Organizar nuestro correo electrónico a veces resulta tedioso. Una de las razones por las que nuestra bandeja de entrada se convierte en un caos lleno de mensajes, que ni recordamos de dónde salieron, es tan obvia como sencilla: para cualquier trámite nos piden nuestro correo.
Ya sea que pidas información para un servicio, contrates alguna plataforma de streaming o bien solo te conectes a una red gratuita de una cafetería, el email es nuestro de nuestros principales medios de contacto. Pero llegado el momento de poner orden te encuentras con un dilema: dar clic en “cancelar suscripción”.
Por si no te has dado cuenta, muchos de los correos llegados de empresas suelen tener un mensaje con las leyendas “Cancelar suscripción”, “Si quieres darte de baja, pulsa aquí” o el clásico “Unsubscribe“. La lógica es clara: presionas y el remitente desaparece.
Sin embargo, no es tan simple como parece. De acuerdo con DNSFilter, se debe prestar atención ya que existen decenas de enlaces de cancelación que bien pueden llevarnos a sitios potencialmente peligrosos. Y si bien dicha función es legítima, suele llevarnos a una página externa.
Ejemplo de enlaces.
Los riesgos. El problema con este tipo de procedimientos es que al llevarnos al redirigirnos a otra web, se confirma que nuestra dirección está activa. Al dar por sentado esa verificación, bien se nos puede bombardear con más publicidad hasta ser víctimas de phishing o intentos de estafa.
Otras de las posibilidades es que se busque inyectar un malware a nuestro dispositivo. ¿Complejo? Sí ¿Imposible? No. Algo aún más extraño es ser redirigido a una página que imite servicios legítimos y solicite datos personales bajo la falsa promesa de una cancelación. Entonces ¿Cuál es la solución?
Cómo cancelar la suscripción de correos electrónicos
- Función integrada. Si no lo has notado, algunos servicios de correo, como iCloud o Gmail tienen esta opción directamente en su interfaz. Si te fijas en la parte superior del correo, usualmente a lado del nombre del remitente, aparece el botón “Unsubscribe“. Es una alternativa más segura que forman parte del propio sistema.
- Marcar spam. Esta opción sirve para indicar el correo como no deseado. Aunque tendrías que seleccionar cada mensaje uno por uno, desaparece de la bandeja de entrada de manera inmediata. Además, el sistema aprende a bloquear futuros correos similares.
- Usar correos desechables. La tercera vía, útil aunque un tanto enredada, es utilizar cuentas de correo electrónico alternativas. Alguna que no uses frecuentemente, pero esencialmente que no sea nuestra dirección real. Así, te evitas compartirla y la desechable bien la puedes dar de baja.

Ejemplo de función integrada.
Como tip, si utilizas dispositivos Apple puedes activar la función “Ocultar mi correo electrónico” al momento de registrarte en algún servicio. Así, el sistema genera una dirección aleatoria que únicamente reenvía los correos a la cuenta principal. Si recibes mensajes molestos, solo debes eliminar la dirección de correo temporal.
Cabe mencionar que dicha función es gratuita, pero en caso de tener iCloud+ pueden crear nuevas direcciones en cualquier momento. Y esta es solo una de las recomendaciones básicas: mantener el software actualizado y contar con una herramienta de protección contra malware. Si bien no son garantías absolutas, mejor prevenir que lamentar.
Cortesía de Xataka
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