Cuando Kirby and the Forgotten Land llegó en 2022 a Nintendo Switch, fue recibido como un juego muy querido y respetado. Representaba una apuesta arriesgada para la franquicia: llevar al carismático personaje rosa a un entorno 3D con niveles abiertos y mecánicas que en su formato clásico 2D jamás habrían sido posibles. El resultado fue fresco y encantador, pero también mostró las limitaciones técnicas de la consola. Alcanzar los 30 cuadros por segundo era un desafío, y algunas texturas dejaban en claro que estábamos frente a un título que pedía a gritos un cambio generacional.
Aun con esas limitaciones, la aventura fue aplaudida por la ambición y por cómo logró mantener intacta la esencia de Kirby mientras se adaptaba a un nuevo estilo de juego. Muchos jugadores lo disfrutaron de principio a fin, pero otros se quedaron con la sensación de que una versión más pulida podría haber elevado aún más la experiencia. Era evidente que había una base excelente, pero también que hacía falta potencia para sacarle todo el jugo.
Por eso, la llegada de Kirby and the Forgotten Land – Switch 2 Edition + Star-Crossed World se siente como una decisión natural y muy acertada por parte de Nintendo. No solo revive un título importante de la era Switch original, también lo complementa con mejoras técnicas y un contenido extra que lo refresca. A tres años de su lanzamiento, esta nueva edición demuestra que con mejor rendimiento, mayor estabilidad y una expansión sólida, un juego ya memorable puede sentirse aún más disfrutable, casi como si fuera nuevo.
Kirby más nítido que nunca
El primer cambio que notamos de esta edición para Nintendo Switch 2 está en lo visual. Ahora tenemos mejores texturas, mayor resolución y, sobre todo, 60 cuadros por segundo estables. La diferencia se nota desde el primer minuto: mientras la versión original en Switch 1 se movía en promedio a 30 FPS —con bajones constantes— aquí todo fluye con una suavidad impecable.

Jugar a Kirby en pantallas 4K y 60 FPS constantes, es una experiencia fabulosa. No detectamos caídas ni errores notables; lo único que persiste son algunas texturas de baja resolución heredadas del diseño original, pero son la excepción y no afectan en absoluto la experiencia. En cambio, cuando el juego aprovecha sus niveles más inspirados —con planos abiertos, atardeceres o tomas panorámicas— realmente parece un título creado específicamente para Switch 2 en 2025. Ya sea en modo portátil o conectado a la televisión, Kirby and the Forgotten Land luce y se siente más actual que nunca.

Star-Crossed World encaja a la perfección
De por sí la campaña de Kirby and the Forgotten Land es increíble y difícil de olvidar, pero ahora con la expansión Star-Crossed World tenemos un añadido que no solo suma más horas de juego, sino que encaja perfectamente con el universo ya establecido. La premisa es sencilla: un cometa inesperado cae del cielo, impacta contra la tierra y genera una misteriosa isla cristalizada. Allí, Kirby descubre que su misión es rescatar a los Astralines y desentrañar los secretos de este fenómeno cósmico.
Lo interesante es cómo se integra este contenido a la campaña principal. Para desbloquearlo basta con avanzar los primeros cinco o seis niveles, momento en el que aparece una cinemática que abre el nuevo arco narrativo. A partir de ahí, el juego combina zonas conocidas con escenarios alterados por el meteorito, creando una experiencia fresca sin romper la coherencia del mundo original.

Los cambios son claros: enemigos clásicos ahora aparecen recubiertos de cristales, lo que modifica tanto sus ataques como su resistencia. Los escenarios, teñidos de tonos brillantes y azulados, destacan por su estética diferente y fácilmente reconocible. Nintendo también se arriesga con una gran idea: permitirnos explorar áreas antes inaccesibles mediante cristales especiales que, al activarse, abren rutas alternativas. Estas rutas están diseñadas para complementar los niveles base, generando una dinámica de doble recorrido entre la campaña original y la expansión.
En cuanto a dificultad, se mantiene la filosofía de Kirby: sencilla y accesible, con un aumento progresivo que nunca llega a ser realmente retador. Sin embargo, los objetivos ocultos por nivel —como liberar personajes, evitar daños en tramos específicos o descubrir caminos secretos— aportan variedad y exigen observación. Algunos son tan simples que se resuelven casi sin pensar, mientras que otros sorprenden porque no entendemos su lógica hasta terminar la misión.

