En medio de una ola de violencia en Colombia, Miguel Uribe Londoño, padre del asesinado senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, anunció su entrada a las primarias del partido de derecha Centro Democrático, comprometiéndose a continuar el legado de su hijo. El vecino Ecuador detuvo a dos sospechosos e incautó un cargamento de explosivos supuestamente destinados a disidencias de las FARC, con las que el gobierno colombiano se encuentra en un fuerte conflicto tras una semana marcada por atentados con explosivos que dejaron al menos 20 muertos y más de 60 heridos.
Las autoridades ecuatorianas informaron de la detención de dos ciudadanos que transportaban una gran cantidad de explosivos con destino a Colombia en San Gabriel, provincia de Carchi, como parte de una serie de operaciones binacionales contra el narcotráfico y el terrorismo en la frontera. El país de Gabriel García Márquez vive una alarmante escalada de ataques atribuidos a las disidencias de las FARC, especialmente al Estado Mayor Central (EMC) liderado por alias “Iván Mordisco”, cuya ofensiva coincide con el reciente colapso de los diálogos de paz. En solo dos días, un camión bomba explotó frente a una base militar en Cali, causando seis muertes y más de 60 heridos, y un helicóptero policial fue derribado en Antioquia, dejando trece agentes muertos.
Operativo “Victoria”
La Policía Nacional de Ecuador informó este domingo sobre la captura de un hombre y una mujer que transportaban material explosivo con destino a Colombia, supuestamente para ser utilizado “por grupos armados”. El operativo tuvo lugar durante un control de rutina, en el marco del incremento de la violencia en Colombia y el endurecimiento del conflicto armado interno.
El decomiso ocurrió en San Gabriel, en el norte ecuatoriano. Los detenidos, identificados como Luis Aníbal Ch. B. y Karla Esmeralda Ch. P., ciudadanos ecuatorianos, trasladaban 3.750 cartuchos de emulsión explosiva Emulnor y 25.000 metros de cordón detonante ocultos en un camión de carga. Según las autoridades, el cargamento había partido desde la provincia de El Oro, en la frontera con Perú, con destino a Colombia, donde presuntamente “pretendía ser utilizado para la ejecución de acciones terroristas por parte de grupos armados colombianos“. La operación, denominada “Victoria”, incluyó también la incautación de teléfonos móviles y un vehículo de transporte.
Desde 2024, Ecuador se encuentra bajo un estado de “conflicto armado interno” declarado por el presidente, Daniel Noboa, en respuesta a la creciente violencia de bandas del crimen organizado. Estas organizaciones, que originalmente se dedicaban al narcotráfico, han adoptado tácticas como la extorsión, el secuestro y el uso de explosivos. Este contexto ha posicionado a Ecuador como un actor central en las dinámicas regionales del crimen organizado, en particular como corredor de armamento y drogas hacia Colombia.
Semana sangrienta
El cargamento incautado en Ecuador pretendía cruzar hacia un país sumido en su peor crisis de seguridad en más de una década. El pasado jueves, un camión bomba explotó frente a la escuela de aviación militar en Cali, dejando al menos seis civiles muertos y más de 60 heridos. Ese mismo día, un helicóptero de la Policía fue derribado con un dron en Antioquia, provocando la muerte de trece agentes.
Ambos ataques fueron atribuidos a disidencias de las FARC, en particular al Frente Jaime Martínez del EMC, bajo el mando del insurgente “Iván Mordisco”, uno de los hombres más buscados del país. La Policía colombiana informó también de la captura de Fabián Durán, alias “Garrote”, líder del Frente Armando Ríos del EMC. Fue detenido el sábado en el municipio de Calamar, departamento de Guaviare, según detalló el mayor general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, en declaraciones a Caracol Radio.
