La Ciudad de México es uno de los estados más vulnerables a los efectos de los sismos, tal como se ha visto en terremotos anteriores, como los ocurridos en 1985 y 2017. Aunque la capital no se localiza directamente en la zona donde ocurren la mayoría de los epicentros, sí se ve afectada por estos movimientos, esto debido a una serie de factores que hacen que la metrópoli sea vulnerable ante los temblores.
Factores como la ubicación, el tipo de suelo, los edificios y las construcciones han aumentado los riesgos de la capital mexicana, de acuerdo con el doctor Carlos Valdés González, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista con El Heraldo de México, el experto detalló cuáles son los factores que hacen de la CDMX un estado vulnerable a los movimientos telúricos, aunque no sea epicentro de fuertes terremotos. De igual manera, el investigador habló sobre la preparación de la población capitalina y el mantenimiento de los edificios como piezas clave para mitigar los daños que podría ocasionar un sismo.
¿Qué placas tectónicas rodean la CDMX?

Para comprender los factores de riesgo que rodean la Ciudad de México, el especialista recordó que en el país interactúan cinco placas tectónicas: Norteamérica, Cocos, Rivera, Pacífico y Caribe. En este sentido, el doctor Carlos Valdés González comentó que estas placas son las responsables de provocar fracturas, o fallas, que finalmente son responsables de la sismicidad que hay en los distintos estados de la república, pero particularmente en la capital mexicana.
Aunque los sismos más intensos que se han reportado en México no han tenido como epicentro la Ciudad de México, el especialista de la UNAM indicó que la capital ha sufrido graves consecuencias por estos movimientos, tales como los ocurridos en 1985 y 2017, debido a su ubicación geográfica y la historia de la ciudad, misma que fue construida en lo que antes era un lago.
Las condiciones de suelo en CDMX: un factor clave durante los sismos

Desde su fundación, la Ciudad de México se cimentó sobre lo que era el lago de Texcoco. “Cuando vienen los españoles va cambiando y se va poblando poco a poco; y se van, de alguna manera, empujando las aguas, para que finalmente se asiente lo que tenemos ahora, la Ciudad de México”, sentenció el doctor Valdés González. Agregó que, por esta razón, la capital tiene distintos tipos de suelo, pero uno de ellos es blando, lo que lo hace más vulnerable ante los temblores.
“Es un poco la condición en la zona centro, donde se encontraba principalmente la parte más profunda del lago que poco a poco fue rellenado con estos suelos blandos. Entonces, tenemos diferentes tipos de suelo en la Ciudad de México, el opuesto a este suelo blando sería lo que vemos en el Pedregal, hacia el sur de la Ciudad de México, se le da ese nombre porque es una zona rocosa”, detalló el académico de la UNAM.
El doctor añadió que entender la situación geográfica y las condiciones de suelo que tiene la Ciudad de México son claves para que la población sepa cómo construir sus viviendas y así evitar la mayor cantidad de daños durante un terremoto, como los que ocurrieron en 1985 y 2017.
“Entonces, alteramos ese suelo y nos quedamos a vivir aquí. Lo que tenemos que entender es en dónde estamos y qué es lo que tendríamos que hacer para construir bien y para que cuando haya eventos sísmicos, o también inundaciones, no nos vaya mal”, detalló el especialista.
¿Qué tipo de construcciones se requieren en CDMX para soportar sismos de gran magnitud?

De acuerdo con el académico de la UNAM, después del sismo de 1985 y tras evaluar cuáles fueron los efectos que provocaron daños en los edificios de la Ciudad de México, surgió un nuevo Reglamento de Construcción, en el que se contempla la zonificación sísmica y cuáles fueron los daños que sufrieron los edificios y por qué.
Destacó que uno de los problemas es que las construcciones estén pegadas unas a otras, ya que en caso de un sismo esto impide que se muevan libremente, es decir, que haya liberación de la energía.
“Cuando se empieza a golpear con el edificio que está al lado se conoce como efecto de golpeteo y ese fue uno de los factores importantes en los daños y colapsos de edificios en 1985. Entonces, el reglamento establece que debe haber una separación entre edificaciones dependiendo de la altura del edificio y dependiendo de la zona sísmica en la que se encuentra”, apuntó Valdés.
Sin embargo, hay un problema con los reglamentos ante sismos en la CDMX y es que no son retroactivos, esto quiere decir que si una casa o edificio fue construido a finales de los 50 como los que están en el Centro de la ciudad o en la colonia Roma, las personas no están obligadas por ley a cumplir con el reglamento actual.
De ahí que, agregó Valdés González, los dueños o habitantes de esos espacios deben cuestionarse si es conveniente vivir ahí y si la construcción “¿pasaría el reglamento actual?”. En caso de que la respuesta sea negativa, pensar en el reforzamiento de columnas o muros, será indispensable para que aumente la capacidad de resistencia del edificio.
“Pero eso nos corresponde como dueños y nosotros pensamos que eso lo debería de hacer el gobierno, pero la pregunta es de quién es el edificio, la casa, quién lo construyó y quién es el propietario”, destacó.
¿Qué elementos considerar ante un sismo en CDMX?

