El comercio surgió con el trueque durante el Neolítico (entre el 6,000 y el 3,000 a.C.), y podemos pensar que con este también aparecieron los primeros clientes insatisfechos con vendedores. No obstante, la primera evidencia de esto nos llega desde el 1,750 a.C., es decir hace casi cuatro siglos.
Se trata de la “tabla de queja de Ea-nasir”, encontrada en la antigua ciudad sumeria de Ur (en lo que hoy es Irak) y adquirida por el Museo Británico en 1953. El documento recoge el reclamo de un cliente identificado como Nanni hacia Ea-nasir, un comerciante al cual acusa de venderle cobre de mala calidad, a pesar de que este había pagado por material de alta pureza.
El reclamo de Nanni a Ea-nasir
De acuerdo con Guinness World Records, esta tablilla ostenta el título de ser la más antigua que se conoce, con 3,767 años. Hoy en día sabemos qué es lo que dice gracias a traducciones como la de Leo Oppenheim, un asiriólogo autor de Cartas desde Mesopotamia: Cartas oficiales, comerciales y privadas sobre tablillas de arcilla de dos milenios. La carta comienza de la siguiente manera:
Cuando llegaste, me dijiste: “Le daré a Gimil-Sin (cuando venga) lingotes de cobre de buena calidad”. Te marchaste entonces, pero no cumpliste lo que me prometiste. Me enviaste cobre que no sirve con mi mensajero (Sit-Sin) y dijiste: “Si quieres llevártelos, llévalos; si no, ¡vete!”.
Nanni no solo estaba furioso con Ea-nasir por haberle vendido cobre de mala calidad y baja pureza, ya que el comerciante además se negó a devolverle el dinero que había pagado por el metal. El cliente también se queja de que los mensajeros que le envió fueron “tratados con desprecio” a pesar de que tuvieron que atravesar “territorio enemigo” para llegar a él:
¿Por quién me tomas para tratar a alguien como yo con tanto desprecio? He enviado como mensajeros a caballeros como nosotros para recoger la bolsa con mi dinero (depositado contigo), pero me has tratado con desprecio enviándomelo con las manos vacías varias veces, y eso a través de territorio enemigo.
Gracias a la tablilla también nos enteramos de que Nanni había quedado a deber a Ea-nasir una mina de plata, lo que equivaldría a varios kilos. Sin embargo, el primero le recuerda al comerciante que tanto él como alguien llamado Umi-Abum dieron “al palacio 1,080 libras de cobre en tu nombre“. Según La Brújula Verde, esto debió tratarse de algún impuesto. Pese a todo, el final de la carta parece indicar que Nanni estaba dispuesto a seguir haciendo tratos con Ea-nasir. Eso sí, ahora con mayor recelo:
Ten en cuenta que (a partir de ahora) no aceptaré ningún cobre que no sea de buena calidad. De ahora en adelante, seleccionaré y cogeré los lingotes individualmente en mi propio terreno y ejerceré contra ti mi derecho de rechazo porque me has tratado con desprecio.
Más quejas contra el comerciante
Se piensa que Ea-nasir pudo haber sido el principal mercader de cobre de Ur, puesto que en su vivienda se hallaron muchas tablillas sobre su negocio, además de la queja de Nanni y misivas similares de otros clientes, como las de Imgur-Sin y Arbituram, quienes le pidieron hasta en tres ocasiones que enviara cobre de buena calidad a un tercero. También había otro mensaje de un cliente anónimo que reclamaba por recibir menos cobre del esperado.
Lo cierto es que, en la antigüedad, como ahora, era importante para los comerciantes llevar un registro escrito de todo lo relacionado con su oficio. Incluso se sabe que llevaban libros contables. De acuerdo con Denise Schmandt-Besserat, de la Universidad de Austin Texas, los registros contables más antiguos datan del 5,000 a.C.
Cortesía de Xataka
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