Radiografía urgente de un malestar silenciado en España: los datos sobre muertes autoinfligidas en la población infantojuvenil

Cada vez más jóvenes y adolescentes mueren por suicidio en España. Aunque sigue siendo un fenómeno difícil de comprender y de aceptar, los datos no mienten: entre 2012 y 2022, más de 3.300 menores de 30 años perdieron la vida por esta causa. Y lo más preocupante es que el número no deja de crecer, especialmente entre chicos de 15 a 29 años. ¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué se disparan los casos en ciertas comunidades? ¿Qué papel juega la edad, el género o incluso el mes del año?

La salud mental de la infancia y la adolescencia se ha convertido en una prioridad en las agendas públicas de numerosos países. En España, la evolución reciente de las cifras de suicidio en población menor de 30 años ha suscitado preocupación entre profesionales de la salud, la educación, la psicología y el trabajo social. Aunque el suicidio sigue siendo un fenómeno relativamente infrecuente en esta etapa vital, su tendencia ascendente, junto con su fuerte impacto individual, familiar y comunitario, lo convierten en un fenómeno de alto interés desde el punto de vista preventivo y social.

¿Quiénes son las víctimas?

En España, entre 2012 y 2022, se registraron 3.368 suicidios entre personas menores de 30 años. De ellos, 118 correspondieron a niños y niñas menores de 15 años, y 3.250 al grupo de 15 a 29 años. Aunque los casos infantiles son menos frecuentes, su impacto social es profundo: cada muerte representa una pérdida devastadora para familias, centros escolares y comunidades enteras y ponen en evidencia situaciones de sufrimiento profundo en edades tempranas que exigen una respuesta estructural por parte de los sistemas de salud y protección.

El análisis por sexo muestra una clara desigualdad: los varones presentan tasas de suicidio notablemente superiores a las de las mujeres. En el grupo de 15 a 29 años, aproximadamente el 74  % de los casos fueron hombres. Esta diferencia, coherente con patrones internacionales, ha sido constante en el tiempo. En menores de 15, el patrón se repite, aunque en algunos años, como 2017 o 2020, las cifras entre chicas igualaron o incluso superaron a las de los chicos.

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Tres de cada cuatro casos en el grupo de 15 a 29 años fueron varones. Sin embargo, el aumento entre chicas menores de 15 es cada vez más visible. Fuente: ????

Tendencias que preocupan

La evolución de los datos a lo largo de la década muestra un aumento progresivo de casos en población joven, con picos destacados en 2021 y 2022. El grupo de 15 a 19 años, en particular, ha experimentado un crecimiento llamativo: en 2022 se registraron 75 suicidios en este grupo, frente a los 53 del año anterior. El incremento fue especialmente notable entre los chicos.

También se observan patrones estacionales significativos. Entre los menores de 15 años, los meses con mayor número de suicidios son mayo, marzo y octubre. En jóvenes de 15 a 29 años, destacan los meses de septiembre, julio y junio. Estos momentos del año podrían estar asociados a transiciones académicas que podrían generar estrés escolar, periodos de soledad en época estival o cambios vitales que aumentan la vulnerabilidad emocional.

Identificar estos periodos de mayor riesgo puede ser útil para concentrar esfuerzos preventivos y mejorar la planificación de recursos en momentos clave del calendario escolar y familiar.

Dónde se concentra el problema

El suicidio juvenil no afecta por igual a todas las regiones. Cataluña, Andalucía y Madrid concentran los mayores números absolutos, lo que es esperable por su volumen de población. Pero si analizamos las tasas por cada 100.000 habitantes, la situación cambia. Comunidades como Aragón, Murcia, Navarra y Asturias presentan tasas especialmente altas en el grupo de 15 a 29 años.

