Gracias a una campaña de vacunación intensiva, Nepal elimina la rubéola como problema de salud pública pese a años de pandemia, pobreza y desastres naturales

En una región marcada por desafíos geográficos extremos, recursos limitados y desastres naturales recurrentes, un pequeño país asiático ha dado un paso colosal en la historia de la salud pública global. Nepal ha sido declarado libre de rubéola como problema de salud pública, convirtiéndose en el sexto país del sudeste asiático en lograrlo y el primero en hacerlo tras el duro golpe de la pandemia de COVID-19 y los terremotos que sacudieron su territorio en 2015 y 2023.

El anuncio fue realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) este 18 de agosto de 2025, tras una evaluación técnica realizada por la Comisión Regional de Verificación para la Eliminación del Sarampión y la Rubéola (SEA-RVC). La decisión se basó en una revisión exhaustiva de los datos de vigilancia epidemiológica y de cobertura de vacunación, donde Nepal demostró niveles sostenidos de control y ausencia de transmisión endémica del virus.

Lo que hace aún más notable este logro es que llega un año antes del objetivo regional fijado para 2026, cuando los países del sudeste asiático se comprometieron a erradicar tanto el sarampión como la rubéola. En un contexto donde muchos sistemas de salud aún se están recuperando de los estragos de la pandemia, el caso nepalí sobresale como un modelo de resiliencia, cooperación comunitaria y eficacia en salud pública.

Una amenaza silenciosa

La rubéola, también conocida como sarampión alemán, es una infección vírica altamente contagiosa que suele manifestarse con síntomas leves o incluso pasar desapercibida en los adultos. Sin embargo, en mujeres embarazadas representa una amenaza grave: puede causar abortos espontáneos, muerte fetal o el temido síndrome de rubéola congénita, una condición que deja a los bebés con defectos irreversibles como sordera, cataratas, malformaciones cardíacas y retraso en el desarrollo.

A pesar de ser prevenible con una vacuna segura y económica, la rubéola sigue siendo un riesgo en muchas partes del mundo donde la inmunización no es sistemática o las coberturas son bajas. De ahí que la eliminación del virus en un país no solo proteja a su población, sino que reduce la circulación regional del virus y protege indirectamente a millones de personas en sus países vecinos.

La lucha contra una de las enfermedades más silenciosas y devastadoras ha dado un giro inesperado en el Himalaya
La lucha contra una de las enfermedades más silenciosas y devastadoras ha dado un giro inesperado en el Himalaya. Foto: Istock/OMS/Christian Pérez

Una década de inmunización intensiva

Nepal inició su cruzada contra la rubéola en 2012, cuando introdujo la vacuna combinada contra sarampión y rubéola en su programa nacional de inmunización. La campaña inicial fue ambiciosa: abarcó a todos los niños y niñas de entre 9 meses y 15 años en una sola jornada masiva. Desde entonces, el país ha mantenido una cobertura superior al 95% en al menos una dosis, y desde 2016 incorporó una segunda dosis al esquema rutinario.

Este esfuerzo sostenido se complementó con campañas nacionales en 2012, 2016, 2020 y 2024, en las que se vacunó de manera intensiva en comunidades rurales, zonas montañosas remotas y contextos de difícil acceso. Incluso durante la pandemia, cuando el mundo entero suspendió o retrasó actividades de salud pública esenciales, Nepal logró mantener el impulso vacunador y garantizar el acceso en todo el territorio.

Una de las estrategias más innovadoras fue la declaración de distritos “totalmente inmunizados”, una etiqueta simbólica que motivaba a autoridades locales y trabajadores sanitarios a alcanzar coberturas óptimas. Además, iniciativas como el “mes de la inmunización” y campañas puerta a puerta permitieron vacunar a niños y niñas que habían quedado rezagados del sistema regular.

Tecnología, vigilancia y ciencia local

Más allá de las campañas de vacunación, Nepal ha invertido en reforzar su sistema de vigilancia epidemiológica y capacidad diagnóstica. En los últimos años, desarrolló un algoritmo de laboratorio avanzado para la detección y confirmación de casos, convirtiéndose en el primer país de la región del sudeste asiático en aplicar esta tecnología. Esto ha permitido una identificación más precisa de los focos de infección y una respuesta más rápida a los brotes potenciales.

Los datos, recopilados por el Comité Nacional de Verificación y revisados por el panel regional de expertos, muestran una caída sostenida de casos confirmados desde 2018, sin evidencia de transmisión sostenida del virus en los últimos años. Esta ausencia de circulación endémica, junto con los altos niveles de inmunidad poblacional, fue clave para que la OMS certificara la eliminación.

Un logro sanitario sin precedentes que marca un antes y un después en la lucha contra las enfermedades prevenibles
Un logro sanitario sin precedentes que marca un antes y un después en la lucha contra las enfermedades prevenibles. Foto: Istock/Christian Pérez

Un modelo replicable

Con este logro, Nepal se une a una lista creciente de países de la región que han logrado erradicar enfermedades gracias a programas de inmunización robustos. Antes de Nepal, ya lo habían conseguido Bután, Corea del Norte, Maldivas, Sri Lanka y Timor Oriental.

En un momento en que la confianza en las vacunas enfrenta desafíos globales y las campañas contra las vacunas se amplifican en redes sociales, historias como la de Nepal reafirman el valor de la ciencia, la medicina preventiva y la colaboración comunitaria. No se trata únicamente de una victoria médica, sino de un triunfo colectivo de un país que ha sabido poner la salud de su población infantil en el centro de sus prioridades.

El caso nepalí también envía un mensaje claro a la región: la eliminación es posible incluso en contextos adversos. Con voluntad política, apoyo internacional —en este caso, de la OMS y de Gavi, la Alianza para las Vacunas— y compromiso local, se pueden alcanzar metas ambiciosas de salud pública. Ahora, el reto será sostener esta eliminación y evitar reintroducciones del virus, especialmente desde países donde la rubéola aún es endémica.

El futuro inmediato de Nepal pasa por mantener su red de vigilancia activa, garantizar la cobertura vacunal y preparar respuestas rápidas ante cualquier señal de alerta. Pero hoy, el país puede celebrar con orgullo una de las mayores conquistas sanitarias de su historia reciente.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Muy Interesante



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