En paralelo, el Ejército y la Policía colombiana desmantelaron este domingo en el departamento del Cauca “uno de los mega laboratorios de clorhidrato de cocaína más grandes” descubiertos este año, incautando 1.100 kilos de cocaína cristalizada, 3 toneladas de cocaína líquida en proceso y 19.000 litros de insumos químicos. Según las autoridades, el laboratorio pertenecía también al grupo de alias “Iván Mordisco” y su destrucción representa un duro golpe a “la cadena de producción y exportación de droga hacia Centroamérica, Estados Unidos y Europa”
Tras estos operativos, alias “Iván Mordisco” difundió una carta pública en redes sociales dirigida al presidente Gustavo Petro, acusándolo de encabezar una “estrategia de guerra disfrazada de diálogo”. Además, responsabilizó al mandatario por la seguridad de su familia, luego de la captura de su hermano Luis Vera Fernández, alias “Mono Luis”, encargado de las finanzas del grupo.
La detención de “Mono Luis” se produjo el viernes, como parte de la “Operación Medusa XII”, en la que la Policía Nacional lo identificó como coordinador de narcotráfico, finanzas y logística de las disidencias en el centro y sur del país. “Si usted lo desea, acabe con el resto de mi familia. No creo en la justicia colombiana, pero confío en la justicia revolucionaria”, escribió Mordisco, negando cualquier intención de rendirse.
Para el jefe guerrillero, “la paz no es sinónimo de rendición” como plantea “la clase política y oligárquica”. “Para nosotros la paz es la solución a los problemas sociales, políticos y económicos. Cuando esté dispuesto a que discutamos la paz con justicia social podríamos entendernos y nos sentaríamos a una mesa de diálogo sería, que nos lleve al noble propósito de solución a los grandes y agudos problemas que padece nuestra patria”, resaltó.
En contra de la violencia
En este tenso escenario, el asesinato del senador Miguel Uribe Turbay, ocurrido en junio durante un acto de campaña, sigue conmoviendo al país. Su padre, Miguel Uribe Londoño, de 79 años, anunció que se postulará como candidato presidencial en representación del opositor Centro Democrático, partido fundado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
“El señor Uribe Londoño expresó que la familia de Miguel Uribe Turbay decidió por unanimidad que fuera él quien entrara al proceso de selección del candidato presidencial del Partido Centro Democrático en ausencia de su hijo”, señaló el comunicado firmado por el partido y sus precandidatos desde el municipio antioqueño de Rionegro.
Durante el funeral de su hijo, Uribe Londoño ya había dado señales de su decisión: “Callaron a Miguel, pero no podrán callar la voz de millones de colombianos pidiendo a gritos un cambio. Tenemos una oportunidad única de frenar esta locura en 2026, no la desaprovechemos. Sólo así tendrá sentido esta causa”, habría dicho según trascendidos.
Aquel día Uribe Londoño insistió en la bandera que seguramente agitará en este proceso electoral: “Las ideas son indestructibles, pero necesitan ser materializadas para cambiar la historia de un país. Estamos en la obligación de enaltecer y alcanzar el propósito al que Miguel dedicó toda su vida: un país sin violencia“.
Viudo de la periodista Diana Turbay, asesinada por el narcotráfico en 1991, Uribe Londoño se ha convertido ahora en una figura simbólica para una derecha colombiana que busca capitalizar el malestar social y la crisis de seguridad que atraviesa el país.
Así, una de las principales líneas en las que el derechista encausará su futura campaña es un eco de las demandas actuales. “Su causa fue la seguridad. Este país nunca saldrá de donde está sin seguridad. Una Colombia en paz para todos los colombianos, esa tiene que ser nuestra lucha. El momento es ahora. Organicemos con bríos y con absoluta determinación esa causa y en los próximos meses; escojamos y defendamos el triunfo abrumador e incuestionable de ese liderazgo que tome las banderas de Miguel para que en Colombia vuelva la seguridad”, zanjó.
Cortesía de Página 12
Dejanos un comentario: