Todo lo que los inmigrantes sin papeles aportan a la economía de EE.UU.

El programa económico-político-social de Donald Trump tiene cuatro columnas. La más conocida es la comercial que ha puesto patas para arriba los acuerdos globales de la posguerra con un retorno al proteccionismo arancelario unilateral por parte de Estados Unidos. Menos se habla de su política tributaria de reducción impositiva a los ricos y las corporaciones financiada parcialmente con una radical reducción del gasto social que libere fondos para la gigantesca inversión militar del país y la guerra contra los inmigrantes, caballo de batalla político para explicar los males de Estados Unidos (junto a la perfidia de las naciones extranjeras a las que se aplica en represalia aranceles)

FERIA DE SAN FRANCISCO

Este programa se plasmó en el presupuesto aprobado por el congreso a principios de julio. El gobierno bajó el impuesto a los ricos y las corporaciones por unos cuatro billones y medio de dólares, una cuarta parte del Producto Interno Bruto nacional, en un período de diez años. Al mismo tiempo, aumentó el gasto en 350 mil millones de dólares para la lucha inmigratoria y destinó una cifra equivalente al gasto en Defensa. ¿Qué pasó con el gasto social? Unos 17 millones de estadounidenses perderán su seguro médico. Unos dos millones no tendrán más asistencia alimentaria. Decenas de miles de trabajadores estatales han sido echados a la calle y agencias estatales están cerrando sus puertas con el plan motosierra que, el ahora caído en desgracia, Elon Musk, copió de Milei.

Un reciente informe de la organización “Americans for tax fairness”, Estadounidenses por la justicia fiscal, revela que los indocumentados contribuyen más a las arcas fiscales que las grandes corporaciones y multimillonarios. “La realidad es que los indocumentados, uno de los grandes enemigos a los que acusa Trump de los males de Estados Unidos, pagan más impuestos que 55 grandes corporaciones y un significativo número de los multimillonarios y billonarios del país. Si además comparamos con los subsidios y exoneraciones fiscales que reciben las corporaciones, los indocumentados usan muchísimos menos recursos del Estado”, señaló a PáginaI12 Pablo Willis, encargado de comunicación de Americans for tax fairnes.

A Trump estos datos lo tienen sin cuidado. El papel político que cumplen los indocumentados y los inmigrantes, deliberadamente metidos en la misma bolsa, es central para sostener el MAGA, ese intento de que Estados Unidos recupere la primacía que tuvo al final de la segunda guerra mundial. Pero una cosa son las palabras, los medios, las fake news. Otra son las cuentas. Estados Unidos emitirá más deuda para cubrir el déficit fiscal que abre con su gigantesco aumento de la inversión militar y la lucha antiinmigrante sumada al desfinanciamiento por la bonanza tributaria para ricos y corporaciones. En números, el presupuesto aumentará el déficit fiscal de más del 6% del Producto Interno bruto que registró en 2024 e incrementará la deuda nacional que roza el 130% del PBI y que en términos nominales es la más grande del mundo.

¿Qué es el déficit fiscal?

El déficit fiscal, presentado como fuente de todos los males en Occidente, depende de dos elementos: la recaudación y el gasto. En el discurso político y en la inmensa mayoría de los medios el foco está puesto en uno de los elementos: el gasto social. No se cuestiona el gasto militar o en seguridad centros de gigantescos trapicheos y componendas. En cambio, apenas se habla de salud, educación seguridad alimentaria, se lo asocia con corrupción, auditorías y, sobre todo, automáticos recortes. Las reducciones impositivas a las corporaciones y los ricos se justifican con el argumento de que derramarán riqueza en el resto de la economía. El Americans for Tax Fairnes tiene los números. “El 20% de los hogares más afluentes de Estados Unidos recibirá un 70% de reducción impositiva en 2026 y el 1%, que tiene ingresos superiores al millón de dólares, recibirá un billón (trillion en inglés, doble o más del PBI argentino). Para 2034 habrá 17 millones de personas sin seguro médico por la reducción del gasto social. Más de tres millones de personas perderán el beneficio mensual del programa Nutricional suplementario que proporciona ayuda para la compra de alimentos de personas y familias de bajos ingresos en estados unidos. En resumen, este presupuesto es una transferencia histórica de riqueza de la cárcel trabajadora a la clase multimillonario”, señaló a este diario Willis.

El informe muestra que los indocumentados pagaron en impuestos federales casi 100 mil millones de dólares en 2022, superando la contribución de 55 grandes corporaciones que tiene más de 667,000 millones en beneficios y ganancias. A esto hay que añadir las exoneraciones fiscales y los subsidios. El ex motosierra Ellon Musk, que armó su fortuna gracias a los subsidios estatales, recibió en ese mismo año más de 13 mil millones en subvenciones del estado. Si se suman los tres últimos años, Tesla obtuvo más de 10,000 millones de dólares en beneficios y pagó, según el informe, cero impuestos federales sobre la renta en los primeros cinco años de la ley fiscal aprobada durante la primera presidencia de Trump. No es la única corporación con esos beneficios. “Encontramos veintitrés grandes cooperaciones que no pagaron impuestos federales sobre la renta o incluso recibieron subsidios”, dice Willis.

El porvenir de una ilusión

A esto se agrega otra paradoja. Inmigrantes, documentados o no, son esenciales en sectores económicos estadounidenses como la agricultura, la construcción, la salud y los servicios domésticos. “Los inmigrantes latinos representan alrededor de dos tres terceras partes de los inmigrantes no autorizados en este país y constituyen una proporción sustancial en varias industrias como, por ejemplo, la construcción y extracción en el mantenimiento de edificios y terrenos. Son más del 30% en servicios de alimentación. Estos son servicios esenciales, gente necesitan no pueden vivir sin ellos. La política de deportación inhumana y destructiva sirve para distraer al pueblo estadounidense de las verdad, de las fuentes reales de estrés económico familiar, del robo de recursos por parte de la clase multimillonaria y las grandes cooperaciones”, señaló Willis a PáginaI12.

Al otro lado del río grande, en México, epicentro de la batalla inmigratoria de Trump, el director del Observatorio Económico Latinoamericano, OBELA, y autor de más de 30 libros sobre la política regional y mundial, Oscar Ugarteche, interpreta el MAGA de Trump como la búsqueda de un paraíso perdido, el del sueño americano de la postguerra. “Trump quiere volver a ese Estados Unidos cuando se presentó después de la Segunda Guerra Mundial como el ganador absoluto, borrando a la Unión Soviética de la victoria sobre el nazismo, algo que reforzaron con películas de Hollywood y propaganda. La idea de que bajando los impuestos a los más ricos van a generar un efecto derrame y un mayor consumo no se sostiene. El impacto que puede tener es marginal. Es decir, los ricos ya están consumiendo como locos. Tienen casa de invierno, de verano, casa en Londres o en Francia, departamento en Nueva York, yate, avión privado. Se comprarán un tercer avión privado, para que el marido, la esposa y los niños cada uno tenga el suyo. Pero su contribución al crecimiento vía consumo es ínfima. El aterrizaje en la realidad de este programa va a ser muy penoso”, señaló a PáginaI12 Ugarteche.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Página 12



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