Otro hallazgo llamativo es que los municipios más pequeños, con menos de 10.000 habitantes, presentan tasas elevadas de suicidio juvenil en proporción a su población. Aunque las grandes ciudades concentran el mayor número absoluto de casos, las tasas más altas en proporción a la población se registran en municipios pequeños, con menos de 10.000 habitantes. Esto pone de manifiesto la importancia de no concentrar todos los esfuerzos preventivos en entornos urbanos y de garantizar la accesibilidad de recursos de salud mental en el ámbito rural o semirrural.

Gráfico estudio Salud mental
Evolución del número de suicidios en menores de 15 años (2012-22). Chicos, chicas y total. Fuente: Instituto Nacional de Estadística / Noelia Navarro Gómez / Rubén Trigueros-Ramos / Revista Clínica Contemporánea (2025).

¿Cómo se quitan la vida los jóvenes?

El estudio de los métodos empleados en los suicidios aporta información clave para el diseño de políticas de prevención. 

Los métodos más frecuentes varían según la edad y el sexo. En menores de 15 años, el ahorcamiento y el salto desde lugares elevados son los más comunes. En el grupo de 15 a 29 años, predominan el envenenamiento y el ahorcamiento. La diferencia por género también es relevante: los chicos tienden a emplear métodos más letales.

Este dato es crucial para diseñar estrategias de prevención. Limitar el acceso a medios letales (por ejemplo, instalar barreras en puentes o regular ciertas sustancias) ha demostrado ser eficaz en otros países.

¿Qué factores están detrás?

No hay una única causa que explique el suicidio juvenil, sino que estamos ante un fenómeno complejo, multicausal y profundamente relacionado con el contexto social y emocional.

Entre los factores más relevantes destacan:

  • Trastornos de salud mental (especialmente depresión, trastornos de ansiedad y consumo de sustancias)
  • Adversidades familiares y violencia intrafamiliar
  • Acoso escolar y ciberacoso
  • Problemas de identidad y discriminación
  • Falta de acceso a atención psicológica especializada
  • Estigmatización del sufrimiento emocional y de la búsqueda de ayuda

La pandemia de COVID-19 ha amplificado muchas de estas vulnerabilidades, alterando rutinas escolares, reduciendo las redes de apoyo y afectando a la estabilidad emocional de niños, adolescentes y jóvenes.

También se ha documentado el llamado efecto de imitación o “efecto Werther”: la exposición a casos de suicidio (especialmente si se trata de personas conocidas, celebridades o compañeros) puede actuar como desencadenante en jóvenes con una situación emocional frágil. De ahí la importancia de que los medios de comunicación y redes sociales sigan pautas responsables al tratar estas noticias.

Radiografía urgente de un malestar silenciado en España, los datos sobre muertes autoinfligidas en la población infantojuvenil. Salud mental.
Problemas de salud mental, acoso, violencia familiar y falta de atención psicológica especializada son algunos de los detonantes clave. Fuente: ????

¿Qué se puede hacer?

Prevenir el suicidio en población joven requiere una respuesta integral, sostenida y multisectorial, con medidas como:

  • La creación de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio, que garantice la coordinación entre territorios y promueva estándares comunes.
  • El refuerzo de los servicios de salud mental infantojuvenil, especialmente en atención primaria y ámbito escolar.
  • La incorporación de protocolos específicos en centros educativos, con formación para docentes, orientadores y personal de apoyo.
  • Campañas institucionales que visibilicen el sufrimiento emocional sin estigmas y promuevan el acceso a la ayuda profesional.

Un reto compartido

Hablar de suicidio no es sencillo. Pero callarlo es aún más peligroso. Este análisis basado en diez años de datos nos muestra un escenario complejo, donde la juventud sufre y, en ocasiones, no encuentra salidas. Comprender las cifras no significa normalizarlas, sino reconocer la responsabilidad colectiva de actuar con anticipación, sensibilidad y compromiso La prevención del suicidio juvenil requiere empatía, compromiso institucional y una acción sostenida que involucre a familias, escuelas, profesionales y medios de comunicación.

Referencias


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Noelia Navarro Gómez

Doctora en Psicología y Doctora en Educación

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OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Muy Interesante



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