La salud del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de 79 años, volvió a ser objeto de debate y de teorías conspirativas después de permanecer cuatro días sin apariciones públicas y de publicar en su red social Truth Social una fotografía jugando al golf que, según medios estadounidenses, había sido tomada la semana pasada.
El vacío en su agenda oficial y las imágenes que no eran recientes desataron una ola de especulaciones que llegaron a convertirse en tendencias de búsqueda en redes sociales.
Durante el pasado fin de semana, las preguntas “¿Está muerto Trump?”, “Trump muerto” y “¿Dónde está Donald Trump?”, estuvieron entre las consultas más frecuentes en Google, según la revista Forbes.
Incluso varios expertos cuestionaron en la prensa estadounidense el motivo por el que Trump había decidido publicar dicha foto, tomada junto al exentrenador de la NFL Jon Gruden, días después de haber sido tomada.
Además, el miércoles, el vicepresidente J.D. Vance había dicho en una entrevista que estaba preparado para asumir la presidencia en caso de una “terrible tragedia”, señalando que Trump gozaba de buena salud.
Al mismo tiempo, en la red social X se multiplicaron los mensajes cuestionando por qué el mandatario no había sido visto en público desde el miércoles. Pese a que el mandatario republicano se mantuvo activo en línea, los rumores no se disiparon.
Finalmente, el propio presidente se refirió al revuelo sobre su salud con un mensaje en Truth Social este domingo por la noche: “Nunca me he sentido mejor en mi vida”.
Trump respondió a un comentario de un usuario que comparaba las ausencias públicas de Joe Biden y aseguraba que “el presidente Trump dedica más horas a trabajo público que cualquier otro presidente de Estados Unidos en la historia, y los medios se alarman si desaparece durante 24 horas”.
La familia presidencial también salió a responder. Eric Trump, el tercer hijo del mandatario, escribió en X, en defensa de su padre: “La izquierda radical está tan enferma y retorcida”, tras rumores sobre el supuesto fallecimiento del presidente.
La salud de Trump ha estado bajo la lupa desde julio, cuando fue diagnosticado con una insuficiencia venosa crónica “benigna” tras exámenes médicos realizados por hinchazón en sus piernas.
Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, la condición consiste en un flujo sanguíneo deficiente debido a venas dañadas, aunque no representa un riesgo grave.
La misma funcionaria ya había explicado en el pasado que los hematomas visibles en las manos del presidente correspondían a “una leve irritación de los tejidos blandos causada por los frecuentes apretones de manos y el uso de aspirina”, medicamento que toma como prevención cardiovascular.
Trump, que asumió en enero su segundo mandato, se convirtió en el presidente de mayor edad en iniciar un periodo en la Casa Blanca, un hecho que mantiene su salud bajo escrutinio permanente en la opinión pública.
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Cortesía de El Colombiano
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