
Era un secreto a voces. Ahora, abiertamente, lo reconoce el gobierno mexicano: Petróleos Mexicanos es una de las principales presiones para las finanzas públicas.
Lo venían diciendo desde hace mucho, las agencias calificadoras, los organismos de análisis económico especializados, y los equipos de análisis de los bancos, entre otros.
Ayer 10 de septiembre, lo reconocieron públicamente la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum y el secretario de Hacienda, Edgar Amador.
Dijeron que el rescate financiero de Pemex, genera presiones al presupuesto público. Que el elevado endeudamiento es responsabilidad de los gobiernos neoliberales.
La Presidenta de México la calificó como la maldita deuda corrupta de (Felipe) Calderón y (Enrique) Peña Nieto.
Amador informó que en la última década la deuda de Pemex creció 130 por ciento. Pasó de 43 mil millones a 105 mil millones de dólares.
El titular de las finanzas públicas destacó que la deuda de Pemex genera presiones al presupuesto público.
Señaló que 46% de los vencimientos de la deuda financiera de la empresa se deben pagar en este sexenio, de los cuales una proporción de 26% deberá pagarse entre 2025 y 2026.
Sheinbaum reforzó este señalamiento al afirmar que en 2026, Pemex debe desembolsar alrededor de 250 mil millones de pesos, cifra equivalente a más de tres veces el costo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
“Esa deuda irresponsable, nos toca pagarla a nosotros”, comentó Sheinbaum, “no se puede no pagar, son compromisos con bancos y fondos”, acusó la mandataria.
Amador Zamora advirtió que esta situación ha elevado las proyecciones de déficit fiscal: de un rango de entre 3.2% y 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2026, a 4.1%.
La Presidenta contrastó el crecimiento de la deuda con la caída de la producción de gasolinas y diésel, que de 2012 a 2018, pasó de 718 mil a 324 mil barriles diarios, mientras la petroquímica se redujo a la mitad.
Ante esto, la mandataria aseguró que el gobierno absorberá parte del costo financiero para reducir los intereses de la petrolera hasta 2026.
Confió en que Pemex podrá operar sin apoyo presupuestal hacia 2027.
Lo que no se mencionó en la conferencia mañanera, es que en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, a pesar de las inyecciones de capital y las condonaciones fiscales por alrededor de 2 billones de pesos, no se logró reducir significativamente la deuda, ni aumentó la producción para alcanzar su propia meta.
El modelo operativo, han señalado los expertos, es el problema fundamental de la empresa.
Es cierto que en el actual gobierno se están tomando medidas para reducir su deuda y el pago de intereses.
La estrategia ha sido reconocida por las más importantes agencias calificadoras.
Es positivo que el gobierno de Sheinbaum esté “tomando al toro por los cuernos” y proyecte que hacia el 2027 le cortará el cordón umbilical financiero. Que para entonces Pemex resuelva sola sus problemas.
El respiro que está teniendo hoy Pemex en virtud del apoyo económico y financiero del gobierno, es positivo.
Aunque no está exento de dudas. Ayer mismo, la calificadora Moody´s advirtió que la nueva asignación presupuestal del gobierno para apoyar a Pemex, por 14 mil millones de dólares, aumenta la presión sobre la perspectiva fiscal de México para 2026.
La nueva partida presupuestal para Pemex, más el paquete de apoyo soberano superior a los 30 mil millones de dólares y las 3 recientes operaciones de manejo de pasivos, permitirá disminuir el saldo de la deuda de la petrolera en 10 mil millones de dólares, para ubicar el saldo en 100 mil millones de dólares al cierre del 2025.
Pero plantea dudas sobre la viabilidad de largo plazo de mantener el apoyo soberano bajo restricciones presupuestarias cada vez más estrictas, apuntó en breve comentario la calificadora
La gran interrogante es si Pemex podrá superar sus problemas operativos, con el modelo de refinación por el que está apostando.
Entre las calificadoras y los analistas, insisten en que si no se resuelve el problema operativo de la petrolera, el paliativo financiero resultará insuficiente en el tiempo. Veremos.
Bombazo arancelario a autos asiáticos
Entre el arsenal de aranceles que propone el gobierno mexicano aplicar a países con los que no mantiene un acuerdo comercial, viene la aplicación de un arancel histórico, de 50%, a autos procedentes de Asia.
México incrementará de 20% a 50% el arancel a autos provenientes de Asia, alcanzando el máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC), anunció el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
El aumento obedece a que “los precios a los que están llegando estos vehículos a México están por debajo de los precios de referencia”.
Como otros aranceles, se aplicará para proteger a la industria nacional.
Atisbos
Por vacaciones de este reportero, la columna Ricos y Poderosos reanudará su publicación el próximo 23 de septiembre.
Cortesía de El Economista
Dejanos un comentario: