.
Ibarra falleció el 3 de enero 2005 y su espacio no fue fácil de reemplazar. Después de haber integrado el legendario equipo deportivo de Sport 80 (entre el ‘82 y el 85), participó en los ciclos Cordialmente, del inmenso Juan Carlos Mareco, y Magazine de la mañana.
Hasta que en 1993 tuvo su programa propio en las primeras horas del día: Hoy por hoy era un espacio de información y también tenía aroma a magazine. Su tono afable, su estilo distendido, su manejo del idioma y su dicción impecable lo volvían cercano… eso que la radio siempre busca.
Magdalena Ruiz Guiñazú

Hubo cientos de voces femeninas en ese micrófono, pero la de Magdalena quedará como la de la máxima referencia entre las periodistas. Todos los personajes públicos querían hacerse oír en su Magdalena tempranísimo, uno de los emblemas de la radiofonía general.
Dueña de un lenguaje exquisito, pero al mismo tiempo nada excluyente, “Magda” -como quedó instalado en la memoria emotiva de toda la emisora- le ponía la misma pasión a una entrevista con un presidente como con un actor secundario y le encantaba comentar lo que había visto en televisión la noche anterior. Era fan de las ficciones argentinas.
Madrugadora sin despertador, se preparaba siempre, para el tema que fuera, como si tuviera que dar el mejor examen de su vida. Y eso llegaba del otro lado. Así se construye, especialmente, el respeto profesional. Y la credibilidad en un medio masivo.
Nicolás “Pipo” Mancera
Fue hombre de televisión, pero también de radio. Fue el que revolucionó la pantalla chica con sus Sábados circulares, pionero de los programas ómnibus por que el pasaron todos los grandes, y también fue un caballero del aire.
A Mitre llegó a fines del ’96, para conducir unos especiales, “por tiempo limitado, hasta que me vaya a Punta del Este” propuso como condición. Y se fue, y en marzo del 97 -seguramente “a pedido del público”– volvió para conducir de lunes a viernes de 20 a 23 Simplemente Mancera, un espacio sin reloj y las mejores anécdotas del anfitrión y sus invitados..
Contaba que le pidieron un personaje fuerte para el primer programa: “Al que quieras. ¿Querés a Sandro?”. Y ahí estuvo el Gitano, porque Mancera era de contextura pequeña pero de talento enorme y nadie quería quedarse afuera de sus proyectos. Decía que lo suyo era “saber escuchar, saber provocar y usar la palabra justa. Y también el silencio”. Un maestro de la comunicación.
Video
Mitre cumple 100 años: la radio se ríe de sí misma
Juan Carlos Del Missier
Casi un sinónimo de Mitre. Lleva más de 38 años trabajando en distintos programas, y recorriendo casi todo el espinel horario. Voz inconfundible, cadencia armónica, representa lo que uno podría sintetizar, simplemente, como una “verdadera compañía”.
Atesora una colección musical envidiable que, lejos de guardarla para sus momentos de ocio o intimidad, las comparte para todos. “Juanca” es como un amigo de la radio, esa figura de la que tal vez no todos conozcan su rostro, pero con sólo oírlo dar el buen día, y tratar de instalar un clima de entusiasmo y alegría, uno ya sabe de quién se trata.
Hizo de todo en Mitre y actualmente -y desde hace años- confirma que no estamos solos en la madrugada, ya que de 1 a 5 conduce De la noche a la mañana, y los domingos, de 13 a 16, ruega que Vivamos la vida.
Es un hombre formado, que imagina mil situaciones posibles del otro lado y siempre tiene un mensaje de aliento para quien transite cada una de ella. Su voz lo delata locutor, su modo lo desnuda empático.
Eduardo Feinmann
Si bien ya había trabajado en la radio integrando el equipo de Néstor Ibarra, volvió a Mitre (con programa propio) el 1 de febrero del 2022, para estar al frente de la primera mañana, en el espacio que hasta ese momento ocupaba Marcelo Longobardi.

Entre las 6 y las 10 -antes hacía el pase con Jorge Lanata, ahora lo hace con Marcelo Bonelli– lidera la audiencia radial con Alguien tiene que decirlo. Después de haber pasado por diferentes emisoras encontró en los oyentes de Mitre un público que va aumentando su caudal. Y en julio, según las mediciones oficiales de Kantar Ibope Media, fue una vez más lo más escuchado, con un 39,1 por ciento de share (la cuota de audiencia del total de encendido de ese momento).
Maneja el ritmo informativo de la primera mañana como nadie: sabe cada cuánto hay que repetir los servicios básicos, actualizar el estado de tránsito y las condiciones de clima, sabe preparar al que está por salir de casa. Acompaña el “empezar el día” de muchos. Y su gran manejo de pausa y palabra le permite hacer hincapié en lo importante, sin distracción, como para que nadie se pierda en la marea informativo. Hay un modo Feinmann en el estilo no sólo de hacer periodismo, sino de comunicar.

