Nissan no solo confirmó el cierre de su planta en CIVAC, Morelos. Ahora también se ha destapado la posibilidad de vender los terrenos que por casi seis décadas fueron el corazón de la industria automotriz mexicana, según reportes de El Sol de Cuernavaca y La Unión de Morelos. La noticia salió a la luz a través de una supuesta circular interna del Sindicato Independiente de Trabajadores de la empresa, donde se detalla que durante una reunión con representantes de la armadora y del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, se habló no solo de un cierre irreversible, sino también de la intención de desprenderse de las instalaciones.
El documento, fechado el 13 de agosto de 2025, fue compartido entre los trabajadores como parte de un proceso de comunicación sindical. En él, se confirma que la planta de CIVAC no tiene marcha atrás. La reunión, en la que participó el coordinador general de conciliadores, Francisco Sáenz García, dejó claro que Nissan no solo dejará de operar en Morelos, también prepara la venta de un terreno de 41 hectáreas que marcó un antes y un después en la producción de vehículos en el país. Por ahora, ni la empresa ni el gobierno estatal han dado un posicionamiento oficial sobre esta transacción.
La noticia sacudió a Morelos y al país completo. La planta de CIVAC, inaugurada en 1966, fue la primera instalación de Nissan fuera de Japón y produjo más de 6.5 millones de autos en casi sesenta años de historia. Modelos emblemáticos como Tsuru y Versa salieron de sus líneas de montaje, lo que convirtió a Jiutepec en sinónimo de industria y movilidad. Que ahora se hable de vender el complejo significa no solo el cierre de una era, sino la ruptura de un vínculo emocional con miles de familias que crecieron bajo la sombra de sus talleres.
La decisión de Nissan responde a una estrategia global. Con su plan Re:Nissan, la armadora busca reducir el número de fábricas en el planeta y concentrar su producción en instalaciones más modernas. En México, esa concentración apunta hacia Aguascalientes, donde la marca ya opera uno de sus complejos más avanzados. Allí se trasladará toda la producción mexicana a partir del año fiscal 2025, que finaliza en marzo de 2026. La meta es tener plantas con ocupación cercana al 100% y adaptadas a las nuevas tecnologías que demanda el mercado.
Planta CIVAC de Nissan en Morelos, México.
CIVAC queda fuera del mapa no por falta de historia, sino porque el futuro de Nissan se juega en otro tablero. La compañía considera que Aguascalientes ofrece mejor infraestructura, mayor capacidad tecnológica y una respuesta más rápida a las exigencias del mercado. Iván Espinosa, CEO de Nissan, admitió que cerrar Morelos fue una decisión difícil, pero necesaria para fortalecer a la compañía frente a un entorno más competitivo y globalizado. Una apuesta que busca garantizar la permanencia de la marca en México.
Ahora la verdadera pregunta es qué pasará con ese terreno y si terminará convertido en otro proyecto para la industria automotriz o si quedará como un recuerdo en ruinas de una época dorada. Mientras tanto, el sindicato presiona para asegurar la permanencia de los empleos y busca que tanto el gobierno estatal (que suplica por que Nissan no se vaya del estado) como el federal se involucren en esta transición. Para Nissan, el futuro está en Aguascalientes, pero para Morelos, la herida apenas comienza a abrirse.
Cortesía de Xataka
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