El terremoto olvidado de Acambay de 1912 que sacudió al Edomex y reveló su vulnerabilidad sísmica

Cuando hablamos de sismos en México, sólo se nos vienen a la mente dos de manera recurrente: el de 1985 y el de 2017, los dos igual de devastadores y sorpresivos por haber ocurrido en una misma fecha en distintos tiempos: 19 de septiembre. Sin embargo, nuestro país ha sido escenario de otros sismos que, con el paso del tiempo, han sido olvidados. 

FERIA DE SAN FRANCISCO

Uno de estos sismos es el que ocurrió en Acambay, en el Estado de México, en el año de 1912, en plena época de la Revolución, de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). Este movimiento telúrico tiene diversas peculiaridades; una de ellas, quizá de las más extrañas, es que a diferencia de otros sismos conocidos en México, no tuvo epicentro en las costas, lo que evidenció una vulnerabilidad geológica en el centro del país. 

Hoy hablaremos del terremoto de Acambay de 1912, a propósito del aniversario que conmemoraremos en unas semanas más en torno a los sismos del 19 de septiembre en 1985 y 2017. A casi 113 años de haber sucedido en el Estado de México, este sismo también merece ser recordado, . 

El terremoto de Acambay ocurrió en tiempos de la Revolución Mexicana | Gobierno de México

¿Cuándo ocurrió el terremoto de Acambay, cuál fue el epicentro y la magnitud?

El terremoto de Acambay sucedió a las 07:55 horas, un martes 19 de noviembre de 1912. La magnitud que registra Cenapred es de 6.9 grados, siendo el epicentro Acambay, municipio del Estado de México, ubicado a 80 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México, dentro de lo que se llama Eje Volcánico Transmexicano (EVT). En dicho eje se encuentran situadas diversas fallas geológicas regionales con distintos grados de actividad sísmica. 

Este sismo ocurrió en los tiempos de la Revolución Mexicana, en el llamado graben de Acambay, una estructura que tiene 40 kilómetros de longitud y 15 kilómetros de ancho, aproximadamente. Está delimitado por cuatro fallas normales mayores de orientación este-oeste:

  • Las fallas Acambay-Tixmadejé por el norte.
  • Epitacio Huerta, por el norte.
  • Venta de Bravo y Pastores, por el sur. 
  • Sistema de fallas Temascalcingo-Tepuxtepec-Acámbaro, que atraviesa toda la cuenta de este-oeste.

Este sismo hizo evidente la vulnerabilidad geológica de la zona, al no ser un territorio costeño, si se considera que es en el litoral del Pacífico Mexicano donde tiene origen la mayoría de los sismos en el país. Además, la casi nula coordinación de las autoridades estatales en aquella época, aunado al conflicto revolucionario, dejó a la ciudadanía afectada a merced de lo que pudiera hacer la sociedad civil y la comunidad extranjera que se enteró del suceso. 

Este fue el territorio afectado en Acambay en 1912 | Gobierno de México

¿Cuántas personas murieron en el terremoto de Acambay de 1912?

En la actualidad, un terremoto como el de Acambay —con todo y la magnitud de 6.9 grados en la escala de Richter— podría suponer una desgracia mayor a la de aquel entonces, debido a la cantidad de población que actualmente habita en el Estado de México y en la ubicación del municipio, obligando a que se haga una advertencia crítica sobre la necesidad de una reevaluación del riesgo sísmico en el Estado de México. 

Se reportaron 140 personas fallecidas por el derrumbe de diversas estructuras. Las edificaciones colapsadas fueron de arquitectura colonial, así como numerosas casas de ladrillo y adobe, así como monumentos de estilo barroco. 

El Cenapred también reporta que los principales daños fueron registrados en las poblaciones de:

  • Acambay
  • Temascalcingo
  • San Andrés de Timilpan

Este fue considerado un “triángulo de destrucción” que incluyó a otras demarcaciones mexiquenses como Atlacomulco y El Oro y se reporta en fuentes oficiales como el Servicio Sismológico Nacional (SMN), que este terremoto alcanzó una intensidad de hasta X en la escala modificada de Mercalli, un nivel que se caracteriza por la destrucción generalizada de estructuras. 

Así fue documentado el terremoto de Acambay en 1912 | Gobierno de México

¿Cuál es la relevancia del terremoto de Acambay de 1912?

Hemos hablado sobre la vulnerabilidad geológica que quedó expuesta tras el terremoto de Acambay en 1912, pues si bien México registra una alta sismicidad, atribuida al proceso de subducción de las placas tectónicas de Cocos y Rivera debajo de la Placa de Norteamérica, hasta ese momento se pensaba poco probable que el Estado de México fuera epicentro de algún terremoto, como lo es la Ciudad de México.

El ocurrido en Acambay en 1912, representa un precedente crucial que demuestra que el centro del país, incluyendo ambas entidades, también está expuesto a un riesgo sísmico significativo de origen intraplaca. Para este tipo de terremotos, el tiempo de llegada de las ondas sísmicas a la zona metropolitana de la CDMX es muy corto, por lo que es importante siempre estar preparados. 

¿Por qué se habla poco del terremoto de Acambay de 1912?

El hecho de que el terremoto de Acambay de 1912 ocurriera en el contexto de la Revolución Mexicana, implicó que las personas prestaran menos atención a este evento de la naturaleza, debido a la inestabilidad que ocurría en aquél contexto histórico del país, sobre todo en el ámbito político. 

Una situación de guerra civil —recordemos que también el presidente Francisco I. Madero enfrentaba una serie de levantamientos armados, incluyendo la rebelión de Emiliano Zapata en el sur y las de Pascual Orozco y Félix Díaz en otras partes del país— provocó que se hablara poco del siniestro y no sólo eso, pues también los recursos destinados a la catástrofe fueron reducidos presuntamente por los conflictos entre el gobierno federal y el mexiquense, encabezado en aquel entonces por Manuel Medina Garduño. 

El SSN así tiene documentado el terremoto de Acambay de 1912 | SSN

¿Qué lección nos deja el terremoto de Acambay de 1912?

El sismo de 1912 es el ejemplo más contundente de la capacidad destructiva de las fallas intraplaca en el centro de México. A diferencia de la creencia popular de que la sismicidad severa se limita a las costas, este evento demostró que el graben de Acambay y el EVT en general son zonas de inestabilidad tectónica con el potencial de generar sismos de gran magnitud.

Investigaciones recientes confirman que el sistema de fallas de Acambay-Tixmadejé es una estructura activa, y su estudio es vital para evaluar el riesgo en la región.

La lección más importante del terremoto de Acambay reside en la comparativa de la vulnerabilidad entre 1912 y el presente. En el momento del sismo, la población del Estado de México y el entonces Distrito Federal era de aproximadamente 1.7 millones de habitantes. Hoy, esa cifra supera los 20 millones, con una urbanización mucho más densa y una infraestructura más compleja.

Un sismo de la misma magnitud que el de 1912 implicaría un escenario de afectaciones radicalmente diferente. Las ondas de un sismo superficial originado en el graben de Acambay se propagarían rápidamente a las áreas circundantes, afectando a millones de personas y a miles de estructuras.

La cercanía del epicentro con la Zona Metropolitana del Valle de México implicaría un tiempo de llegada de las ondas sísmicas muy corto, lo que podría poner a prueba la efectividad de los sistemas de alertamiento existentes. Un evento de este tipo no solo causaría daños materiales a la infraestructura urbana y residencial, sino que también podría desencadenar una crisis humanitaria de proporciones alarmantes debido a la alta densidad poblacional.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Heraldo de México



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