Leones, monos, caimanes y arañas gigantes alrededor. Todo es un caos y solo buscas sobrevivir mientras intentas terminar un juego de mesa. Esa esa básicamente la trama de Jumanji, película que nos hizo imaginar a animales salvajes sueltos por las calles de la ciudad.
“Aprendemos mientras jugamos”. Esa es, posiblemente, la peor idea cuando se trata de adentrarse a un nuevo juego de mesa. Cuestión que sucede en la película de 1995, donde Robin Williams y compañía enfrentan equivocaciones y trampas sin querer.
Solo cinco minutos. Ese es el tiempo que bien pudo haberle tomado a los protagonistas acabar con el juego. Aunque dentro de la trama con cada movimiento de piezas algo intenta matarlos, si interpretamos las reglas de una manera más libre el juego pudo terminar rápidamente.
Solo nueve tiros. Supongamos que Alan, Sarah, Judy y Peter no corren todo el tiempo. Si todos se dedicaran a solo lanzar los dados durante nueve rondas sin pausa alguna, y mucho menos así de largas, el final de la partida se acelera. Simplemente tirar los dados para avanzar casillas.
Sin lugar fijo. Además, tampoco era necesario que los jugadores estuvieran en un solo lugar, el juego bien pudo continuar desde cualquier parte. Es más, ni siquiera era requisito que todos los participantes estuvieran enfocados en el tablero, solo aquel que fuera su turno. De haberlo hecho sin detenerse, habrían terminado en tiempo récord.
El nuevo modo. Claro que de haber aplicado esa táctica, nos hubiéramos quedado sin trama que seguir. Sin embargo, en la nueva versión protagonizada por Dwayne Johnson y Jack Black se quitaron de encima el problema del tablero al transportarse a un videojuego. En ese caso, sí suena un poco más complicado terminar el juego.
Si gustas rememorar este clásico noventero, te recordamos que Jumanji se encuentra disponible a través de Mercado Play.
Cortesía de Xataka
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