El añadido también refresca los combates contra jefes. A esto se suman nuevos enemigos, transformaciones y mejoras de habilidades, ya sea mediante pergaminos, estrellas u otros coleccionables. Todo encaja: no se siente un “extra” forzado ni una historia alterna desconectada, sino una extensión natural.
Con esta combinación, estamos ante una campaña que fácilmentenos otorga más 20 horas de duración. Además de revisitar zonas icónicas, Star-Crossed World introduce escenarios memorables como rascacielos escalables, mares que se abren en playas cristalizadas y otras ideas creativas que demuestran el esfuerzo puesto en esta expansión. En pocas palabras: un complemento trabajado, ambicioso y que logra que el regreso de Kirby a Switch 2 se sienta justificado y emocionante.

Nuevas transformaciones y modos que refrescan la experiencia
Uno de los añadidos más interesantes de Star-Crossed World son las nuevas transformaciones, que complementan la exploración y amplían la variedad del juego. Nintendo logró que, en un título ya repleto de mecánicas creativas, todavía haya espacio para sorprender.

- Resorte: Kirby se traga un resorte gigante que le permite dar saltos enormes. Gracias a esta física renovada, podemos alcanzar zonas elevadas o realizar un “golpe sentón” al estilo Yoshi para eliminar enemigos y abrir grietas en estructuras altas.
- Engrane: Aquí Kirby se convierte en un engrane rosa gigante, diseñado para escalar muros en vertical. Lo más llamativo es la mecánica de anclaje: si no hay conexión directa entre paredes, debemos saltar y presionar en el momento justo para engancharnos, lo que genera un ritmo de plataformas muy distinto.
- Letrero: Kirby se traga un cartel publicitario y puede deslizarse a gran velocidad. Este poder brilla especialmente en escenarios de nieve, donde debemos recoger anillos como en una pista de vehículos, e incluso girar para golpear enemigos.

A esto se suman extras de colección y retos. La clásica máquina de cápsulas regresa con figuras y elementos exclusivos de la expansión, incluyendo versiones miniatura de las nuevas transformaciones. Y para quienes buscan un verdadero desafío está el modo Coliseo, con combates contra jefes potenciados, límite de tiempo y una barra de salud reducida. Es un añadido que cambia por completo la dinámica y pone a prueba a los jugadores más experimentados, más allá de la campaña.
Directo al corazón
Si algo deja claro esta edición es que Kirby and the Forgotten Land funciona de manera espectacular en Nintendo Switch 2. En lo técnico, el rendimiento impecable a 60 cuadros estables es un salto que cambia por completo la experiencia. Pero más allá de lo técnico, lo que enamora es el diseño artístico: personajes llenos de color, escenarios que juegan con la oscuridad y fuentes de luz, niveles vibrantes que se sienten vivos y que exprimen al máximo tanto lo visual como lo jugable. Tres años después de su lanzamiento original, es increíble que se siga sintiendo tan fresco y tan actual, y la respuesta es sencilla: está muy bien diseñado desde sus cimientos.

La banda sonora sigue siendo un deleite. Son melodías inconfundibles que, con solo escucharlas, sabes que pertenecen a un juego de Kirby. Se mezclan con efectos sonoros que dan vida a cada transformación, cada salto y cada ataque. Lo que sobra aquí es encanto, y ese encanto brilla tanto como en la primera versión.
Al final, Star-Crossed World demuestra que Nintendo tiene toda la razón en relanzar sus títulos de Switch 1 con mejoras para Switch 2. Sus juegos son de altísima calidad, y ahora eliminan la limitante visual que muchos sentían. Lo que antes podía no lucir en televisores modernos, hoy resplandece en 4K con un diseño artístico que entra por los ojos y que invita a nuevas generaciones a descubrirlo. Con controles simples pero divertidos, un apartado artístico deslumbrante y una jugabilidad que equilibra accesibilidad con creatividad, esta edición reafirma que Kirby sigue siendo uno de los personajes más mágicos del catálogo de Nintendo.

Y quizá lo más importante: esta versión solo confirma que Nintendo entiende el valor de sus franquicias. No se trata solo de actualizar un título a 4K o de añadir un par de niveles extra, sino de demostrar que un buen diseño puede trascender generaciones. Kirby and the Forgotten Land ya era un gran juego en 2022, pero en Switch 2 con Star-Crossed World se convierte en un recordatorio de por qué Kirby sigue siendo uno de los iconos más entrañables de la industria: porque siempre logra que lo difícil parezca sencillo y que lo sencillo sea pura magia.
Cortesía de Xataka
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