Betty Elizalde
Figura emblemática de la radiofonía argentina, su voz era, sencillamente, envolvente. Mezcla perfecta de seducción y picardía. De informar, de entretener y de hacerse sentir cerca, aunque en su época no existía la imagen de radio. Pero ella se las ingeniaba para que uno imaginara.
Betty integró ese clásico de las mañanas de Mitre llamado El clan del aire, que se emitió entre 1970 y 1976 (iba de 9.30 a 12.30, de lunes a viernes). Si bien oficiaba de capitana del barco que siempre llegaba al puerto de lo ameno, de lo esperanzador, de lo desdramatizado, se trataba de una conducción coral, en la que también sobresalía su amigo Guillermo Brizuela Méndez, uno de los próceres de la TV en vivo y en blanco y negro.
Y con guiones del gran Juan Carlos Mesa, el dream team formaba con Juan Carlos Altavista, Juan Carlos Calabró y Haydée Padilla, entre otros.
Deolinda Beatriz Bistagnino -que murió en noviembre de 2018- diluía cualquier tipo de distancia entre el estudio y el afuera. No había obstáculo de ningún tipo -ni técnico, ni de producción, ni de formación ni de distracción ajena- para que sus palabras, enmarcadas en un histrionismo permanente, endulzaran los oídos. Escucharla hacía bien.
Jorge Guinzburg
Periodista rupturista como pocos, hizo de la noticia la mejor de las rebeldías. Siempre un paso adelante de los demás con sus “ideas locas, no tan locas”, decía siempre como una muletilla de advertencia. Así como despabiló la televisión matutina -con sus inolvidables e irrepetibles Mañanas informales– se puede decir sin exagerar que revolucionó la radio con su humor, con su impronta atrevida, con su tremenda capacidad para conseguir jugosas confesiones de sus entrevistados.
Invitado recurrente de varios programas de la radio durante décadas, en 2005 fue elegido para conducir Vitamina G, que se emitía de lunes a viernes de 17 a 20. Se extraña su risa, su mirada filosa, sus conocimientos y generosidad para hacer de sus grupos de trabajo un club de amigos.
Fernando Bravo
Tiene 81 años y más de 60 oficio. Y se le nota la experiencia como a pocos. De sus palotes en una propaladora de San Pedro, su ciudad natal, a la radio más escuchada, donde todas las tardes conduce Bravo por Mitre, de 16 a 19.
Llegó desde Continental para subirse al colectivo global de Mitre (se escucha en buena parte del mundo) y ser líder en su franja según las planillas de rating de julio, con ese estilo de hombre el interior que, a pesar de haber dejado de caminar a diario las calles sampedrinas, no olvida sus raíces.

Es un interlocutor ideal para charla a agenda abierta, por más que uno sepa que se sienta frente al micrófono teniendo en claro por qué temas transitará su ciclo. Pero Bravo propone como un contrato virtual de “abramos ventana y veamos”.
Si bien siempre fue fiel a una forma de hacer radio, desde hace unos años el análisis de la actualidad política y social fue tomando mayor fuerza en su conducción y potenció más su temperamento público. Defensor del debate, sabe generar espacios en los que el disenso no termina inevitablemente hundido en la grieta.
Bravo acompaña la segunda parte del día de los argentinos, sin soltarle la mano a la agenda, pero amenizando la tarde con un salpicado temático planteado por un hombre que anduvo las calles de tierra en pantalón corto y ahora entiende y se adapta perfectamente a -aquello que alguna vez auguró su amigo Juan Alberto Badía– lo que es la “imagen de radio”.
Juan Carlos Pascual
La voz de Mitre, le decían. Y la razón que tenían. Locutor emblema de la AM 790 trabajó 60 años en esa radio y fue testigo de la mayoría de los hitos de la emisora. Condujo, entre otros ciclos, El club del disco.
“Fue una de las primeras radios que empezó a transmitir las 24 horas del día” , le contó a Clarín para uno de los aniversarios de Mitre.
Murió en el 2019 a los 82 años, dejó una huella en la historia de Mitre y, entre otras cosas que dejó, está su colección de 55 mil vinilos (según su propio cálculo). El día de su partida alguien puso en las redes el hashtag “se apagó la radio”. Un homenaje moderno para una voz con historia.
Y siguen las firmas… y se viene la fiesta
Más allá de este homenaje a un pedacito de ese siglo de historia, en la página web radiomitre.com.ar hay fotos, audios, jingles y otras perlitas de las últimas décadas.
Podrían seguir los tributos personalizados para las figuras de Mitre, pero en cien años se han hecho oír miles de voces. Como la de Marcelo Bonelli, nombre ligado a la historia de esta radio, elegido para ocupar el espacio que tenía Lanata.
Integró equipo con Magdalena y con Ibarra, entre otros, y desde este año conduce Nuestra mañana, de 10 a 13, la más escuchada de su franja.
Y tampoco deberían faltar los nombres de Nora Perlé, Juan Carlos Mareco, Adolfo Castelo, Chiche Gelblung, Santo Biasatti, Julio Lagos, Víctor Hugo Morales, Alejandro Fantino, Marcelo Longobardi, Pepe Eliaschev, Anselmo Marini…
Video
Un repaso por los 100 años de Radio Mitre
Y párrafo aparte para el multipremiado Mitre informa primero, el servicio informativo que lleva ganados 25 Martín Fierro.
Imposible precisar la cantidad de estatuillas que recibieron locutores, productores, conductores, operadores y movileros de Mitre a lo largo de su historia.
Muchos de ellos estarán este sábado a las 16.30 en la celebración por su primer siglo de Mitre, que se realizará en el Teatro Coliseo -con las actuaciones, entre otros, de Abel Pintos y Roberto Moldavsky-, el lugar donde nació la radiofonía, hace 105 años. Que sigue viva. Y encendida.
Cortesía de Clarín
Dejanos un comentario: