Es uno de los yates más grandes del mundo y consume 1,000 litros de diésel al día solo para el aire acondicionado mientras está amarrado

Una tonelada de diésel al día. Eso es lo que el superyate de Roman Abramovich, el segundo yate privado más grande del mundo, consumió durante tres años mientras estaba amarrado en la ciudad costera turca de Marmaris, solamente para mantener encendido el aire acondicionado.

FERIA DE SAN FRANCISCO

El barco, llamado Eclipse, es uno de los yates privados más grandes del mundo. Tiene 162.5 metros de eslora, 22 metros de manga, dos helipuertos, un submarino y hasta una alberca que se puede transformar en pista de baile. Desde su entrega en 2010, ha sido un símbolo de lujo y sofisticación técnica.

Este yate, valorado en 700 millones de dólares, pertenece a Roman Abramovich, un multimillonario y oligarca ruso que fue el antiguo dueño del equipo de fútbol Chelsea. A pesar de sus impresionantes cifras, el Eclipse se encuentra amarrado en Albatros Marina desde el 2022.

A pesar de no estar en el mar, el buque consume una tonelada de diésel a diario únicamente para mantener activo el aire acondicionado. A esto se suman los 209,000 dólares anuales por tenerlo atracado. Ahora, tras 15 años en activo, será trasladado a Estambul para una actualización.

Otra cifra impresionante es la de su inspección, que podría costar más de 40 millones de dólares. Este es un análisis que se requiere cada cinco años para mantener su clasificación y, en el caso de la revisión de 15 años, es bastante exigente, pues se revisa desde el estado del casco hasta el sistema de gobierno para garantizar que se cumplan las normas de seguridad.

Además, se deben considerar costosas reparaciones estéticas. Por ejemplo, repintar el casco y la estructura puede llegar a valer cientos de miles de dólares.

El impacto ambiental de los ‘superricos’

De acuerdo con Oxfam, el estilo de vida de las personas más ricas del mundo tiene un “impacto extremo” en el medio ambiente. Los 50 multimillonarios más ricos emiten tanto CO2 en apenas 90 minutos como lo haría una persona promedio en toda su vida.

Alberca Yate 2

Esto se debe a que los aviones privados, megayates y bienes raíces de lujo aumentan masivamente las emisiones de CO2 de los “superricos”. De hecho, el 1% más rico de la humanidad provoca tantas emisiones como la mitad más pobre de la población mundial sumada.

Alemania es uno de los países más señalados, ya que el 10% más rico de su población emite el doble de CO2 que los hogares más pobres, principalmente a través de vuelos y grandes espacios habitables.

Para solucionarlo, Oxfam sugiere que se implemente un “impuesto global” sobre el patrimonio, así como reglas más estrictas para los aviones privados y los yates, para permitir una distribución más equitativa del impacto climático.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Xataka



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