El doctor en Geofísica de la UNAM sugirió tener en cuenta un seguro de vivienda ante los sismos, así como se emplean para los automóviles. Señaló que los seguros de vivienda eran más baratos antes de los sismos de 2017; sin embargo, a partir de ese momento aumentó su costo, pero no existe esa cultura en México.
“Tampoco me van a dar un edificio íntegro o más nuevo, sino que me darían algo equivalente o el recurso equivalente a lo que valía mi propiedad, pero no me quedo en cero”, precisó.
El investigador recomienda investigar cuándo fue construida la casa o el departamento, así como el tipo de mantenimiento que se le ha dado.
“Creo que ahora es muy claro con estas grandes lluvias en las zonas inestables, la humedad va lastimando la cimentación, si la humedad se pone en contacto con el acero de las columnas, las va a deteriorar y eso lo deberíamos estar revisando y deberíamos estarlo reparando, pero pensamos generalmente que el mantenimiento es pintarlo”.
En ese sentido, el experto recomienda que ante la aparición de grietas en los hogares, no se resanen únicamente, sino preguntarse si son antiguas o se debe a un sismo.
“Si ya tiene hasta polvo, quiere decir que son grietas viejas, eso nos va dando monitoreo, en donde haya también más grietas nos está indicando que se trata de una zona más débil dentro de la vivienda o del edificio”.
Debido a que en cualquier día del año puede temblar, Valdés González dijo que es preciso que la ciudadanía esté checando qué puede modificar o hacer para prevenir riesgos ante un sismo en el hogar.
“En el 85 había aproximadamente 1 millón de edificaciones en la Ciudad de México y la zona conurbada, de estas 400 sufrieron daños importantes o colapsos”, recordó.
Clave conocer el Reglamento de Construcción de la CDMX

Ante la alta sismicidad de la Ciudad de México, el académico de la UNAM señaló que es importante que las y los capitalinos conozcan el Reglamento de Construcción de la CDMX.
“El reglamento es muy claro, lo que se pide es que haya la garantía de que el edificio no se colapse. No que no sufra daños porque hay veces que el mismo diseño está hecho para que varios muros se lastimen o se fracturen”, explicó.
Es decir que hay algunos componentes estructurales del edificio que están hechos para contrarrestar el movimiento al que está siendo sujeto y para garantizar que no se colapse, pero no para que no haya daños, por lo que deberán hacerse arreglos posteriores al temblor, revisar y si es necesario sustituir muros.
Al respecto de las nuevas construcciones, indicó que actualmente se hacen edificios más ligeros, donde hay muros exteriores que ya no son de ladrillos, son cortinas de cristal o sus divisiones son de tablarroca; sin embargo, el diseño del edificio es integral, los edificios tienen columnas de acero y están embebidas en concreto. El que pesen menos, los hace más seguros.
“Si vemos los edificios viejos que tenían ladrillos o que tenían mucho concreto, se vuelven más pesados y mientras más pesados también puede ser más complicado su funcionamiento en un sismo”, detalló.
¿Cómo actuar ante un sismo en CDMX?

Sobre las medidas antes, durante y después de un sismo en la Ciudad de México, el doctor Valdés González hizo un llamado a la ciudadanía para que las personas identifiquen si se encuentran en una zona blanda, como el Centro Histórico, o si se localizan en una zona rocosa, como El Pedregal, para así saber cómo actuar antes y durante un sismo. Esta diferencia se puede identificar con la acción de pararse en una banqueta cerca de la calle; si al pasar un camión, la persona sienta una vibración, se encuentra en una zona blanda; de lo contrario, se trata de una zona rocosa.
Las medidas de seguridad durante un sismo implican no correr, no gritar, no empujar y salir lo más ordenado posible, o bien replegarse a la pared y esperar a que el movimiento termine. Sin embargo, el experto de la UNAM considera que las autoridades mexicanas, los centros de trabajo, las escuelas y la población en general deberían implementar más simulacros. Lo anterior para que las personas sepan cómo actuar en caso de que se presente un sismo en el trabajo, escuela, en sus casas, en el transporte público y demás.
¿Cómo identificar si te encuentras en una zona de alto riesgo ante sismos?

Otra alternativa más precisa para identificar si una persona se encuentra en una zona de alto riesgo ante sismos es a través del portal del Atlas Nacional de Riesgos. Para utilizar este sitio, las personas deben seguir una serie de pasos:
- Ingresar a www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx
- Deslizar al apartado de “mapa de aplicaciones”
- Dar click en pestaña de “Capas”.
- Dar click en pestaña de “Geológicos”
- 5. Desplazar hacia abajo hasta pestaña “Sismos”
- Dar click en “Zonificación”.
- Dar click en “Zonificación Sísmica de la CDMX”.
- Añadir la dirección que se desea consultar en el mapa y listo.
Cortesía de El Heraldo de México
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